El regalo de flores a María
Antes de detenerse en oración en el interior de la capilla Borghese -donde se encuentra el icono- el Papa depositó un ramo de flores en el altar, ante la imagen sagrada de la Salus populi romani, es decir, la Salvación del pueblo romano. En el icono de la Virgen con el Niño en brazos, el Pontífice ve la fe del pueblo de Dios que desde hace siglos se reúne en torno a la Virgen en momentos de necesidad para implorar una señal de gracia del cielo, porque "lo que es imposible para los hombres no es imposible para Dios".
Una peregrinación penitente
El viaje a esta "tierra, antigua y extraordinaria cuna de la civilización", es para Francisco una peregrinación penitente de paz y "para implorar del Señor el perdón y la reconciliación tras años de guerra y terrorismo, para pedir a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas".
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