Francisco pide a la Iglesia que acoja a los sin techo, que “nos piden estar dentro de casa”

“Oremos hoy por todos los sin techo, que en este momento nos piden estar dentro de casa. Porque la sociedad, los hombres y las mujeres, se den cuenta de esta realidad, de los últimos, y que la Iglesia los acoja”. El Papa Francisco dedicó hoy la misa de Santa Marta a las personas sin hogar, esas que no pueden confinarse en su hogar para defenderse del coronavirus simplemente... porque no tienen casa.

Personas que vagan, como Israel en el Antiguo Testamento. Que son tentados por la serpiente, que como apuntó Bergoglio “no es un animal simpático, siempre está asociado al mal”. “La serpiente es el animal que usa el diablo para inducir al pecado. El Apocalipsis llama al diablo la serpiente antigua, porque desde el inicio, muerde, destruye, mata”, explicó el Papa durante su homilía, en la que repasó el momento en que “la ira de Dios” castigó el pueblo de Israel por pecar contra Dios y contra Moisés. Desde entonces, se conoce a la serpiente esculpida en un palo, como “ídolo que da la salud”. Hoy vemos este símbolo en todas las farmacias del mundo.

La serpiente alzada, Jesús elevado en cruz

La serpiente, también como profecía de la muerte de Cristo. La serpiente alzada, Jesús elevado sobre la cruz, para dar la salvación. “El núcleo de la profecía es que Jesús se ha hecho pecado. No ha pecado, sino que llevó nuestros pecados sobre sí”, añadió Bergoglio.

“Cuando miramos el crucifijo pensamos en el Señor que sufre”, que “se hizo pecado, ha tomado sobre sí todos nuestros pecados, se aniquiló”. “Todos nuestros pecados están ahí”.

“Tenemos que acostumbrarnos a ver el crucifijo bajo la luz verdadera, la luz de la redención, concluyó el Papa. “En Jesús hecho pecado vemos la derrota total de Cristo. No finge morir, no finge sufrir solo, abandonado... No es fácil entender esto, si pensamos no llegaremos a una conclusión. Solamente contemplar, orar y agradecer”, finalizó.