Francisco ruega a la Virgen de Lourdes por los que sufren en la pandemia Francisco: "Pienso, en particular, en quienes sufren en todo el mundo los efectos de la pandemia del coronavirus"

Papa FRancisco y la Virgen de Lourdes
Papa FRancisco y la Virgen de Lourdes

"Pidámosle que conceda la salud de alma y cuerpo a cuantos sufren a causa de alguna enfermedad y de la actual pandemia, y que fortalezca a quienes los asisten y acompañan en este tiempo de prueba"

"A todos, especialmente a los más pobres, les expreso mi cercanía"

Por su parte, el presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización recordaba también que “no podemos hacernos evangelizadores de repente, ni dar un sentido al sufrimiento de la noche a la mañana"

"Pidámosle que conceda la salud de alma y cuerpo a cuantos sufren a causa de alguna enfermedad y de la actual pandemia, y que fortalezca a quienes los asisten y acompañan en este tiempo de prueba". El papa Francisco dedicó dos mensajes en su cuenta de Twitter @Pontifex_es para recordar que hoy, jueves 11 de febrero, es la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.

"Por intercesión de #NuestraSeñoradeLourdes, patrona de los enfermos, pidamos al Señor que conceda la salud de alma y cuerpo a cuantos sufren a causa de alguna enfermedad y de la actual pandemia, y que fortalezca a quienes los asisten y acompañan en este tiempo de prueba", escribió en uno de ellos.

"En la #JornadadelEnfermo brindemos una atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas. Pienso, en particular, en quienes sufren en todo el mundo los efectos de la pandemia del #coronavirus. A todos, especialmente a los más pobres, les expreso mi cercanía", completó en el otro.

En esta festividad mariana se recuerdan las apariciones de la Virgen María a Santa Bernardita Soubirous, en Lourdes, Francia, cerca del río Gave, que sucedieron entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858.

Virgen de Lourdes del Vaticano

La pandemia de COVID-19 cambió también el desarrollo de las peregrinaciones a los santuario dedicados a esta advocación mariana, en especial al de Lourdes (Francia).

De hecho el martes 11 de febrero del año pasado, en la solemnidad de Nuestra Señora de Lourdes, monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, presidía la misa internacional en la basílica de San Pío X.

El papel del santuario de Lourdes

En un artículo publicado en el Boletín N. 343 de la Asociación Médica Internacional del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, órgano oficial de la Oficina de las Constataciones médicas de Lourdes, monseñor Fisichella exponía a partir de la carta apostólica del Papa Francisco, Sanctuarium in Ecclesia, una reflexión sobre el papel del santuario de Lourdes en la nueva evangelización, y de modo particular el carisma de las personas enfermas.

“Siguiendo las palabras del Señor hemos privilegiado siempre todo lo que el mundo ha rechazado por inútil o poco eficaz. Los enfermos crónicos, moribundos, marginados, personas discapacitadas y todo lo que representa frente al mundo la falta de futuro y esperanza, encuentran el compromiso de los cristianos. Tenemos ejemplos que nos encaminan con fuerza a la santidad de los hombres y mujeres que han hecho de este programa el anuncio concreto del Evangelio de Jesucristo y el inicio de una verdadera revolución cultural”

Virgen de Lourdes

“Frente a esta santidad – leemos – desaparecen todas las excusas posibles. La utopía cede el paso a la credibilidad, la pasión por la verdad y la libertad son sintetizadas en el amor entregado sin pedir nada a cambio”. Y en este marco, “la valiosa asistencia ofrecida por numerosos médicos y enfermeros en el Santuario de Lourdes retoma todo su sentido como una verdadera proclamación cristiana, tomando seriamente en consideración la dignidad de cada persona”.

El presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización recordaba también que “no podemos hacernos evangelizadores de repente, ni dar un sentido al sufrimiento de la noche a la mañana. Todo eso necesita una preparación que crece y madura con la fe en el misterio de la participación activa y real del misterio de Cristo y la vida de comunión con él que nos ofrece el bautismo. Esta perspectiva nos permite mirar cada enfermo que se convierte en peregrino a través de la fe, para comprender la presencia de Cristo que pide ayuda y ofrece a cambio su amor salvador.

Santuario de Lourdes

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