Teresa de Avila Estaba en a calle y ahora se ha graduado

Es mejor dar la caña que el pez

Una de las alegrías más grandes de los que nos dedicamos a dar la mano a aquellos hermanos nuestros que, por distintas circunstancias están al margen, es conseguir su autonomía y que dejen de necesitarnos. El modelo lo tenemos en Jesús que tenía una costmbre interesante en sus curaciones: "levántate, coge tu camilla y anda". 

Mohamed 1, que así lo llamábamos para distinguirlo de los siguientes Mohas que fueron llegando a los "pisos de Oportunidades" del Hospital de Campanya de Santa Anna, hace cuatro años estaba en la calle con una mano delante y otra detrás, como muchos de los ex-MENAS, cuando cumplen los dieciocho años. Desde el principio dio muestras de ser un buen trabajador, deseoso de cumplir con las normas, de aprender y de aprovecharse de la oportunidad que se le ofrecía. Su deseo, -manifestado enseguida- era trabajar y estudiar. En su tierra, Marruecos había estudiado ya algo, pero la necesidad de ayudar a la familia para mejorar su situación, le obligó a emigrar. Y ya sabemos cómo se les multiplican las dificultades a estos chicos si no se les echa una mano a tiempo.

Los dos años escasos que estuvo en el piso desempeñó sus obligaciones y trabajos muy bien y era eficaz en todo lo que se proponía. Y aún sacaba tiempo para empezar sus estudios. Al acabar ese período en nuestros pisos, salió con trabajó y supo combinar bien sus horas libres con la asitencia nocturna a la Facultad privada de los Jesuitas de Sarriá. El viernes pasado, 15 de julio, recibía su mereceida recompaensa: el Tiítulo de Graduado en  Integración Social. Le acompañaron, orgullosos de su trayectria, Mossén Peio Sánchez

moha 1

, Rector de Santa Anna i su Educadora, Hanna 

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