"Os cerrarán las iglesias, os las quemarán, y harán puticlubs en ellas" El 'Infierno' según Losantos, repleto de obispos "cabrones, payasos y cobardes"

Jiménez Losantos, en una 'performance' en Es Radio
Jiménez Losantos, en una 'performance' en Es Radio

"Desde que hace una década saliera de COPE, Federico Jiménez Losantos hace lo que cualquier traidor que se precie: atacar hasta la extenuación a quienes le habían hecho millonario"

El locutor llama "payasos" a los obispos por no defender "al mayor defensor del catolicismo que ha habido en Europa, que es Franco"

"De aquellos polvos, estos lodos. VOX, Santiago, y cierra España. Y Losantos, su profeta. Un profeta falsamente laico, 'cristoneofascista' (como vuelve a acuñar el teólogo Tamayo en su libro), que blande la Biblia para acabar cagándose en Dios y en los pobres"

"Qué quieren que les diga: para cabrones, prefiero al padre Ángel y a sus pobres de San Antón. Una cuestión de dignidad, y de egoísmo: allí nadie cerrará las puertas. Que, estoy seguro, no serán precisamente las del Infierno"

Durante años, estuvo en nómina de los obispos. Era el comunicador estrella, la 'voz' de la COPE. Se lo devolvió con creces, todo hay que decirlo, para mayor escándalo de muchos católicos, que no entendían cómo 'La internacional del odio' de la que tan bien habla el teólogo Tamayo en su último libro en Icaria, tenía su sede en la emisora propiedad de la Conferencia Episcopal. Pero desde que hace una década saliera de COPE, Federico Jiménez Losantos hace lo que cualquier traidor que se precie: atacar hasta la extenuación a quienes le habían hecho millonario.

No será este juntaletras quien defienda a los obispos españoles. Nosotros no estamos en nómina, nunca lo hemos estado. Nos niegan el pan y la sal. Ellos y aquellos a los que sabiamente el sacerdote y youtuber Daniel Pajuelo ha denominado como 'Policía católica'. Pero las declaraciones de Losantos en El Confidencial sí que sirven, al menos, para demostrar -una vez más, por si no hubiera quedado claro-, la verdadera identidad de estos profetas de calamidades, tan inteligentes (Losantos lo es, y mucho) como pervertidos.

Sus palabras no tienen desperdicio. Y lo de menos es que ataque al padre Ángel (no, tampoco estamos en nómina de Mensajeros de la Paz, casi me atrevería a decir que lo contrario), de quien dice que "es un estafador gracioso" y de quien inventa que "salió defendiendo a Setién", así como el episodio en el ascensor de la COPE. Losantos nunca dijo al pater "Usted es un cabrón y va a ir al infierno. Porque, para usted, si está cerrado, se abrirá". No iba mucho el padre Ángel a la COPE en esos años y, por supuesto, el turolense es mucho más valiente detrás del micrófono que a la cara.

Lo más grave, como decía, es el 'palo' que pretende dar a los obispos españoles y que, paradójicamente, define perfectamente al personaje:

"Hay que ver el episcopado, por cierto, qué repleto está de cobardías. Vamos, les sacan al mayor defensor del catolicismo que ha habido en Europa, que es Franco, y ni protestan. Ahora les van cerrando la educación concertada… ¡Claro! Y os cerrarán las iglesias, y os las quemarán, y harán puticlubs en ellas. Payasos, si es lo que os merecéis. No creen en nada". 

Y se queda tan ancho. Entre otras cosas, porque en una cosa sí tiene razón: el episcopado está repleto de cobardías. Y por eso no le contestarán, porque siguen teniéndole miedo. Es lo que tienen los paladines del odio, el insulto y la desvergüenza: se autoconvencen de tener patente de corso. Esa es la libertad, dicen. Pero sólo vale para cuando son ellos quienes insultan. Payasos. Cabrones. Cobardes.

Federico Jiménez Losantos
Federico Jiménez Losantos

En otras ocasiones ha sido ingenioso, mucho más ingenioso. Ahora, únicamente da lástima. Y esa sensación de que, muchas veces, todos cometemos el error de alimentar al monstruo, hasta conseguir que se cuelen dentro de tu cuerpo y lo ocupen. Es lo que sucedió, en su día, con HazteOir y la Iglesia. De aquellos polvos, estos lodos. VOX, Santiago, y cierra España. Y Losantos, su profeta. Un profeta falsamente laico, 'cristoneofascista' (como vuelve a acuñar el teólogo Tamayo en su libro), que blande la Biblia para acabar cagándose en Dios y en los pobres. 

Qué quieren que les diga: para cabrones, prefiero al padre Ángel y a sus pobres de San Antón. Una cuestión de dignidad, y de egoísmo: allí nadie cerrará las puertas. Que, estoy seguro, no serán precisamente las del Infierno.

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