Pruebas jurídicas de la resurrección de Jesús
Estimados amigos:
Me preguntan:
"Para destruir la presunción de inocencia en un juicio, se precisa una prueba de cargo, que no es otra cosa que una prueba directa, es decir, aquella por la que sólo por ella, queda demostrado un hecho.
Normalmente, éstas, suelen resolver los juicios en un 10% de los casos, pero el otro 90% se resuelven por pruebas de indicios.
En estos casos, el juez tiene que evaluar cuatro aspectos concretos:
1) Los indicios deben partir de hechos comprobados como es la conversión de Pablo. (En el caso de la resurrección de Jesús, esto nos lo aporta un testigo de cargo que es Pablo de TARSO. Personaje histórico que pasa de un punto al contrario y que escribe cartas autentificadas por la historia oficial explicando tal cambio. Es decir Florentino Pérez se declara del Barcelona, Puigdemont se declara de Vox, Santiago Abascal se declara seguidor de Otegui)
2) Pluralidad de indicios. Entre los que podríamos citar el convencimiento total y absoluto de cientos de primeros cristianos que estaban absolutamente convencidos que habían visto a Jesús resucitado. Es decir se puede morir por algo que crees que es verdad pero no vas a dejarte quemar vivo por algo que sabes que es mentira. De modo que cada uno de aquellos primeros cristianos si vieron algo que les hizo pensar que estaban viendo a Jesús resucitado.
3) Los hechos del delito deben deducirse de los indicios. Es decir, la resurrección vienen por testimonios de personas convertidas, pero también por autores que le consideran un mago, o bien un sabio, o bien un hijo de Dios, pero que todas le consideran un ser de una naturaleza especial. Que no era un tipo normal.
4) Explicitación en la sentencia del razonamiento del tribunal para llegar a esa conclusión. En este caso, cuando analizamos los testimonios de gente que odiaba Jesús pero le reconoce ese carácter especial, o aquellos que morían porque dicen verle resucitado, o aquellos que no le creen en vida pero después dicen que le ven resucitado y tornan en fervorosos seguidores como Santiago, Tomás, Pedro etc
En un juicio la sentencia sería clara :
Queda probado el delito sin género de dudas"
RESPUESTA:
1) Mahoma se convierte de mercader y jefe de tribu en la Arabia de su tiempo y –según la tradición– se declara el último profeta y afirma que sus palabras en el Corán le fueron dictadas al oído por el arcángel Gabriel. Luego hay que creerlo
2) Podemos citar el convencimiento total y absoluto de cientos de primeros musulmanes que estaban absolutamente seguros de que la muerte de Jesús no fue por los pecados del mundo. De hecho, niegan que Jesús, que ellos creen que fue uno de sus profetas, fuera realmente crucificado. El Islam enseña que fue Judas o Simón de Cirene, y no Jesús, quien realmente murió en la cruz. Aunque no tienen claro quién murió en la cruz, saben que no fue Jesús. No creen que un profeta de Dios fuera asesinado de una manera tan terrible. Por tanto como estaban convencidos de que Jesús no fue crucificado, igualmente estaban convencidos de que Jesús volviera de entre los muertos a la vida tres días después. Una resurrección no es necesaria si Jesús no murió. Luego hay que creer lo que dicen los seguidores del islam.
3) En el mundo grecorromano del siglo I, había centenares de gente que consideraban a otro personaje un mago, o bien un sabio, o bien un hijo de Dios, pero que todas le consideran un ser de una naturaleza especial. Que no era un tipo normal. Sin ir más lejos el caso coetáneo de Jesús Apolonio de Tiana. Luego –siguiendo el mismo razonamiento– no cabe duda de que Apolonio resucitó igualmente. Luego el argumento no vale, porque Jesús no fue un caso único, ni mucho menos.
4) El jurista sabe muy bien que los testimonios “de parte” es decir, de gentes implicadas intensamente en cualquier acto delictivo tienen la misma contundencia (en cuanto a la retórica, no en cuanto a los hechos, que son distintos como en el caso que discutimos) en apoyo de lo que creen. Así que opino que ser un fervoroso seguidor de alguien no prueba nada.
Y concentrándonos en la resurrección de Jesús, y a propósito de los relatos de los “testigos” de las apariciones de Jesús (no hubo testigos humanos de la resurrección de Jesús), un historiador debe confesar que desearía que algo tan importante como la resurrección de Jesús debería estar atestiguado con gran solidez. Y si los testimonios de la resurrección y apariciones de los evangelistas y de Pablo se convirtieran en declaraciones ante un juez, estoy absolutamente seguro de que tales declaraciones, por lo contradictorias, encontradas, y todo lo que se diga en esta línea, ese juez decidiría, pienso, que no tendrían el menor peso probatorio y todos los “testigos” serían desestimados bien por desconocer lo que ocurrió en realidad o bien por modificar el relato de lo que sucedió (véase el Apéndice).
Por tanto, opino, que este argumento tampoco es válido.
APÉNDICE
Creo que en otra ocasión ya cité a Javier Alonso, que en un libro titulado “Resurrección” (edit. Arzalia, Madrid) reúne las tradiciones dispares sobre la resurrección en el movimiento más primitivo de seguidores de Jesús, que son brevemente las siguientes, aun contando con algunos leves errores:
- Solo el Evangelio de Mateo indica que no fueron los romanos sino los sumos sacerdotes los que apostaron soldados para vigilar la tumba.
- Respecto a las personas fueron las primeras en ir a la tumba...:
- Tres mujeres: María de Magdala, María la de Jacobo y Salomé (Marcos);
- Solo dos: María Magdalena y la otra María: Mateo);
- Al menos cinco, según Lucas; y según Juan–sólo fue María Magdalena. Y de los varones sólo Pedro y Juan.
- A qué fueron las mujeres a la tumba la mañana del “domingo”: Mateo dicen que fueron a ver y Juan no sabe nada de lo que hicieron; según Marcos y Lucas, a ungir el cadáver.
- ¿Cómo se abrió la tumba? Por un terremoto, según Mateo, hecho ignorado por Marcos, Lucas y Juan a pesar de que se enteraron todos los de Jerusalén.
- Se produjo una visión de un ser angelical en torno a la resurrección... Pero…¿Era sólo un ángel? ¿Dónde estaba? Sólo uno, según Marcos, y estaba dentro de la tumba. Mateo afirma, por el contrario, que el ángel estaba fuera, sentado sobre la piedra que cerraba la tumba; según Lucas y Juan, eran dos ángeles Sí, dos –confirma Juan– y estaban dentro de la tumba.
- ¿Qué personas y en qué orden vieron a Jesús? Según Pablo, Jesús se apareció a Cefas y después a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos de una sola vez; después a todos los apóstoles, y al final de todos, se apareció también a él mí. Marcos ignora estas visiones directas de Jesús. Y Mateo contradice a Pablo ya que Jesús se apareció a las dos Marías.
- ¿Contaron las mujeres lo que habían visto y oído acerca de Jesús resucitado, ya por medio de ángeles o por Jesús mismo, a sus colegas los apóstoles? Mateo asegura que sí lo hicieron. Marcos sostiene que las mujeres no contaron lo que habían visto a los discípulos, porque tenían miedo. Y hay también una variante de Lucas. Las mujeres fueron las primeras en ver a Jesús, sino que fueron otros discípulos secundarios que iban a Emaús quienes lo vieron y simultáneamente o un poco después, Pedro. Juan, por su parte, apostilla que Jesús sólo se le apareció a María Magdalena. Luego ya se les apareció a los discípulos varias veces, tanto en Jerusalén como en Galilea. Pero de estas apariciones en Galilea solo escribe Juan; los demás evangelistas las ignoran (Mateo alude a ellas, pero lo que cuenta se refiere a la potestad celeste de Jesús y el envío a predicar a todas las naciones, algo que no se le habría ocurrido al Jesús terreno.
(Publicado en mi Blog de “Cristianismo e Historia” el 1-12 2022)