Hermanos sacerdotes: nuestra vida es SERVIR



Hoy, Jueves Santo, todos los sacerdotes de la diócesis hemos celebrado la misa crismal junto a nuestro obispo. Hemos renovado nuestras promesas que hicimos un día ante nuestro obispo y ante el pueblo santo.

Hemos dicho SÍ QUIERO cuando nos han preguntado si queremos unirnos más fuertemente a Cristo y configurarnos con Él, renunciando a nosotros mismos y reafirmando la promesa de cumplir los sagrados deberes que, por amor a Cristo, aceptamos gozosos el día de nuestra ordenación para el servicio de la Iglesia.

Hemos dicho SÍ QUIERO cuando nos han preguntado si deseamos permanecer como fieles dispensadores de los misterios de Dios en la celebración eucarística y en las demás acciones litúrgicas, y desempeñar fielmente el ministerio de la predicación como seguidores de Cristo, cabeza y pastor, sin pretender los bienes temporales, sino movidos únicamente por el celo de las almas....

SÍ, SEÑOR, QUIERO y TE PIDO QUE ME DES LA GRACIA DE PERMANECER FIEL EL RESTO DE MI VIDA

No olvidemos hermanos sacerdotes, que la esencia de nuestro sacerdocio se resume en esta imagen: somos llamados a ser servidores de nuestro pueblo y a dar día a día la vida cuidándoles y haciendo camino junto a ellos.

Familia, sed cercanos a vuestros sacerdotes, que sientan vuestro apoyo y cariño, enseñadnos a ser buenos sacerdotes, empujadnos a la santidad a la que estamos llamados todos los discípulos de Jesús!

¡FELIZ JUEVES SANTO!
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