Secuestrado por la Iglesia

Jesucristo ha sido secuestrado por la Iglesia. Es un "prisionero de la interpretación eclesiástica y de la casuística dogmática"(L.Boff).

La Iglesia nos da dogmas, leyes, culto, pero no se revela como sacramento de Cristo, no nos da actitudes cristianas. Sí hace tiempo que la Iglesia secuestró a Cristo. El Papa
Francisco está siendo un gran esfuerzo por liberarle....

Podemos alzar la voz para decirlo, hasta alcanzar la altura de sus grandiosas catadrales y palacios episcopales, con sus museos y....ni siquiera para remediar el desamparo e indigencia del humilde Jesucristo vivo en los pobres que acampan en su vera. "La Iglesia viste de oro las piedras y deja a sus hijos desnudos", decía San Bernardo al obispo de París que construía Notre-Dame.

Ante la violación alarmante de derechos fundamentales del hombre la Iglesia guarda silencio, para conservar intocables los suyos, en lugar de ser la voz de los que no la tienen en la sociedad. Los derechos de la Iglesia debieran ser la de los pobres, que no tienen ninguno, porque con ellos se identificó Cristo. Dice el teólogo Bonhoeffer a este propósito:

"Por amor al hombre real la Iglesia debe quedarse con frecuencia sin techo y renunciar a todo privilegio...sólo así se hace libre y pierde el respeto a todos los santuarios y poderosos del mundo. Pero la Iglesia, al perder su lugar apropiado, sólo se deja ver en lugares privilegiados del mundo...Ahora se odia a la Iglesia a causa de los lugares que prefiere. Estos están en la burguesía y el conservadurismo inauténtico, que se aferra a lo antiguo...su culto sólo conoce las necesidades de la pequeña burguesía.

La Iglesia así no es sacramento legible de Cristo, no nos revela su rostro...
Cristo se encarnó, vivió y estuvo siempre con el pueblo y con el mundo del trabajo. Su custodia y educación fue encomendada por Dios a una familia obrera, la Iglesia en cambio monta sus grandiosos colegios para educar "cristianamente" a los hijos de los pudientes...Por un colegio que los religiosos enseñantes tengan en la periferia de las ciudades, tienen tres o cuatro en el centro...

La actidud de la Iglesia ante el mundo obrero ha sido y es una actitud religioso paternalista, pero no una actitud cristiana de encarnación.(Quizá hubiera sido mejor que la Iglesia hubiera hecho menos caridades" a lo largo de su historia y hubiera provocado la realización de la justicia en el mundo.)

Es más, la Iglesia ha visto y ve en el mundo de trabajo como un peligro para sí misma, por su constante amenaza de secularización, lo que prueba una vez más que ha vivido y vive amparada más en la "religión" que en una actitud cristiana auténtica de encarnación. La fuerte oposición a los cura obreros, cuando aparecieron hace unos años en Francia y la resistencia que siguen teniendo algunos obispos, a pesar la presión que estos ofrecen desde una llamada evangélica, porque no cabe duda que es más evangelico vivir como un cura obrero que como un obispo.