...y seis meses después, el Papa se puso la mascarilla. O se le vio con ella, pues distintas fuentes confirman a RD que Francisco la utiliza para sus desplazamientos y cuando mantiene reuniones privadas. Pero, hasta hoy, jamás habíamos visto en público al Pontífice con la protección recomendada por las autoridades sanitarias. De blanco puro, por cierto.

"¡No se amontonen aquí! Todos en su silla, para evitar contagios", señalaba el Pontífice al bajar de su auto en el patio de San Dámaso, donde este mes de septiembre se retoman las audiencias públicas en el Vaticano. A menos de un mes de que Francisco publique 'Todos hermanos', su tercera encíclica, que abordará el futuro de la Iglesia y de la sociedad postpandemia, la imagen del Papa ha dado la vuelta al mundo.

Y es que cada gesto de Francisco es seguido por millones de personas en todo el mundo. El Pontífice, un amante de las distancias cortas, ha vivido con sufrimiento la ausencia del contacto con los fieles. Ahora, cuando poco a poco se va recuperando la cercanía, Bergoglio sigue sin tocar ni abrazarse a los fieles, pero no evita recibir regalos o colocarse solideos que le entregan algunos de los asistentes a la audiencia. 

Aunque en Italia no es obligatorio el uso de mascarillas en espacios públicos, lo cierto es que poder contemplar con ella al Papa Francisco, sin lugar a dudas el personaje más global del mundo, y que se ha convertido en un referente moral durante la pandemia, tendría un impacto mundial. Y lo ha tenido. Imaginen el que tendría verle encabezar una procesión con la mascarilla puesta, o lavarse las manos con gel hidroalcohólico después del tradicional paseo junto al público.

Incomprensiblemente, hasta la fecha, Roma había evitado la imagen que hoy obtuvieron los fotógrafos acreditados en San Dámaso. De hecho, en ninguna de sus visitas a iglesias en Roma durante la pandemia, se vio a Francisco ataviado con la mascarilla. Una situación que ha comenzado a cambiar hoy. Aunque sería conveniente que tuviera continuidad. No olvidemos que, más que el Papa de las palabras, Francisco es reconocido como el pontífice de los gestos. De la cercanía, también. Pero segura.