El asunto fue abordado en la reciente reunión entre Felipe VI y Omella José María Gil Tamayo, ¿nuevo arzobispo castrense?

Monseñor José María Gil Tamayo
Monseñor José María Gil Tamayo

La muerte de Juan del Río, unida a la marcha de Salvador Illa a Catalunya, deja el escenario sin dos de los mayores interesados en una relación cordial Iglesia-Gobierno. No son los únicos: quedan, de parte del Ejecutivo, ministros como Montero (portavoza), Escrivá o Margarita Robles. Del lado del episcopado, Osoro y Omella... y el candidato al castrense

El Nuncio, conocedor de la charla entre Omella y el Rey, se ha puesto manos a la obra para encontrar un sustituto a Del Río, frenando otras ternas que estaban en marcha. Y todos se han comprometido a que sea cubierto pronto

La muerte de Juan del Río provocó un hondo pesar en los obispos españoles. También, en Casa Real y el Ministerio de Defensa. Porque el arzobispo castrense se hacía querer por todos y, lo que es más importante, sabía tender puentes en un momento en que las siempre difíciles relaciones Iglesia-Estado en España están en uno de sus puntos más difíciles de los últimos tiempos.

Las leyes sobre Eutanasia, Aborto, Educación, Trans... sumadas a las polémicas sobre la fiscalidad o las inmatriculaciones, hacen más necesaria que nunca la mediación de personas con predicamento en ambas orillas del río de la negociación. Y Juan del Río era una de ellas.

Su muerte, unida a la marcha de Salvador Illa a Catalunya, deja el escenario sin dos de los mayores interesados en una relación cordial Iglesia-Gobierno. No son los únicos: quedan, de parte del Ejecutivo, ministros como Montero (portavoza), Escrivá o Margarita Robles. Del lado del episcopado, Osoro y Omella, junto a algunos miembros de la Comisión Ejecutiva. Uno de ellos será, salvo sorpresa (que no se puede obviar en este caso, pues se trata del único nombramiento en España que tiene que contar con el plácet preceptivo de Casa Real y Moncloa), el nuevo arzobispo castrense.

Omella, con el rey Felipe VI
Omella, con el rey Felipe VI

Dos nombres suenan por encima de los demás: el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, y el de Getafe, Ginés García Beltrán, que aparece últimamente en todas las quinielas. El prelado abulense, uno de los primeros en pasar el coronavirus con gravedad, y que afortunadamente lo ha superado, fue durante años un estrecho colaborador de Juan del Río, y apuesta, como él, por una relación más estrecha con el Ministerio de Defensa y la Casa Real.

Su condición de miembro del Opus Dei, paradójicamente, le hace ganar enteros, pues distintos sectores del Ejército pertenecen a la Obra, y bien conocen el buen hacer de Gil Tamayo. También en la Casa Real, pues durante varios años el obispo de Ávila fue secretario general y portavoz de la CEE, y como tal tuvo ocasión de mantener varios encuentros tanto con el rey emérito como con Felipe VI, con quien le une una relación cordial.

Precisamente, la cuestión del castrense fue uno de los puntos incluidos en la conversación mantenida esta semana entre el Rey y el presidente de la CEE, Juan José Omella, en la Zarzuela, de la que la Oficina de Prensa de Añastro se empeñó en no informar, pese a la petición de explicaciones por parte de algunos medios. Tanto el monarca como el cardenal de Barcelona (también el Nuncio, conocedor de la charla y que se ha puesto manos a la obra para encontrar un sustituto a Del Río, frenando otras ternas que estaban en marcha), son conscientes de la relevancia de este puesto. Y todos se han comprometido a que sea cubierto pronto. 

El féretro de Juan del Río, ya en la catedral castrense
El féretro de Juan del Río, ya en la catedral castrense

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