Siempre hijo de la Iglesia

Hay una escena en la película "hermano sol, hermana luna" de 1974, obra del gran director Franco Zeffirell, que siempre me ha conmovido en lo más profundo. Os la adjunto en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=PjQuX0B-eMo

En dicha escena, Francisco con algunos de sus hermanos se acerca a Roma con el deseo de pedir consejo y recibir la bendición de manos del papa Inocencio III.

En la escena se recoge de modo admirable el contraste entre la pobreza evangélica de Francisco y los suyos y la opulencia en la que vive aprisionado el papa como un mirlo en una jaula de oro. Pero la actitud de Francisco es admirable por su auténtica sencillez de corazón.... no juzga, no desprecia, no condena al papa ni sus cardenales.... se humilla, se arrodilla ante el papa. Reconoce la autoridad del santo padre, sucesor de Pedro. Hasta el propio Inocencio III conmovido acaba besándole los pies a Francisco que ha traído el aire fresco del evangelio de nuevo a la Iglesia...

En la escena hay muchos detalles.... como un zoom de una cámara que se acerca y se aleja del objetivo.... llegan los pobres de Asís sin nada, ni siquiera vestidos para la ocasión, van revestidos con la pobreza evangélica del que sabe que su riqueza es Cristo y solo Cristo. Al llegar el zoom largo.... distante.... el Papa en las alturas y lejanía.... entre medio todo un entramado de autoridades eclesiásticas cubiertos en ostentosas vestiduras.... el zoom lleva la escena de la lejanía a su vértice opuesto.... el papa baja las escaleras, "Baja" y se acerca al poverello de Asís.... en el culmen de la escena la cercanía total del papa con aquellos hermanitos sencillos y andrajosos... el papa toca, acaricia la pobreza de la túnica de Francesco.... en todo momento la humildad de aquellos hombres arrodillados ante la autoridad del sucesor de Pedro. Extraordinario Zefirelli recogiendo ese detalle eclesiológico fundamental para un católico... somos hijos de la Iglesia y reconocemos la sucesión apostólica, la autoridad dada por el mismo Jesucristo a sus discípulos.

Finalmente, tras recibir la aprobación y el entusiasmo del papa Inocencio III.... de nuevo el zoom lleva ala lejanía al papa.... primero con los cardenales que se interponen entre el papa y los pobres de Asís.... y la escena se ve como se aleja de nuevo el papa sumido en su jaula construida por los hombres.... Francisco estira la mano....ha podido acariciar la intimidad del papa que le acariciaba su túnica.... ahora de nuevo lejanía....

En la escena, Zefirelli no evita mostrar una triste realidad que ocurría en la edad media y, por desgracia, aún coletea en nuestra Iglesia.... muchas autoridades eclesiásticas eran puestas ahí por sus familias poderosas y enriquecidas... su afán era mundano, su corazón aspiraba a otras cosas... conspiraciones, estrategias, intereses mundanos...

¡Cuánto hemos de aprender aún!
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