Desafíos actuales para la universidad católica, según el nuevo presidente de la ODUCAL Anderson Pedroso SJ: “El papa Francisco nos ha enseñado la transparencia de los procesos, en nuestras relaciones y la financiera”

P. Pedroso
P. Pedroso

“Lo que estaba haciendo Francisco con la Iglesia nos inspiró: el proceso sinodal, el diálogo con la gente, pero también decisiones fuertes que a veces son necesarias para el bien de todo el cuerpo”

“El modelo es una universidad en salida, en contacto con el mundo, pero no sólo para enseñar al mundo, sino también para aprender de él”

“La identidad de la Universidad Católica está en su servicio a la sociedad, y este servicio es evangelizador”

“No tenemos que temer al mundo, tenemos que hablar con el mundo, amar al mundo, y a partir de ahí encontraremos mucha fuerza, como yo encontré, para iniciar las reformas universitarias”

“La historia de la PUC-Rio es una historia de éxito, porque une las humanidades, que es típico de nuestra formación y la tradición de las universidades católicas, junto con la ciencia y la investigación de alta complejidad”

Padre Anderson Antonio Pedroso SJ, brasileño de 50 años, en sus años de formación inicial en teología en la Universidad Gregoriana en Roma, se destacaba como excelente organista en el Colegio Maria Mater Ecclesiae. Ya sacerdote prestó su servicio pastoral en su arquidiócesis de Botucatu, São Paulo en Brasil durante cinco años e ingresó a la Compañía de Jesús, donde continuó su formación académica como docente e investigador. Es Doctor en Historia del Arte y Filosofía por la Sorbonne Université de París.

También es Licenciado en Teología y Filosofía, Especialista en Thinking y prácticas académicas con formación clásica jesuítica. Desde 2022 es el rector de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (Brasil), y acaba de ser elegido el 5 de junio 2025 como nuevo Presidente de la ODUCAL Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe durante la XXI Asamblea General Ordinaria, llevada a cabo en la  República Dominicana, en la Sede de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), para el período 2025-2028.

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El padre Anderson quiso compartir con los lectores de Religión Digital sus reflexiones sobre la misión de la PUC-Río y de toda universidad católica en la actualidad.

Padre Anderson, gracias por el tiempo que dedica a la revista digital Religión. Cómo es que un sacerdote y músico llega a la rectoría de PUC-Río. Cuéntenos un poco sobre su vida.

Bueno, como jesuita, primero tuve experiencia como cura diocesano. Creo que eso es quizá más importante. Me gusta definir mi historia como una vocación en la vocación; porque entré en el seminario muy pronto, a los 15 años, y a los 20 estaba en Roma, enviado por mi obispo, y allí estudié con los jesuitas, en la Gregoriana. Mis profesores jesuitas me inspiraron mucho, me conmovieron, me hicieron ver las cosas de una manera de ser que me hizo prestar mucha atención.

LADARIA E ANDERSON PEDROSO

Hasta entonces, ya tenía inquietud por la vida religiosa, y pensaba, rezaba, pensaba. Y cuando conocí a mis maestros, quedé muy prendado de la compañía de Jesús, de su misión y, sobre todo, porque vi en ellos un testimonio muy vivo de personas que, algunas de ellas, eran muy eminentes, con grandes publicaciones, teólogos; Y, sin embargo, se comportaban como personas muy sencillas en la forma de vestir, en la forma de estar con nosotros. Eso me llamó mucho la atención, cómo personas tan preparadas no eran pretenciosas, eran muy cercanas a nosotros, los estudiantes que llegábamos de otras culturas. Eso es lo que me llamó la atención.

Luego hice los ejercicios espirituales, que fueron lo más poderoso que he experimentado en mi vida, en términos de un encuentro con Jesús, con Jesús de Nazaret. Un encuentro con Jesucristo. Hice los ejercicios y, cuando los terminé, me quedó muy clara mi vocación a la compañía. Entonces empecé un período de gran dificultad, de gran duda, porque..., no duda sobre la vocación, que estaba más clara, sino sobre lo que debía ser.

victor basabe anderson pedroso dumar espinosa

Así que volví a mi diócesis, después de terminar la teología, y le dije a mi obispo que quería ordenarme, que no creía tener vocación para la diócesis, sino para la compañía de Jesús.

Mi obispo, Aloysio José Leal Penna, que era jesuita, me dio una gran lección, porque de una manera inesperada, me dijo: has estado cinco años en Roma preparándote, te ordenaré y después de cinco años serás libre. Y si esa es tu vocación, puedes seguirla.

Dom Aloysio Jose Leal Penna

Me hice jesuita, entré en el noviciado, después de cinco años sirviendo a la diócesis, con mucha actividad pastoral y también responsabilidades, desde la formación hasta las clases y las parroquias, dos parroquias.

Entendí que era eso y entré en el noviciado. Pedí entrar en la compañía, mi obispo en persona me llevó al noviciado y allí me hice jesuita.

Después de la formación, que ha pasado por Brasil, Bolivia y Chile, finalmente trabajé en colegios en Brasil, y mi provincial me envió a hacer el doctorado en Francia. Así llegué a París e hice otra maestría y un doctorado en la Sorbona sobre Historia del Arte y Filosofía.

Así que me gradué y volví a Brasil y mi provincial, que era distinto al anterior, me destinó, así decimos los jesuitas, a la Universidad de Río, la Pontificia Universidad Católica de Río, como profesor. Poco después, fui nombrado vicerrector, y después, como dice el Estatuto de la Universidad, rector, porque el Estatuto de la Universidad dice que el provincial tiene que presentar una terna de jesuitas, y mi nombre estaba allí, y fui elegido, así que fui nombrado rector de la universidad.

Eso fue hace tres años. Hace tres años que soy rector y ahora empiezo mi segundo mandato. Así que llegué aquí por gracia de Dios; por seguir mi vocación, no por otra cosa. Nunca imaginé este puesto; sólo he sido obediente a lo que mis superiores me han indicado. Y creo que tiene que ser así. Soy jesuita.

junta directiva de ODUCAL 2025 - 2028

¿Podría describir brevemente, para nuestros lectores, las características del PCU Río? Cuéntenos un poco de su historia, y de los programas académicos que tiene

La Pontificia Universidad Católica de Río es la primera universidad pontificia de Brasil. Tiene una historia muy peculiar y hermosa, porque tiene 85 años y nació del ideal de educar a la juventud de la época por inspiración del cardenal Sebastião Leme da Silveira Cintra, que pidió al padre Leonel Franca, un jesuita intelectual y un hombre santo, un líder juvenil muy reconocido, una autoridad moral y espiritual en la ciudad, que fundara una universidad. Y a través de él, por supuesto, la Compañía de Jesús. Así comenzó esta obra eclesial confiada a la Compañía de Jesús.

Los jesuitas están desde el primer momento.

De hecho, los cimientos se pusieron junto al colegio de San Ignacio, en una casa. Decimos en portugués casarão, una casa grande, una casa bonita. Después los jesuitas cedieron ese espacio y comenzaron las Facultades Católicas, que más tarde se convirtieron, al cabo de unos años, en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.

Bueno, lo más importante es que hoy es la primera universidad privada en la clasificación internacional, es la primera universidad privada del país. Es decir, ha alcanzado una posición muy importante. Y hay una razón para ello.

Es, debido a su método, digamos, muy original basado en la tradición jesuita, en la búsqueda de la excelencia y de una gran libertad en la investigación, la PUC-Rio ha desarrollado la investigación en términos muy amplios; en términos, sobre todo, de energía, gas y petróleo, pero no sólo, y esto ha hecho de la historia de la PUC-Rio una historia de éxito, porque une las humanidades, que es típico de nuestra formación y la tradición de las universidades católicas, junto con la ciencia muy fuerte y la investigación de alta complejidad.

Así, desde el petróleo, hemos desarrollado otras investigaciones y hoy tenemos 28 departamentos o facultades. Todos tienen sus programas de posgrado. Siempre estamos en los primeros puestos, nuestras notas son las más altas; éso nos permite mucha inversión; es decir, hay muchos concursos de financiación estatal, que se ofrecen a las instituciones que destacan en investigación, y nosotros captamos muchos recursos desde ahí, por el éxito de la investigación.

Anderson Antonio Pedroso
Anderson Antonio Pedroso

Así que tenemos muchos científicos de renombre, la mayoría de ellos formados en muchas partes del mundo. También tenemos, y este es otro punto, en primer lugar, una investigación muy compleja. Y en segundo lugar, tenemos una fuerte presencia internacional. Es una de las primeras en cuanto a internacionalización. Cada año vienen a estudiar a la PUC-Río entre 300 y 500 estudiantes. Así que creo que estas dos cosas son muy importantes. Por eso nuestra universidad tiene tanto éxito.

Pero, hay otro punto que es fundamental, que creo que es que la PUC-Río siempre ha sido muy fiel a la doctrina de la Iglesia, es decir, al tiempo que promueve la alta tecnología, la investigación de alta complejidad, la tecnología de punta, nunca ha olvidado su vocación social, de su vocación humana y social, socio ambiental, basada en la fe.

En este sentido, hoy tenemos más del 40% de los alumnos con becas. Es un impacto social enorme en una ciudad, Río de Janeiro, que es una ciudad maravillosa, con una belleza natural extraordinaria, pero con niveles de pobreza y desigualdad muy altos.

La PUC-Río es como este lugar para acoger, para formar, para promover la educación de aquellos que han sido excluidos de los procesos educativos de excelencia. Y así hacemos mucho trabajo en términos de transformación social.

Así se reconoce a la PUC-Río: humanidades, alta tecnología, pero sobre todo transformación social a través de acoger o dar oportunidades a los jóvenes, especialmente a los jóvenes más pobres o más empobrecidos.

Esta es nuestra historia, y todo ello se basa en la fe.

De hecho, en el centro de la universidad está la iglesia, una hermosa iglesia del Sagrado Corazón, donde vivimos todos los momentos más importantes de nuestra vida universitaria, en el sentido de que nuestra razón de ser está ahí: nuestra fe, la fe cristiana, una fe cristiana que se transforma y se despliega en la Doctrina social de la iglesia.

Y esta es nuestra herencia, nuestra tradición, una tradición democrática también.

En este sentido, también hay que decir que en la historia de Brasil, la PUC-Río tiene un lugar muy fuerte, muy importante, en los tiempos de la redemocratización, de los 70’s y 80’s, en una época en que vivíamos una dictadura militar, y la PUC-Río fue la única universidad que acogía a los estudiantes en sus manifestaciones por la libertad.

De modo que, también tenemos este punto muy fuerte en la historia del país, que es un lugar de libertad, la defensa de la libertad de cátedra, la libertad de expresión, la democracia, la justicia social, sobre todo, y un espacio para pensar en soluciones para el país, soluciones democráticas, soluciones tecnológicas, por supuesto, para el desarrollo del país.

Pontificia Universidad Católica de Río
Pontificia Universidad Católica de Río

Por último, es un orgullo para nosotros que en los años noventa, la PUC-Río pasó a la historia del Brasil porque a partir de nuestra universidad se preparó la nueva moneda, el plan económico del país que lo salvó de una inflación a niveles increíbles e insoportables.

Entonces, desde la PUC-Río nació un plan económico y la nueva moneda, el Real, la moneda brasileña. Y esta es una obra de la Iglesia. Qué lindo y qué orgullo también pensar qué responsabilidad pensar desde las estructuras de servicio, porque la Universidad es católica. Ese es otro punto. Pero no es sólo para los católicos, es un servicio de la Iglesia Católica a la sociedad.

Ahí tenemos un ejemplo de servicio de la Iglesia Católica a la sociedad, creando y desarrollando un plan económico para el país y, desde el plan económico, creando una moneda que salvó al país de la inflación, que estaba en niveles altísimos e imposibles, que causaba mucho sufrimiento a la gente.

Creo que esto muestra la fuerza de las universidades católicas, desde donde se puede salvaguardar la libertad, promover la democracia, desarrollar el país a través de tecnologías e investigaciones de alta complejidad y, finalmente, proponer salidas y soluciones económicas, financieras y también éticas para el país, desde la fe que nos mueve.

Padre Anderson, en sus tres años como rector de la Universidad Católica de Río de Janeiro, ¿Cuáles son los principales resultados de su gestión de cara al futuro?

La pandemia ha golpeado muy duro a las universidades en Brasil, y creo que en el mundo, porque la situación económica se ha vuelto más difícil, la gran mayoría de las universidades privadas ha perdido alrededor del 30% de sus estudiantes, las universidades privadas. Lo mismo ocurrió con la PUC de Río.

Así que me encontré con una situación muy retadora, desde un punto de vista económico, desde un punto de vista organizativo, desde un punto de vista de gobernanza y financiero, desde un punto de vista económico, desde una estructura de gobernanza, desde una estructura universitaria que había que reformar y también material, espacios. Todas las dimensiones necesitaban como choque de gestión. Y esto es fundamental.

La universidad es como el cuerpo humano. Hay momentos en los que hay que repensarlo, hay que cuidarlo más y salvarlo. Así que eso es lo que hemos tenido que hacer. No podía imaginarlo, pero era necesario.

Gracias a Dios conté con un equipo extraordinario. Y sobre todo, esto es lo importante, no sólo un equipo de la PUC-Rio, sino de fuera.

Conocí a mucha gente, la sociedad civil se organizó, muchos exalumnos de la PUC-Rio. Muchos de ellos se unieron a nosotros y encontraron una oportunidad para devolver generosamente a la universidad. Me he apoyado en grupos de exalumnos de empresarios, de intelectuales, diplomáticos, trabajadores corrientes, gente que tiene una vida laboral muy sencilla, pero en todos, en todas partes, he encontrado mucha ayuda y apoyo. Y así formamos un nuevo Consejo de Desarrollo Universitario, y este consejo me está ayudando a hacer cosas increíbles, porque hemos estado ordenando las cuentas, replanteando los procesos internos para ser más ágiles. Pero de acuerdo con las nuevas reglas que nos pide el mundo, porque la universidad está en el mundo y tiene que respetar las reglas del gobierno, del Ministerio de Educación, pero también las nuevas formas de gestión.

Así que hemos estado trabajando mucho en la gestión y la palabra clave ha sido la sostenibilidad de la institución.

Gracias a Dios, hemos solucionado muchas cosas y estamos creciendo. Y todo esto, todo el bien que estamos haciendo, se devuelve a la comunidad, porque ahora tenemos más antiguos alumnos, más graduados, más del 40%, y estamos sirviendo a la comunidad de forma más justa.

Anderson Antonio Pedro, rector PUC-Rio
Anderson Antonio Pedro, rector PUC-Rio

Así que ha sido un reto enorme, enorme, pero gracias a Dios y con la ayuda de la sociedad civil organizada y de la gente conseguimos hacer lo que teníamos que hacer.

Este fue el comienzo, se podría decir. Pero ahora empezamos una segunda fase, que es la gobernanza. Si la primera palabra fue sostenibilidad, ahora es gobernanza. Es decir, pensar en cómo liderar la universidad con procesos cada vez más transparentes, procesos que sean más claros y que ayuden a aportar beneficios reales a las personas.

Hoy, por ejemplo, no se puede hablar de una universidad sin cumplimiento, sin estos procesos, es una realidad, tenemos que cumplir y ser ejemplares. En este sentido, todo lo que he hecho, quizás debería haberlo dicho antes, ha sido inspirado por el Papa Francisco.

El Papa Francisco nos ha enseñado la transparencia, la transparencia de los procesos, la transparencia en nuestras relaciones, la transparencia financiera, y todo lo demás, es decir, yo creo que en la transparencia hay un principio ético, hay también un principio de gobierno, de una forma de ser, y sobre todo, hay un principio evangélico.

Y nos inspiró mucho el Papa Francisco, lo que estaba haciendo con la Iglesia, el proceso sinodal, el diálogo con la gente, pero también decisiones fuertes que a veces son necesarias para el bien del cuerpo, que es la Universidad.

Así que hemos vivido muchas cosas y hemos tenido mucha suerte, más que eso, la bendición de Dios.

Y contando mucho con los de fuera, no sólo con los de dentro de la Iglesia, que a veces tienen una visión muy egocéntrica de nosotros, como decía el Papa Francisco.

papa Francisco y padre Anderson Pedroso

Tenemos que aprender a trabajar con los de fuera. También nos evangelizan, indirectamente, personas que no están tanto en la iglesia, pero que tienen vidas muy sanas, relaciones muy transparentes, personas honestas y con una gran integridad moral. Esa es la semilla del Evangelio, ¿no?

Así que creo que hay que aprender mucho de eso. Yo he aprendido mucho de eso. La salvación también está en otros lugares.

Y podemos obtener la salvación de lugares que nunca imaginamos.

Es un poco como los encuentros de Jesús con la samaritana, y con otras personas. Jesús es el Salvador y nos hace ver que en las relaciones con personas que nunca imaginamos, está a menudo el principio de la salvación para nosotros.

El Papa Francisco nos ha hecho misioneros. El modelo es una universidad en salida, una universidad en contacto con el mundo, pero no sólo para enseñar al mundo, sino también para aprender de él.

El mundo tiene cosas bellas, ese es un principio teológico. El mundo es creación de Dios y tiene cosas bellas, y tenemos que aprender, y creo que la Iglesia puede aprender mucho. Tenemos que aprender de la gente, por supuesto, del mundo en el sentido, no en el sentido joánico, en el sentido de oposición al Reino de Dios, sino del mundo en el sentido de creación de Dios.

Y ahí hay mucha verdad, hay mucha luz, hay mucha gracia. La Teología de la Gracia nos enseña esto: La presencia de Dios está en el mundo.

Así que fue un poco de esta experiencia empresarial, pero al mismo tiempo espiritual, lo que nos movió. No es un negocio. Fue una experiencia espiritual, con un trasfondo espiritual, que nos movió a hacer cosas muy prácticas y muy concretas.

Con aspectos financieros, con aspectos éticos, con aspectos de cambio de procesos y, sobre todo, con esta convicción de que estamos cumpliendo nuestra misión.

p Anderson Pedroso con el cardenal Prevost

Para usted, ¿Cuál es la misión de la universidad católica en la actualidad?

La identidad de la Universidad Católica está en el servicio a la sociedad, y este servicio es evangelizador.

Tenemos que salir a evangelizar; pero, la misión tiene que movernos a salir de nosotros mismos, Iglesia en salida y universidad en salida. Les puedo garantizar que en el mundo hay mucha gente buena y hay mucha gente que ama a la Iglesia y que sólo espera poder ayudar a la Iglesia.

No tenemos que temer al mundo, tenemos que hablar con el mundo, amar al mundo, y a partir de ahí encontraremos, creo, mucha fuerza, como yo encontré mucha fuerza para iniciar las reformas universitarias.

P Anderson Pedroso Vaticano mapamundi diciembre 2023

¿Cómo ha logrado impactar con su gestión el presente y el futuro de la PUC-Río?

Debo decir que esto ha sido un trabajo en equipo, que he creado; es decir, soy jesuita, no estoy solo. Tenemos un equipo de jesuitas y pensamos muchas cosas juntos. Por supuesto, uno tiene que liderar, que es mi caso, pero siempre con la ayuda de la compañía de Jesús, vivimos en comunidad y llevamos a cabo la misión juntos.

Y tenemos una tradición en Brasil de hacer planificación apostólica.

¿Qué significa eso? Significa que miramos a partir de la realidad, lo que la realidad nos pide y nos impulsa a hacer, ¿no? Es decir, una visión, un poco como en el mundo corporativo.

Así que lo primero que hice fue escuchar. Escuchar, escuchar profundamente a la comunidad. Pero no sólo escuchar lo que la gente quiere, sino lo que dice la realidad. A menudo la gente dice algo, pero la realidad dice otra cosa. Por ejemplo, la realidad financiera y económica, la realidad de la gente que necesita ir a la universidad, y los jóvenes pobres. Todo esto es como escuchar la realidad. Así que escuchar la realidad y la persona, a ambas.

Y desde ahí elaboré un plan para hacer avanzar la universidad. Un aspecto importante del plan fue que tenemos que hacer las cosas con impacto. La Iglesia católica no es sólo una religión junto a otras. La Iglesia católica y el cristianismo fundaron una cultura, la cultura occidental. Con arte, con música, con arquitectura, con formas de ser, con una visión del mundo, una cosmovisión. Así que tenemos un patrimonio allí y nuestra fe es este lugar de impacto en el mundo.

No puedo entender la fe cristiana sin algo que impacte en la persona, en el corazón, pero en el mundo, que transforme el mundo.

Entonces, creamos dos caminos. Me di cuenta de que necesitábamos un impacto local. Así que, alrededor de la universidad, hay dos o tres favelas. Y en una de ellas viven 200.000 personas.

Así que pensamos: ¿cómo podemos tener un impacto? Una universidad no puede ser más una burbuja que está bien, la primera del país, la primera en los rankings, pero la gente muriéndose; tenemos dificultades y muchos retos.

Anderson Pedroso misa de navidad 24 dic 2023 Vaticano

Empezamos a pensar que la universidad tenía que tener un impacto local, en sus vecinos, en la gente de su entorno. De este modo, estamos trabajando en muchos proyectos en el barrio, con los barrios marginales, y haciendo que la investigación, que es de punta, llegue también a las cosas más sencillas e importantes de la vida. Por ejemplo, la salud, el agua potable, los talleres de lectura, las bibliotecas, todo esto se está generando desde la universidad hacia su entorno. Por eso queremos crear un ecosistema humano con mucha vida, para que todos tengamos vida. Vida para todos, como dijo Jesús.

Y el segundo impacto es el impacto global. Y ahí es donde estamos pensando en un proyecto llamado Amazonizar. Tenemos que pensar en el desafío climático, y esto, una vez más, está inspirado en el Papa Francisco, que nos habló de todo esto en la exhortación apostólica Querida Amazonía y en la encíclica Laudato Si.

Así que también creamos un programa, como este impacto local en el entorno, un impacto global, para llegar a la Amazonia. Se llama Amazonizar porque primero tenemos que Amazonizarnos, entender la lógica de la selva, ser capaces de aprender, de pensar de otra manera, con otros valores, más humanos, y no sólo humanos, sino de toda la creación.

Y segundo, después de eso, una vez amazonizados, podemos ayudar a la región con el protagonismo de la gente, llevando tecnología, mejorando los servicios y todo lo que podamos hacer.

Ellos tienen sus tecnologías, tenemos que aprender de ellos, la tecnología de la naturaleza. Pero podemos traer la tecnología de la ciencia y tratar de ayudar con sus problemas y sus principales cuestiones. Y, sobre todo, preservar la naturaleza y cuidar nuestra casa común, que es nuestra misión común.

Así que tenemos un proyecto de impacto local y otro de impacto global.

Anderson Pedroso

Así es también nuestra visión de la fe, que tiene que tener un impacto, que tiene que transformar la realidad, como hizo Jesús, desde el corazón, pero no sólo en el corazón, en la vida de las personas, en las estructuras de la sociedad también. Esta es nuestra visión del cristianismo en este lugar de formación, cultura y visión del ser humano y de la creación.

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