"El inmovilismo no se corresponde con el testimonio cristiano y la misión de la Iglesia" Francisco: "El mundo necesita cristianos que se dejen conmover"
"La vida cristiana requiere dinamismo y voluntad de caminar, dejándose guiar por el Espíritu Santo"
“¡Todo bautizado ha recibido la vocación al anuncio, a la misión evangelizadora!”
Cristianos conmovidos, que no se cansen de "recorrer los caminos de la vida", que "se dejen conmover", que digan no al inmovilismo. Este es el 'boceto' del cristiano de hoy, tal y como apuntó en el Angelus de este domingo el Papa Francisco, en la fiesta de la Candelaria, de la presentación de Jesús en el templo y la Jornada de la Vida Consagrada.
En su saludo, el Papa recordó cómo todos los protagonistas del Evangelio (María y José, pero también Simeón y Ana), “representan modelos de acogida y entrega de sus vidas a Dios”, con una doble actitud: “de movimiento y de asombro”.
Y es que, añadió el Pontífice, “la vida cristiana requiere dinamismo y voluntad de caminar, dejándose guiar por el Espíritu Santo”, puesto que “el inmovilismo no se corresponde con el testimonio cristiano y la misión de la Iglesia”.
Protagonistas de la misión
“El mundo necesita cristianos que se dejen conmover, que no se cansen de recorrer el camino de vida, para llevar la palabra consoladora de Jesús a todos”, recordó Bergoglio. “¡Todo bautizado ha recibido la vocación al anuncio, a la misión evangelizadora!”, subrayó, invitando a parroquias y comunidades eclesiales a “ fomentar el compromiso de los jóvenes, las familias y los ancianos, para que todos tengan una experiencia cristiana, viviendo la vida y la misión de la Iglesia como protagonistas”.
Sobre el asombro, Francisco invitó a todos a dejarse “capturar e involucrar por los eventos que estaban sucediendo ante sus ojos”, como lo hicieron los padres de Jesús y los ancianos Simeón y Ana.
“La capacidad de maravillarse ante las cosas que nos rodean fomenta la experiencia religiosa y hace fructífero el encuentro con el Señor. Por el contrario, la incapacidad de asombrarse nos hace indiferentes y amplía la distancia entre el viaje de la fe y la vida cotidiana”, apuntó.
Tras el rezo del Angelus, Francisco recordó que Italia celebra hoy el Día de la Vida. En este sentido, pidió que esta jornada “sea una oportunidad para renovar el compromiso de salvaguardar y proteger la vida humana desde el principio hasta su fin natural”, al tiempo que se combatir “todas las formas de violación de la dignidad, incluso cuando la tecnología o la economía están en juego, abriendo las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria”.
