“Matasteis al autor de la vida pero Dios lo ha resucitado de entre los muertos”… con estas palabras responde Pedro a la sorpresa de sus paisanos tras el milagro que escuchábamos en la misa de ayer cuando el Señor hizo andar a un lisiado de nacimiento.
Seguimos en esta octava de pascua leyendo los testimonios de los discípulos que sin miedo ninguno hablan de la resurrección de Jesús. Estamos en el tiempo de la Iglesia. Tiempo donde se necesitan testigos, hombres y mujeres que hablen sin miedo y con valentía y autenticidad del Dios de la vida.
Hemos de despertar del letargo en el que la Iglesia parece haberse metido desde hace unos años en Europa. Tiempo de hablar sin complejos, dar testimonio de nuestra propia experiencia: Cristo nos hace vivir en plenitud. Hemos de dar un primer paso, depende de nosotros… cambiar de vida, convertirnos al evangelio, dejarnos llenar de la Vida que brota de las palabras de Jesús… y, como dice Pedro: así el Señor “nos traerá la bendición”.
¡Levántate, despierta, agárrate fuerte al Señor que el cambiará tu tristeza en alegría, tu llanto en gozo, tu debilidad en fortaleza!
En audio: https://soundcloud.com/juan-molina-873335843/reflexi-n-desde-las-lecturas