La zapatilla del Papa

Una viñeta del hermano Cortés en la que aparece un Papa poniendo el pie sobre la cabeza de una mujer me recuerda que entre la colección de reliquias del santuario de Montserrat tenemos una zapatilla del beato Pío IX. Este Papa (que fue beatificado junto con Juan XXIII, cuando fueron muy distintos) en el Concilio Vaticano I, el 1870, presionó a los obispos para que se definiera la infalibilidad pontificia.

El patriarca de los melquitas había hablado contra tal definición, pero una vez aprobada la acató. Al término del concilio, todos los padres conciliares prestaron obediencia al Papa besándole, arrodillados, el pie derecho, pero cuando aquel patriarca iba a hacerlo, Pío IX retiró su sagrado pie y lo puso sobre la cabeza del patriarca, diciendo: Questa testa dura…! (“¡Esta cabeza dura.….!”).

En la inauguración del Vaticano II, en 1962, el patriarca melquita Máximos IV, que a pesar de ser octogenario sería uno de los más destacados de los renovadores, recordando la humillación de su predecesor, se excusó de tomar parte en la ceremonia inaugural alegando su edad para una ceremonia que duraría bastantes horas, pero en realidad porque estaba prevista la ceremonia de obediencia al Papa, que, al menos algunos de los participantes, le prestarían besándole el pie.

Me preguntaba si la pantufla papal que piadosamente conservamos en Montserrat sería la misma que pisoteó la cabeza de aquel patriarca. No: es del pie izquierdo.
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