Antes de tomar unos días de vacaciones, el nuncio Bernardito Auza, quiere dejar algunas cuestiones resueltas. Y no son menores, especialmente dos de ellas, que podrían solucionarse antes de que concluya este mes: el nombramiento del nuevo arzobispo castrense, y la resolución del 'caso Ciudad Rodrigo', además de la designación de un nuevo obispo para Teruel-Albarracín.

Según ha podido saber RD, en las últimas semanas -y, especialmente, tras el cambio de Gobierno y la marcha de Carmen Calvo del Ministerio de la Presidencia- Gobierno, Casa Real, Conferencia Episcopal y Santa Sede han ido acercando posturas en lo tocante al sucesor de Juan del Río.

Al parecer, Felipe VI podría haber cedido a las peticiones de Ejecutivo y episcopado sobre la inoportunidad de 'descabezar' la Secretaría General de la CEE nombrando a Luis Argüello como castrense. Aunque no se ha descartado esta posibilidad -es la que prefiere el monarca, quien tiene capacidad de elección en este caso-, la línea de trabajo apunta a una diócesis cercana a la de Valladolid, con José María Gil Tamayo como alternativa. Sin dejar de lado posibles sorpresas: Auza, Omella y Roma, al fin, parecen haber hallado la vía para encontrar pastores con olor a oveja entre los candidatos al episcopado en España.

El nombramiento podría hacerse efectivo en breve, al igual que el del sucesor de Antonio Gómez Cantero para la diócesis de Teruel. Donde podría no darse nombramiento, o que éste no fuera específico, sería para Ciudad Rodrigo. Pese a la lucha constante de los fieles y autoridades mirobrigenses, todo parece apuntar (salvo sorpresa mayúscula) que habrá designación de obispo.... de Salamanca y Ciudad Rodrigo. Mala noticia para la España vaciada. ¿Puede revertirse esta decisión? Veremos.

Apostilla: a las doce, salió Teruel. José Antonio Satué, un nombramiento muy de Omella. Enhorabuena