Teresa de Ávila, una contemplativa con el corazón abierto al mundo La mística de la calle y la del claustro

Teresa de Ávila
Teresa de Ávila

Teresa, una mujer del siglo XVI, tiene mucho que decirnos a las mujeres del siglo XXI

"Esta gran mujer, que tuvo que vérselas con la Inquisición, que recibió apodos como 'inquieta y andariega', era una contemplativa con un corazón abierto al mundo y a sus problemas"

"Siempre he admirado a las contemplativas que, sin salir de su convento, mantienen su corazón en alerta hacia el mundo entero"

No quisiera que se acabase el mes de octubre -en el centro de sus días, el 15, se celebró Santa Teresa de Jesús- sin decir algo de lo que puede ser un mensaje para el hombre y la mujer de hoy día. No olvidéis que soy teresiana.

Teresa de Jesús: una mujer que revolucionó el "feminismo" en su tiempo diciendo cosas como ésta: "No aborrecistéis, Señor, cuando andábais por el mundo a las mujeres, antes las favorecisteis siempre con mucha piedad y hallástéis en ellas tanto amor y más fe que en los hombres... ¿No basta, Señor, que nos tiene el mundo acorraladas... que no osemos hablar en público algunas verdades que lloramos  en secreto...? No lo creo yo, de vuestra bondad y justicia, que sois justo juez, y no como los jueces de este mundo que -como son hijos de Adán y, en fin, todos varones- no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa..." (Camino de Perfección, capítulo 3).

Santa Teresa: mujer, andariega, inquieta, doctora de la Iglesia...
Santa Teresa: mujer, andariega, inquieta, doctora de la Iglesia...

Pues bien, esta gran mujer que se atreve a decir cosas así en su tiempo, que tuvo que vérselas con la Inquisición, que recibió apodos como "inquieta y andariega", era una contemplativa con un corazón abierto al mundo y a sus problemas. Por eso, yo, como monja de la calle, immersa en un mundo lleno de contradicciones, me alimento de ella y de los grandes místicos para poder vivir esa "mística de la calle" desde la misma raíz de cualquier entrega a Dios y a los hermanos.

Entrega al otro

No digo que no pueda darse la acción de entrega al otro sin Dios en la propia vida. Conozco gente maravillosa que vive el humanismo en su entrega, y se siente alejado de Dios o ignorándolo en su vida. De lo que estoy segura es de que no puede darse el vivir una relación de intimidad con Dios sin entrega al hermano.

Y, perdonad si me he puesto un tanto radical. Soy hija de Teresa que, con lenguaje del siglo XVI y en vista de las noticias que le llegaban de la política de su momento -las guerras de Religión en Francia-, o la parte oscura de la conquista de Ámérica por los "descubridores", decía: "Mil vidas daría yo por salvar una de las muchas almas que se pierden"

Teresa de Jesús: mujer libre e iluminada
Teresa de Jesús: mujer libre e iluminada

Desde la acción -la que pude en otro tiempo y la que me permite ahora mi edad- siempre he admirado a las contemplativas que, sin salir de su convento, mantienen su corazón en alerta hacia el mundo entero, con su vida, su oración y su estudio. Y cuando abren sus puertas a los que bregamos fuera, nos dejan saborear esa paz luminosa que después podemos convertir en caricia universal. 

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