"Desprecian a Jesús, desprecian al santo pueblo de dios" Francisco arremete contra la élite clerical, que piensa que "no debemos ensuciarnos las manos con los pobres"

El Papa, en Santa Marta
El Papa, en Santa Marta

El Papa dedica su misa en Santa Marta a los que están comenzando a padecer "algunas consecuencias de la pandemia", como el hambre

“Algunos dicen, en estos días: '¿Cómo estos sacerdotes y religiosas sanos van a ayudar a la gente, podrían contagiarse del coronavirus? ¡Ellos están para los sacramentos, pero para dar de comer, que el Gobierno se haga cargo!' Es el mismo argumento que en tiempos de Jesús: es gente de segunda clase"

Aún resuenan los ecos de las pisadas, de las gotas de lluvia golpeando el pavimento de una desolada plaza de San Pedro. Y la imagen de un hombre solo, poniendo sobre sus hombros el sufrimiento de toda la Humanidad, perdida y asustada por la pandemia del coronavirus. Un Francisco que esta mañana en Santa Marta, arremetió contra la “élite de los doctores de la ley” que “desprecian a Jesús, desprecian al santo Pueblo de Dios”, y que, hoy como ayer, piensan que “somos la clase dirigente, no debemos ensuciarnos las manos con los pobres”.

“Algunos dicen, en estos días: '¿Cómo estos sacerdotes y religiosas sanos van a ayudar a la gente, podrían contagiarse del coronavirus? ¡Ellos están para los sacramentos, pero para dar de comer, que el Gobierno se haga cargo!' Es el mismo argumento que en tiempos de Jesús: es gente de segunda clase. Nosotros somos la clase dirigente, no debemos ensuciarnos las manos con los pobres”, denunció Francisco en su improvisada homilía, lamentando que haya “gente buena, sacerdotes, religiosas, que no tienen el coraje de ir a servir a los pobres”. ¿Qué les falta? “Lo que les faltaba a los doctores de la Ley: han perdido la memoria, han perdido aquello que Jesús sentía en el corazón, que era parte del propio pueblo”.

Francisco, contra los doctores de la ley
Francisco, contra los doctores de la ley

El hambre 'después de' la pandemia

Francisco quiso dedicar la misa a los que ya están comenzando a padecer “algunas consecuencias de la pandemia”, como el hambre. “Se comienza a ver gente que tiene hambre, porque no pueden trabajar, no tenían un trabajo fijo y tantas circunstancias. Comenzamos a ver el 'después de', que vendrá tarde pero comienza desde ya. Oremos por las familias que comienzan a sentir la necesidad a causa de la pandemia”, oró el Papa.

En su homilía, Bergoglio habló de la “grieta” en el pueblo de Jesús. Por un lado, “el pueblo que ama a Jesús y lo sigue”. Del otro, “los intelectuales, los doctores de la Ley, que repudian a Jesús”. “Este grupo de elite, de doctores de la Ley, desprecian a Jesús, pero también desprecian al pueblo, que es ignorante, que no sabe nada. El santo pueblo fiel de Dios cree en Jesús, lo sigue, y este grupito, de elite de doctores de la Ley se distancia del pueblo y no acoge a Jesús”, clamó el Papa.

El Papa, hoy, en Santa Marta
El Papa, hoy, en Santa Marta

Perder la memoria de pertenecer al pueblo

¿Cuál era su defecto? “Habían perdido la memoria de la propia pertenencia al pueblo”. En cambio, el pueblo de Dios” sigue a Jesús, no sabe explicar por qué, pero le llega al corazón, y no se cansa”, explicó Francisco, quien lamentó que “la brecha entre los líderes religiosos y el pueblo es un drama que viene desde antiguo”.

“El problema de los clérigos elitistas es que habían perdido la memoria de la propia pertenencia al pueblo de Dios. Se habían sofisticado, habían pasado a otra clase social, y se sienten dirigentes. Es el clericalismo, que ya existía entonces”, denunció el Papa, quien también defendió a muchos, “tantos hombres y mujeres al servicio de Dios, que van a servir al pueblo, que no se distancian del pueblo”.

“Pensemos, cada uno de nosotros, de qué parte estamos, o si estamos en la mitad, indecisos. Si estamos con el sentir del pueblo fiel de Dios, que no puede errar, por aquella infalibilidad de los creyentes. Y pensemos en la elite que se distancia del pueblo de Dios, por aquel clericalismo”, concluyó.

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