Al comunicado de Monseñor Cases, obispo de Canarias, no le ha faltado ya reacciones que puntualizan, corrigen y desaprueban un ejemplo que mencionó.
Es tremendo el cuidado que hay que tener con las palabras..... sobre todo cuando te fiscalizan con ojo crítico.... yo creo que todo el mundo entendió lo que Mon. Cases quería expresar... que no era para nada despreciar el dolor por el trágico accidente aéreo sino el sumar a aquel dolor éste más reciente: el de la blasfemia pública, aplaudida y premiada. En cualquier caso, está visto que hemos de vigilar lo que decimos y cómo.... porque a nuestros pastores se les medirá al hilillo cualquier expresión o palabra... eso sí, cuando es a la inversa "somos unos exagerados sacando de contexto una palabra o una frase..." es lo que hay.... viento en contra y eso es bueno familia.... la Iglesia se purifica en la persecución no en tiempos de bonanza.