¡Qué belleza rezábamos esta mañana de lunes de la III semana de Pascua en los laudes!
"Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:
Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones"
Pensaba... Es cierto, en esta vida estamos de paso, somos peregrinos, nuestra vocación no es quedarnos aquí, nadie se quedará eternamente en esta realidad que ahora vivimos... Solo peregrinamos, estamos en camino.
Y ciertamente podemos vivir esta vida que tenemos en nuestras manos pensando que hemos de atarnos a las cosas de aquí abajo, y atesorando cosas que solo son, en realidad, medios.... Podemos vivir empeñados en "echar raíces" en esta vida terrena como si fuéramos a quedarnos eternamente en este campo de batalla... Pero, nos engañamos.
Nuestra vocación es a ser peregrinos, a sabernos en camino, a seguir creciendo en sabiduría y consciencia. Y estas palabras hermosas del salmo 83 nos lo susurran... La felicidad que siente quien descubre que solo en Dios podemos encontrar la fuerza para prepararnos en esta peregrinación que es la vida.
Vive, no pensando en las cosas de aquí abajo que son pasajeras y nunca saciarán nuestra sed de plenitud....
Vive consciente que tu hogar está junto al Autor de la Vida y pasa por esta tierra sin atesorar ni poseer, soltando amarras y no atándote... Con la mirada en lo alto....