Francisco clama por conservar la memoria ante el símbolo del horror de la Shoah en Eslovaquia "Cuántos opresores han declarado: 'Dios está con nosotros', pero eran ellos los que no estaban con Dios"

Francisco, con las comunidades judías de Bratislava
Francisco, con las comunidades judías de Bratislava

"Aquí, el nombre de Dios fue deshonrado, porque la peor blasfemia que se le puede causar es la de usarlo para los propios fines, más que para respetar y amar a los demás"

"Queridos hermanos y hermanas, la historia de ustedes es nuestra historia, sus dolores son nuestros  dolores. Para algunos de ustedes, este Memorial de la Soah es el único lugar donde pueden honrar la memoria de sus seres queridos. También yo me uno a ustedes"

"Tampoco hoy faltan ídolos vanos y falsos que deshonran el nombre  del Altísimo. Son los ídolos del poder y del dinero que se imponen sobre la dignidad del hombre, de la indiferencia que vuelve la mirada hacia otra parte, de las manipulaciones que instrumentalizan la religión, haciendo de ella una cuestión de supremacía o reduciéndola a la irrelevancia"

"El mundo necesita puertas abiertas. Son signos de bendición para la humanidad"

Tras su visita al Centro Belén, el Papa pronunció el que seguramente sea el discurso más 'político' de su visita hasta la fecha, el que derrota definitivamente cualquier duda sobre el compromiso del Papa con el pueblo judío, durante su encuentro con la comunidad judía en la Plaza Rybné námestie de Bratislava. Una plaza muy significativa, pues durante siglos formó parte del barrio judío, pero donde posteriormente "el nombre de Dios fue deshonrado". Muy pocos supervivientes, algunos de ellos presentes en la plaza esta tarde de memoria y reparación.

"En la locura del odio, durante la segunda guerra mundial, más de cien mil judíos eslovacos fueron asesinados. Y después, cuando se quisieron  borrar las huellas de la comunidad, aquí la sinagoga fue demolida", lamentó Bergoglio. "Aquí, el nombre de Dios fue deshonrado, porque la peor blasfemia que se le puede causar es la de usarlo para los propios fines, más que para respetar y amar a los demás".

En este lugar, que durante años albergó, unidos, los templos católico y judío, estuvo marcado por un "agravio trágico e indescriptible, nos avergonzamos de admitirlo". "Cuántos opresores han declarado: 'Dios está con nosotros', pero eran ellos los que no estaban con Dios", proclamó.  

Su historia, nuestra historia

"Queridos hermanos y hermanas, la historia de ustedes es nuestra historia, sus dolores son nuestros  dolores. Para algunos de ustedes, este Memorial de la Soah es el único lugar donde pueden honrar la memoria de sus seres queridos. También yo me uno a ustedes", subrayó Bergoglio, quien recordó que "la memoria no puede y no debe dejar lugar al olvido, porque no habrá un  amanecer en que perdure la fraternidad si antes no se han compartido y disipado las oscuridades de la noche".

"Ya no es tiempo de seguir opacando la imagen de Dios que resplandece en el hombre. Ayudémonos en esto. Porque tampoco hoy faltan ídolos vanos y falsos que deshonran el nombre  del Altísimo. Son los ídolos del poder y del dinero que se imponen sobre la dignidad del hombre, de la indiferencia que vuelve la mirada hacia otra parte, de las manipulaciones que instrumentalizan la religión, haciendo de ella una cuestión de supremacía o reduciéndola a la irrelevancia", clamó Francisco, quien también denunció "el olvido  del pasado, la ignorancia que justifica todo, la rabia y el odio".

"Estamos unidos —lo repito— en la condena de toda violencia, de toda forma de antisemitismo, y en el esfuerzo para que la imagen de Dios en la  persona humana no sea profanada"

"Estamos unidos —lo repito— en la condena de toda violencia, de toda forma de antisemitismo, y en el esfuerzo para que la imagen de Dios en la  persona humana no sea profanada", añadió.  

Comunidades vivas y abiertas

Junto a ello, Bergoglio quiso lanzar un mensaje de esperanza. "En la oscuridad, surge el mensaje de que la destrucción y la muerte no son las que tienen la última  palabra, sino la renovación y la vida. Y si la sinagoga fue demolida en este sitio, la comunidad todavía  está presente. Está viva y abierta al diálogo". "Aquí -prosiguió- nuestras historias se encuentran de nuevo. Aquí juntos  afirmamos ante Dios la voluntad de seguir en un camino de acercamiento y amistad". 

Francisco, en el Memorial de la Shoah

Así, Francisco recordó el encuentro del año 2017, en Roma, con representantes de las comunidades judías y cristianas, y las comisiones para el diálogo emprendidas entre ambas religiones. "Es bueno compartir y comunicar lo que nos une. Y es bueno seguir, en la verdad  y con sinceridad, en el camino fraterno de purificación de la memoria para sanar las heridas pasadas, así  como en el recuerdo del bien recibido y ofrecido".

"El mundo necesita puertas abiertas. Son signos de bendición para la humanidad", concluyó el Papa. "Que aquí, en esta tierra  eslovaca, tierra de encuentro entre este y oeste, norte y sur, la familia de los hijos de Israel siga cultivando  esta vocación, la llamada a ser signo de bendición para todas las familias de la tierra. La bendición del  Altísimo se derrama sobre nosotros cuando ve una familia de hermanos que se respetan, se aman y  colaboran. Que el Omnipotente los bendiga para que, en medio de tanta discordia que contamina nuestro mundo, puedan ser siempre, juntos, testigos de paz. Shalom!". 

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