Mensaje del Papa a la XXVII Cumbre  Iberoamericana de Andorra Francisco insiste en que la vacunación debe ser "un bien  común universal"

Inauguración de la Cumbre Iberoamericana de Andorra
Inauguración de la Cumbre Iberoamericana de Andorra Moncloa Pool

"Debemos unir esfuerzos para crear un nuevo horizonte de expectativas donde el beneficio  económico no sea el objetivo principal, sino la tutela de la vida humana"

Reivindica la "necesidad de reformar la 'arquitectura'  internacional de la deuda, como parte integrante de nuestra respuesta común a la pandemia, pues la  renegociación de la carga de deuda de los Países más necesitados es un gesto que ayudará a los  pueblos a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo"

Francisco ha llamado a la comunidad internacional a "comprometerse, unida,  con espíritu de responsabilidad y de fraternidad, a enfrentar los muchos desafíos ya en acto, y aquellos que vendrán"

"Nada de esto será posible sin una férrea voluntad política que tenga la valentía de decidir  cambiar las cosas, principalmente las prioridades, para que no sean los pobres los que paguen el  costo más alto de estos dramas que están golpeando a nuestra familia humana"

Vacunas para todos. Porque "la inmunización extensiva debería ser considerada como un bien  común universal”, que "requiere acciones concretas que inspiren todo el proceso de  investigación, producción y distribución de las vacunas". El Papa Francisco ha vuelto a exigir un acceso global a la cura del coronavirus, durante su mensaje a la XXVII Cumbre Iberoamericana que se está celebrando en Andorra.  

En sus palabras, Bergoglio clamó por "nuevas formas de solidaridad a nivel internacional", con "mecanismos dirigidos a garantizar una distribución  equitativa de las vacunas, no basada en criterios puramente económicos, sino teniendo en cuenta las  necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables y necesitados".

En este sentido, Francisco ha llamado a la comunidad internacional a "comprometerse, unida,  con espíritu de responsabilidad y de fraternidad, a enfrentar los muchos desafíos ya en acto, y aquellos que vendrán". El mensaje papal comienza recordando a "los millones de víctimas y de enfermos" de una pandemia que "no ha hecho distinciones y ha golpeado a personas de toda cultura,  credo, estrato social y económico".

Cumbre Iberoamericana

Todos sufrimos esta crisis

"Todos conocemos y hemos sentido la pérdida de alguna persona cercana que ha fallecido por el coronavirus, o que ha sufrido los efectos del contagio. Todos somos  conscientes de lo duro que es para las familias no haber podido estar cerca de sus amigos o  parientes para ofrecerles cercanía y consuelo en esos momentos", subraya Begoglio, quien muestra una especial preocupación por el impacto para el futuro de niños y jóvenes.

Junto a ello, y reivindicando la necesidad de "salir mejores" de esa situación, el Papa instó a "unir esfuerzos para crear un nuevo horizonte de expectativas donde el beneficio  económico no sea el objetivo principal, sino la tutela de la vida humana". En este sentido, "es urgente  considerar un modelo de recuperación capaz de generar soluciones nuevas más inclusivas y  sostenibles, dirigidas al bien común universal, realizando la promesa de Dios para todos los hombres".  

Renegociar la deuda

En una palabra, "reformar la 'arquitectura' internacional de la deuda, como parte integrante de nuestra respuesta común a la pandemia", pues "la renegociación de la carga de deuda de los Países más necesitados es un gesto que ayudará a los  pueblos a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo". Junto a ello, el Papa invitó a poner en práctica "sólidas políticas económicas y por una buena  administración que llegue a los más pobres". 

Cumbre Iberoamericana de Andorra

A la vez, reclamó el acceso "a una financiación externa, a través de una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro, llamando a una mayor solidaridad  entre los Países, que consienta que los fondos sean destinados para impulsar y alentar el desarrollo  económico y productivo, con el fin de que todos puedan salir de la actual situación con las mejores  posibilidades de recuperación".  

"Nada de esto será posible sin una férrea voluntad política que tenga la valentía de decidir  cambiar las cosas, principalmente las prioridades, para que no sean los pobres los que paguen el  costo más alto de estos dramas que están golpeando a nuestra familia humana", finalizó el Pontífice, en una nueva llamada de atención a los poderes del mundo.

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