El futuro de Reig

Se ha equivocado, ha sido cabezón, ha persistido en el error... pero su intención no era otra que cumplir con su misión: servir a la Iglesia que tenía encomendada. No voy a repetir ahora argumentos en favor o en contra de Juan Antonio Reig ni de José Luis Mendoza. Hoy me interesa "salvar" la figura del obispo de Cartagena-Murcia. Que, me consta, actuó después de ser alarmado acerca de algunos movimientos que todavía no están aclarados. Pero se equivocó en el fondo -la titularidad- y en la forma -no asumiendo los dictámenes de Añastro y Roma-. Y la salida que dejó a Roma fue complicada. Y, sobre todo, me interesa hablar de su futuro.


Mucho se ha comentado en estos días: que sería destinado a Roma, que sería el sustituto de Ureña en el caso de que el arzobispo de Zaragoza ocupase la sede primada, que su destino natural -y es cierto- parecía ser Granada, una vez monseñor Martínez fuese a su vez reenviado a otra diócesis (¿Valladolid?) o a Roma... Ahora parece sonar con fuerza la opción de Reig en Alcalá.

El cardenal Rouco quiere tenerle controlado, y a la vez no desperdiciar el valor de un hombre que, en cuestiones de familia y defensa de la vida -el gran baluarte del pontificado de Rouco Varela, junto a los jóvenes y los movimientos-, ha dado buenos resultados en el Episcopado. Esperemos.

Y, respecto a la Ucam, únicamente desear que la "solución" planteada por la Santa Sede y comunicada a los afectados sea, por fin, definitiva. Y que los católicos murcianos, a quienes tanto aprecio, puedan por fin recomenzar. Ha habido muchas heridas, por parte de los dos bandos, en todo esto. Y es de justicia que todos -Mendoza también- reconozcan sus fallos. Sólo así se podrá recuperar la comunión entre los hijos de una misma fe. Ojalá así sea.

baronrampante@hotmail.es
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