"Todo saldrá bien" en los Franciscanos Un altar 'como Dios manda' en Teruel

Un altar 'como Dios manda' en Teruel
Un altar 'como Dios manda' en Teruel

Ha habido misas repletas, otras casi vacías, en las que se daba la comunión indistintamente en la boca y en la mano (sin que el cura en cuestión se lavara las manos, convirtiendo el gesto en un riesgo de contagio)

En general, hemos comprobado que había 'hambre' de Eucaristía en directo después de tanto tiempo de seguirla on line o por la tele. Pero también miedo entre los fieles por los espacios cerrados y la falta de higiene de algunos, que se lo tendrían que mirar

El verano nos ofrece infinidad de ocasiones para disfrutar, contemplar nuevas realidades y abrir un poco la mente. También en tiempos de coronavirus. Sin dejar de tomar las convenientes medidas de seguridad, hemos podido asistir a misa en distintos rincones de la geografía española.

Con resultado dispar, todo hay que decirlo. Ha habido misas repletas, otras casi vacías, en las que se daba la comunión indistintamente en la boca y en la mano (sin que el cura en cuestión se lavara las manos, convirtiendo el gesto en un riesgo de contagio). En general, hemos comprobado que había 'hambre' de Eucaristía en directo después de tanto tiempo de seguirla on line o por la tele. Pero también miedo entre los fieles por los espacios cerrados y la falta de higiene de algunos, que se lo tendrían que mirar. 

La última ha sido en Teruel, en la iglesia de los Franciscanos, donde se cumplen escrupulosamente las medidas de seguridad (distancia entre fieles, comunión en la mano, todos con mascarillas, geles para las manos alfombras para los zapatos...), y se intenta vivir la esperanza en mitad de una dura pandemia.

Los curas de la zona, con el permiso del obispo, comenzaron hace semanas a 'sembrar' el altar (los pies del altar, no se me enfaden los rigoristas) con mensajes positivos y de esperanza. El último, el que se convirtió en imagen de la lucha contra la pandemia: el arco iris y el 'Todo irá bien'. Un mensaje de fuerza y de alegría, que falta nos hace, de cara a este curso que se presenta con multitud de incertidumbres. Un mensaje 'como Dios manda'. Que cunda el ejemplo.

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