La homosexualidad en el Nuevo Testamento. “Compartir” (225) de 29 de julio de 2016. Preguntas y respuestas

Escribe Antonio Piñero


Pregunta:


Tuve una discusión con un panelista que yo le decía que la biblia condenaba explícitamente la homosexualidad, y esta persona no lo aceptaba indicando que se debía a errores de traducción. Le solicite información al respecto y me remitió a un articulo de la Wikipedia (homosexualidad en la Biblia).

El articulo menciona entre otros alegatos que en Corintios y Timoteo se usa la palabra ἄῤῥην / ἄρσην en lugar de androkoitēs que dice seria lo esperado.

Pensé en la edición de la Biblia académica en la que está usted trabajando, cómo traducirá esto?

Yo le dije al amigo este que Jesús fue un judío del siglo primero, que ya de allí se puede imaginar uno que pensaba sobre la homosexualidad.


RESPUESTA:


He leído el artículo de la Wikipedia que Usted cita. Reproduzco el texto, porque bien leído el pasaje en cuestión (aunque vaya orientado indirectamente a reducir, al menos, la condena general bíblica de la homosexualidad) no dice nada en contra de la opinión común obtenida de muchos textos bíblicos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento que la condenan. Un centón de esos textos puede hallarse cómodamente en un artículo de Internet cuyo título reza “Versículos bíblicos sobre la homosexualidad”.

Leamos los textos en cuestión:

En la primera epístola a los corintios, 6:9-10, Pablo dice:
9 ¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No os engañéis. Ni los impuros, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, 10 ni los ladrones, avaros, borrachos, ni los maldicientes, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios. 11 Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.

CITA:

Estos versículos también son objeto de controversia por motivos lingüísticos. La palabra traducida como «afeminados y homosexuales» durante siglos ha representado un desafío para los traductores e intérpretes y ha sido traducida de diversas maneras como «los que abusan de sí mismos con otros hombres» (KJV), «sodomitas» (YLT), o «los hombres que practican la homosexualidad». El término original ἀρσενοκοίτης (arsenokoitēs), del griego ἄῤῥην / ἄρσην (arrhēn / arsēn) «macho» y κοίτην (koitēn) «cama, con connotación sexual»; es un término muy inusual, y que no se había usado anteriormente para referirse a la homosexualidad porque en la cultura griega se usaba la palabra androkoitēs. El uso por Pablo de esta palabra es su primer registro y sólo vuelve a aparecer en la Biblia en la primera epístola a Timoteo, 1:9-10. Es probable que el término ἀρσενοκοίτης (arsenokoitēs) haya sido tomado de la lectura de laSeptuaginta (LXX) del Levítico 20.13 donde aparecen ambas raíces de las formas griegas (ἄῤῥην / ἄρσην [arrhēn / arsēn] y κοίτην [koitēn]).

FIN DE CITA

No veo aquí defensa alguna, o permisividad, posible de la homosexualidad.

Mi comentario de 1 Cor 6:9-10 en la futura Biblia de San Millán, o Biblia académica, aconfesional, histórico-crítica (tomado de mi libro “Guía para entender a Pablo de Trso, Trotta, Madrid, 2016, es el siguiente:

En la lista de gentes que no heredarán el reino de Dios, los que no participarán del mundo futuro, se hace especial hincapié en libertinos, adúlteros y homosexuales. De nuevo (antes en 5,2) Pablo une los pecados sexuales con la idolatría, lo mismo que el autor judío del apócrifo Testamento de los XII Patriarcas, Testamento de Rubén, capítulos 4-6. Según los judíos siempre fue así en la historia de Israel. Salomón paradigmáticamente y otros reyes caen en la idolatría arrastrados por su sexualidad desviada; las desgracias de Sansón proceden de lo mismo, análogamente. Los libertinos (griego pórnoi, en español el derivado “pornografía”) son los adeptos a la prostitución. Los “afeminados” (griego “malakoí”, literalmente “blanditos”) son aquellos que adoptan el papel femenino en la pareja homosexual, súcubos; y los “homosexuales” (griego arsenokoîtai: literalmente que “se acuestan con varones”), son los que ejercen el papel de marido, íncubos. El Levítico es durísimo contra la homosexualidad y lo castiga con la muerte como transgresión de un tabú (18,22; 20,13). La tradición judía hasta hoy ha seguido por estos derroteros y Pablo no se aparta de ella. No es posible pedirle una sensibilidad moderna.

Y el comentario de Josep Montserrat (un estudiosos totalmente racionalista, agnóstico y positivista) a 1 Timoteo 1,9-10.

Primero el texto:


“Sabemos ciertamente que la Ley es buena, con tal de que se utilice legalmente 9 a sabiendas de que no ha sido promulgada para las personas honestas, sino para los prevaricadores y los rebeldes, los impíos y los pecadores, los sacrílegos y los profanadores, los patricidas, los matricidas y los homicidas, 10los libertinos, los sodomitas, los secuestradores, los estafadores, los perjuros, y para todo lo demás que se opone a la sana doctrina, 11según el evangelio de la gloria del Dios bendito, el evangelio que me ha sido confiado”.
Y el comentario, en donde es tan claro el significado de “sodomita” (arsenokítes) para él que no requiere ningún comentario:
Helo aquí:
8. la Ley es buena: no se trata ya de «la ley de sus mandamientos con sus decretos» (Ef 2,15) abolida por Jesús (Col 2,14; pero es posible que el texto de Col puede encajar en el pensamiento de Pablo en cuanto que este sostiene a lo que Jesús deroga en la cruz es la parte de la Ley específica para los judíos, ley temporal en el sentido que los judíos han de seguir cumpliendo pero con las precisiones del Mesías, pero no la parte de la misma ley mosaica que es universal y eterna, el Decálogo) sino de la ley moral, los diez mandamientos, que el autor contempla bajo el aspecto penal. Esta ley subsiste como norma de conducta. Pablo (Rm 7,12-17), reconoce que esta ley es en sí misma santa y espiritual, aunque por sí sola es incapaz de aportar la justificación (Gal 3,23-27: todo judío de la época sabía teórica, pero perfectamente que la salvación era pura gracia). «La ley es la palabra divina en la medida en que prescribe lo que hay que hacer y prohíbe lo que no hay que hacer» (Filón, De migratione 130: es doctrina universal judía que la ley mosaica completa fue otorgada por Dios solo para los judíos… y para los que se hicieren judíos completos = prosélitos).
10 sana (doctrina): expresión (como participio o como substantivo) casi exclusiva de este grupo de cartas (1 Tim 6,3; 2 Tim 4,3; Tit 1,9.13; 2,1.2.8). Indica una instrucción razonable y correcta, como la de la «ley buena» del v. 8. Se trata de una terminología próxima a la filosofía moral de la época (véase Epicteto, Enchiridion I 11,28; Filón, De Abrahamo 223).

En conclusión: no parece haber duda seria de lo que significa arsenokoites, homosexual (masculino) o sodomita, en ambos pasajes. Muy negativo y condenable según el Antiguo Testamento, Pablo y el autor (desconocido) de 1 Timoteo.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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