Andrea Tornielli denuncia “la polarización” eclesial entre conservadores y progresistas e invita a salir de ella Carlos María Galli: “Todo obispo debería ir una vez al mes a confesar y a tocar el dolor y el pecado en un santuario popular”

“Francisco comparte la fe y la sabiduría del Pueblo de Dios tal como es vivida en América Latina”

Como sostiene Galli, “el Papa vincula la piedad popular y la opción por los pobres y habla de la fuerza evangelizadora de la piedad popular”

“En Occidente estamos muy abiertos a descubrir semillas del Verbo en religiones no cristianas, pero somos hipercríticos con los frutos del Evangelio sembrados en la memoria de nuestros pueblos evangelizados”

“La evangelización no es el fruto de una estrategia mediática, comunicativa o de marketing” y, por eso, “muchas personas miran con simpatía al Papa, porque es un testigo creíble”

“La herida de los abusos es muy grande y hay que sentirla también como nuestra, en nuestra propia carne y, al mismo tiempo, no convertirnos en jueces. Hay que ser más humildes”

El teólogo argentino, Carlos María Galli, es de los que puede presumir, con razón, de ser amigo del Papa Francisco, desde su época de arzobispo de Buenos Aires. Y Galli corresponde a esa amistad, apoyando las aportaciones del Papa a la teología y a la pastoral.

Algo parecido puede decir Andrea Tornielli, que dejó un brillante futuro como periodista en el diario italiano La Stampa, para sumarse al carro de Francisco, como director editorial de la Secretaría para la comunicación de la Santa Sede. Los dos participaron sucesivamente, en la sesión de la tarde del Congreso sobre Francisco, que se está celebrando en la Facultad de Teología de Barcelona.

Rompió el fuego el teólogo que, desde el saludo, dejó clara su sintonía papal: “Me siento en esta facultad como en la mía, como en casa, por la afinidad de cultivar una teología en la estela del Papa Francisco”.

Y abordó el tema de 'La piedad popular: sensus fidei y locus theologicus'. Y para hacerlo comenzó con esta reflexión: “En el medio siglo que va desde 1968 a 2018, América Latina ha completado su modesto ingreso en la historia mundial de la Iglesia. El 22 de agosto de 1968 San Pablo VI llegó a Colombia. El 14 de octubre de 2018, Francisco canonizó a Pablo VI. El primer Papa latinoamericano canonizó al primer Papa que fue a América Latina”.

Hoy, a juicio de Galli, “Francisco está dando a la Iglesia una espiritualidad, una pastoral y una teología de la ternura de Dios Padre, manifestada en cl corazón de Cristo y en el rostro de María por el don del Espíritu Santo”

Y éste es, según el teólogo argentino, el “contexto donde se sitúa su valoración teologal de la fe de los fieles y de la piedad o espiritualidad católica popular”.

Sistach conversa con Vives
Sistach conversa con Vives

Un eslabón de una larga cadena

Por eso, cuando Galli, hace años, le dijo al Papa que estaba escribiendo un libro sobre su pensamiento, Francisco le contestó: “Sólo soy un eslabón de una larga cadena, una cuenta de un largo rosario”.

El libro no lo escribió todavía, pero lo que tiene claro el teólogo es que “Francisco comparte la fe y la sabiduría del Pueblo de Dios tal como es vivida en América Latina y su pontificado arraiga en la Iglesia latinoamericana”, en el proyecto de 'Aparecida' y en la 'Evangelii Nuntiandi' de Pablo VI.

Esta comprensión de la fe se mostró ya, según Galli, en su primer ángelus, “cuando habló de la misericordia de Dios, citando al gran teólogo alemán Walter Kasper (aquí presente) y a una anciana argentina desconocida, que le habló desde la sabiduría del Espíritu y el sentido de la fe vivido en su piedad popular”

Y es que “Francisco considera la piedad popular como un registro de la inculturación de la fe católica en una modalidad cultural particular”, porque la piedad popular “no es solo una fuerza evangelizadora, sino también un lugar teológico para saborear y pensar la fe”.

Piedad popular y opción por los pobres

Porque, según Galli, “la piedad popular es la expresión inculturada de la fe católica”. Por eso, “hay una correlación dinámica entre fe y religión. La fe viene de la revelación, pero asume el dinamismo religioso de los hombres y de los pueblos. La fe asume el corazón religioso del hombre, lo purifica y lo transforma. Fe y religión no se deben confundir en una mezcla, pero tampoco se deben separar”

De ahí que, como sostiene Galli, “el Papa vincule la piedad popular y la opción por los pobres y hable de la fuerza evangelizadora de la piedad popular”.

Éxito del congreso de Barcelona
Éxito del congreso de Barcelona

Y el teólogo criticó que “en Occidente estamos muy abiertos a descubrir semillas del Verbo en religiones no cristianas, pero somos hipercríticos con los frutos del Evangelio sembrados en la memoria de nuestros pueblos evangelizados. El Papa, en cambio, insiste en la fe teologal, con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar”

Por otro lado, “la piedad popular es donde los fieles han podido desarrollar más su fe, evitando las presiones del clericalismo”. Por eso, “el pueblo fiel nos enseña a mirar y amar a la Virgen María”.

La teología, al cardiólogo

En el coloquio posterior, Peio Sánchez, párroco de Santa Ana, la iglesia hospital de campaña de Barcelona, planteó la siguiente cuestión: “La piedad popular se dirige directamente al corazón afectivo y al bíblico. Es en la realidad de los pobres donde el corazón está más desnudo. Tenemos que hablar de encorazonamiento más que de inculturación. ¿La teología tiene que ir al Cardiólogo? ¿La liturgia tiene que ir también al Cardiólogo?

Y Galli le dio la razón y lo explicó así:

“Las culturas latinas están muy marcada por los afectos y los vínculos. No siempre la acción y la teología pastoral tuvieron en cuenta la dimensión afectiva, al acompañar fenómenos de la piedad popular. ¿Hemos hecho autocrítica sobre la forma de afrontar la piedad popular? El Papa habla de que hay que formar a las nuevas generaciones con la cabeza, el corazón y las manos: Teología, espiritualidad y pastoral. Es decir, formar en al amor a la piedad popular”.

Por eso, el teólogo argentino lanzó una serie de propuestas concretas: “Todo sacerdote joven debe ir a una parroquia pobre y a confesar a un santuario popular. Y todo obispo debería ir una vez al mes a confesar a un santuario popular. A tocar el dolor y el pecado en un santuario popular. Eso hacía Bergoglio, que iba a tres santuarios por mes”.

Galli y Tornielli
Galli y Tornielli

Tornielli: una Iglesia que comunica

Intervino, a continuación Andrea Tornielli, Director editorial de la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede. Casado y con tres hijos, disertó sobre 'Gesto, símbolo, palabra. Una Iglesia que comunica el Evangelio'.

Comenzó diciendo el periodista que “la comunicación está inseparablemente ligada al hecho cristiano”, pero criticó que “la Iglesia apenas se interroga sobre su forma de comunicar y sobre la eficacia de su comunicación”.

Es decir, “la Iglesia ha pensado mucho sobre comunicación, pero, a veces, le cuesta mucho aprender a comunicar. Hay mucha comunicación autorreferencial y sólo comprensible para los católico que están dentro”

“El Papa, en cambio, sabe comunicar de manera sencilla y se hace entender por todos e interesa incluso a los que están lejos y a los de fuera”

Según Tornielli, “evangelizar significa comunicar la belleza de lo que hemos encontrado”. Por eso es necesario “comunicar a través del abrazo, de la escucha, de la cercanía y, si es necesario, a través del mensaje de un Dios que nos ama”

Es decir, “comunicar es hacer resonar el mensaje de amor y de misericordia”, porque “la evangelización no es el fruto de una estrategia mediática, comunicativa o de marketing” y, por eso, “muchas personas miran con simpatía al Papa, porque es un testigo creíble”.

La secularización avanza

A continuación, el editorialista del Vaticanos se preguntó cómo se puede evangelizar en el mundo secularizado en el que vivimos. Porque hasta no hace mucho, “la fe se transmitía a través de la leche materna, se recibía en familia antes que en la parroquia y la educación en la fe era por ósmosis”.

A su juicio, “hoy, ya no es así, porque la secularización avanza y ha desparecido un cierto sustrato común. Hoy incluso las evidencias morales ya no son tan evidentes para todos. Lo vemos claramente con la legislación sobre el aborto y la eutanasia”

Para Tornielli, si queremos volver a evangelizar, tenemos que evitar “caer en la polarización, grave riesgo que hoy vive la Iglesia”. Porque “por un lado, los hay que hacen exámenes doctrinales al Papa, porque ven amenazada su idea, por la invitación de salir y ensuciarse las manos. Y, por el otro, por los que intentan imponer su agenda progresista al Papa, atribuyéndole lo que nunca quiso decir”. Por eso, “hay que salir de esta polarización” y “colocar en el centro la misericordia”.

Obispos en el congreso de Barcelona
Obispos en el congreso de Barcelona

Como hace el Evangelio. Y el periodista puso varios ejemplos. Primero la adúltera, que enseña que “hay preguntas que no se pueden responder, porque son una trampa”. Después Zaqueo, porque “vivimos la época de los Zaqueos: Mirar de lejos, desde arriba, sin comprometerse. Son a los que el Papa define con el verbo balconear: mirar sin ensuciarse las manos, sin involucrarse”. Y la tercera imagen, la de Jesús que abraza un leproso.

El Papa se deja interpelar por la realidad

Según Tornielli, el Papa, como Jesús “se deja interpelar por la realidad. Por eso, va a Lampedusa o a Taclobán (Filipinas)”, aunque “esta lógica pueda escandalizar a los que creen que todo tiene que entrar en sus propios esquemas mentales”

Es decir, “el Papa se deja conmover por la realidad, asume riesgos, sale y encuentra personas, dialoga, asume el riesgo de ser malentendido por los suyos”

En el coloquio posterior, alguien del público aseguró que el Papa utiliza más la misericordia que la justicia y, para probarlo, aludió al caso del obispo argentino Zanchetta. En su respuesta, Tornielli dijo: “El Papa ha puesto normas muy duras contra la pederastia, que es una emergencia a solucionar. A monseñor Zanchetta, cuando el papa lo llamó no se conocían todavía por la Curia las acusaciones de abuso sexual, eran otras cosas: dificultades financieras en la diócesis...".

Y un poco indignado (se nota que llueve sobre mojado para el editorialista del Vaticano), Tornielli reconvino al señor que hizo la pregunta: “"Antes de hablar de justicias, tenemos que ser un poquito humildes y hacer juicios si conocemos el caso, antes de juzgar al Papa. Antes de hacernos jueces del Papa, conocer un poquito más las cosas, y después hablamos.”.

Diálogo con Tornielli
Diálogo con Tornielli

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