Les anima a una "reflexión moral seria" sobre los riesgos de las nuevas tecnologías Francisco, a los políticos: "Necesitamos no sólo ciudadanos responsables, sino también líderes preparados y animados por el bien común"

Audiencia del Papa con legisladores católicos
Audiencia del Papa con legisladores católicos

El Papa Francisco ha encontrado este día a los miembros de la Red Internacional de Legisladores Católicos y les ha comunicado los temas que le preocupan: pornografía infantil, robo de datos, redes sociales: necesidad de una legislación cuidadosa para guiar la evolución y la aplicación de la tecnología para el bien común

“Una legislación cuidadosa puede y debe guiar la evolución y la aplicación de la tecnología para el bien común”

El Papa Francisco dirigió un mensaje a los Legisladores católicos la mañana de este viernes 27 de agosto. Inició su alocución agradeciendo al Cardenal Schönborn y al señor Alting von Geusau por sus palabras.

El mensaje lo ubicó en el contexto de la pandemia del Covid-19 que “hace estragos” y sigue causando muertes, contagios y que “también ha causado mucha ruina económica y social”.

El rol de los parlamentarios. Más importante que nunca

El Papa enfatizó que el papel de los parlamentarios hoy es más importante que nunca:

“Ahora estáis llamados a colaborar, a través de vuestra acción política, en la renovación integral de vuestras comunidades y de la sociedad en su conjunto. No sólo para derrotar al virus, ni para volver al statu quo anterior a la pandemia, sino para abordar las causas profundas que la crisis ha revelado y amplificado: la pobreza, la desigualdad social, el desempleo generalizado y la falta de acceso a la educación”.

Francisco evidenció el contexto en que los legisladores realizan su misión y que no siempre gozan de gran estima, “Sin embargo ¿qué vocación más elevada hay que servir al bien común y priorizar el bienestar de todos antes que el beneficio personal? Este debe ser siempre vuestro objetivo, porque la buena política es indispensable para la fraternidad universal y la paz social (cf. Encíclica Todos los Hermanos, 176)”.

Administrar la tecnología para el bien común

Si bien las tecnologías y los avances científicos modernos han aumentado nuestra calidad de vida, el Papa llama la atención sobre sus efectos sin una justa administración: “abandonadas a su suerte y a las fuerzas del mercado, sin una orientación adecuada por parte de las asambleas legislativas y otras autoridades públicas guiadas por un sentido de responsabilidad social, estas innovaciones pueden amenazar la dignidad del ser humano”.

Francisco subraya que “no se trata de frenar el progreso tecnológico”, por eso invita a los legisladores a que “una legislación cuidadosa puede y debe guiar la evolución y la aplicación de la tecnología para el bien común”.

El Papa, con los legisladores católicos

El Obispo de Roma recordó algunos ejemplos en que la tecnología puede poner en peligro la dignidad humana: “Pienso, por ejemplo, en la lacra de la pornografía infantil, la explotación de datos personales, los ataques a infraestructuras críticas como los hospitales y las falsedades difundidas a través de las redes sociales”.

“Les animo encarecidamente a asumir la tarea de una reflexión moral seria y profunda sobre los riesgos y las oportunidades inherentes al progreso científico y tecnológico, para que la legislación y las normas internacionales que la rigen se centren en promover el desarrollo humano integral y la paz, y no el progreso por sí mismo”, dijo Francisco.

Compromiso de todos los ciudadanos

El Papa recordó la importancia del compromiso y la participación de todos los ciudadanos, por eso insistió:

Todos estamos llamados a promover el espíritu de solidaridad, empezando por las necesidades de los más débiles y desfavorecidos. Sin embargo, para sanar el mundo, dolorosamente probado por la pandemia, y construir un futuro más inclusivo y sostenible en el que la tecnología esté al servicio de las necesidades humanas y no nos aísle unos de otros, necesitamos no sólo ciudadanos responsables, sino también líderes preparados y animados por el principio del bien común.

Francisco concluyó su alocución invocando al Señor para que él les “conceda ser fermento de regeneración de mente, corazón y espíritu, testigos del amor político a los más vulnerables, para que sirviéndoles a ellos le sirvan a él en todo lo que hagan”.

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