El Papa reza por estudiantes y maestros, que buscan “nuevos modos” para la enseñanza en plena pandemia Francisco: “El Señor nos necesita. La vid también necesita de los frutos, del testimonio”
“Nosotros sin Jesús no podemos hacer nada. Y Él, sin nosotros, pareciera que no puede hacer nada, porque el fruto lo da el sarmiento, no lo da la vid"
“La vid también necesita de los frutos, necesita del testimonio”. En una de las últimas misas televisadas en directo desde la capilla de Casa Santa Marta, el Papa Francisco trazó el camino interrelacionado, casi de ida y vuelta, entre los fieles y Jesús, entre la vid y los sarmientos.
Al comenzar la misa, el Papa pidió rezar "por los estudiantes y por sus maestros, que tienen que encontrar nuevas modalidades parea ir adelante en la enseñanza. El Señor los ayude en este camino, les dé coraje para que tenga éxito”.
En su homilía, Bergoglio habló de la necesidad de “permanecer en Él”, que no “es un permanecer pasivo, no es un dormirse en el Señor.”, sino una permanencia “activa y recíproca, porque el Señor dice: 'Permanezcan en mí, y yo en ustedes'”.
Un permanecer recíproco
“Un misterio hermoso”, reconoció el Papa, porque “los sarmientos sin la vid no pueden hacer nada, pero también los árboles tienen necesidad de los sarmientos. Es una necesidad recíproca, un permanecer recíproco, para dar fruto”.
“Esta es la vida cristiana. Es verdad que es cumplir los mandamientos, también es caminar por las vías de las bienaventuranzas, y esto se tiene que hacer, y también llevar la vía de las obras de misericordia. Pero aún hay más: ese permanecer recíproco”, explicó Francisco.
“Nosotros sin Jesús no podemos hacer nada. Y Él, sin nosotros, pareciera que no puede hacer nada, porque el fruto lo da el sarmiento, no lo da la vid”, apuntó.
La fuerza del testimonio
¿Por qué somos importantes para el árbol, que es Jesús? “Porque tenemos los frutos”, añadió. “¿Cuál es la necesidad que tiene Jesús de nosotros? El testimonio. El testimonio es la necesidad que tiene Jesús de nosotros. La fe, el Evangelio crece por el testimonio, y esto es misterioso, porque Jesús es glorificado en el cielo, después de haber pasado y sufrido la Pasión., para que la Iglesia crezca. Este es el misterio recíproco de permanecer”.
Una relación especial, de “intimidad”, con el Señor, a través de la imagen de la vid y los sarmientos. “El padre es como el campesino, que corta los frutos. El que no da fruto lo corta y lo bota. Pero también est´lo otro: las ayudas, las pruebas, las dificultades de la vida, incluso las correcciones. No nos detengamos aquí. Entre los sarmientos y la vid está la relación íntima. La vid también necesita de los frutos, del testimonio”.
