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La rodilla del Papa marca los preparativos de la primera canonización en Roma tras la pandemia
Francisco, que debe pronunciar la fórmula, podría delegar en Re la presidencia de la ceremonia
Distintas fuentes apuntan a que el Papa podría seguir la ceremonia en primera fila y sólo ordenar la entrada de los diez beatos en el libro de los santos. Y, tal vez, la homilía
Tras dos años de parón por las restricciones de la pandemia, canonizará al místico Charles de Foucauld, considerado como el referente contemporáneo de la llamada 'espiritualidad del desierto' y a otros nueve beatos
Charles de Foucauld, de personalidad polifacética, fue asesinado por una banda de forajido en 1916 en la puerta de su ermita en el Sahara argelino y pronto se estableció una verdadera devoción en torno a su figura
El Papa también elevará a César de Bus, Maria Domenica Mantovani, María Rivier, María de Jesús, Tito Brandsma, Lázaro llamado Devasahayam, Luigi Maria Palazzolo, Justino Maria Russolillo, Maria Francesca di Gesù Rubatto y a Maria di Gesù Santocanale
Todo listo en Roma para la primera canonización tras dos años de parón por la pandemia. La última (John Henry Newman) tuvo lugar en octubre de 2019. Los tapices con los diez nuevos santos (colocados de dos en dos) ya lucen en la fachada de la basílica de San Pedro, en cuya plaza decenas de miles de fieles asistirán a la canonización, entre otros, de Charles de Foucauld.
La única duda reside en cuál será el papel de Francisco en la ceremonia. Su dolor de rodilla y el peso de una ceremonia larga podrían hacer que el Pontífce encargara al cardenal Re, como decano del colegio cardenalicio, la presidencia de la misa, aunque sólo a él le corresponde la lectura de la fórmula de canonización. Distintas fuentes apuntan a que el Papa podría seguir la ceremonia en primera fila y sólo ordenar la entrada de los diez beatos en el libro de los santos. Y, tal vez, la homilía.
¿Quiénes son los nuevos santos?
El más conocido es Charles de Foucauld. Su personalidad polifacética se manifestó en su carácter de militar en Argelia y de explorador y geógrafo en Marruecos, y más tarde en su búsqueda espiritual, en su itinerario trapense por Francia y el Imperio otomano y en su sacerdocio en el Sahara argelino, donde transcurrieron los últimos 15 años de su vida.
En 1916 fue asesinado por una banda de forajidos en la puerta de su ermita en el Sahara argelino. Tras su muerte, pronto se estableció una verdadera devoción en torno a su figura: nuevas congregaciones religiosas, familias espirituales y una renovación del eremitismo y de la espiritualidad del desierto en pleno siglo XX se inspiraron en sus escritos y en su vida. El 13 de noviembre de 2005 fue proclamado beato por Benedicto XVI.
El Papa también elevará a los altares al fundador de los Padres de la Doctrina Cristiana, César de Bus; a la cofundadora de las Pequeñas Hermanas de la S. Familia, Maria Domenica Mantovani; a las monjas francesa María Rivier y a la italiana María de Jesús; al carmelita Tito Brandsma, periodista que murió asesinado de una inyección por orden de las SS en el lager de Dachau; o a Lázaro llamado Devasahayam, el primer santo laico de la India que luchó por la igualdad entre las personas sin importar su proveniencia o casta.
Asimismo, también canonizará al sacerdote Luigi Maria Palazzolo, fundador de la Congregación de las Hermanas de los Pobres; al sacerdote Justino Maria Russolillo, fundador de la Sociedad de las Divinas Vocaciones; a la religiosa Maria Francesca di Gesù Rubatto, fundadora de la escuela de las Hermanas Capuchinas de la Madre Rubatto que tuvo una destacada labor pastoral y de asistencia a los más necesitados en Uruguay y a Maria di Gesù Santocanale, que estableció las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes.
