Entrevista del Papa a Repubblica: "Estos días no se desperdiciarán" Francisco: "Le pedí al Señor que detuviera la epidemia"

El papa reza ante el crucifijo de la "Gran Peste"
El papa reza ante el crucifijo de la "Gran Peste"

"Gestos de ternura, de afecto, de compasión que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica..."

Pide "que todos estén cerca de aquellos que han perdido a sus seres queridos y traten de estar cerca de ellos de todas las maneras posibles"

“Le pedí al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. Recé por esto”. El Papa Francisco ha concedido una entrevista a Paolo Rodari en Repubblica, en la que revela lo que rezó el pasado domingo en Santa María la Mayor y junto al crucifijo que sobrevivió a la peste que asoló Roma en el siglo XVI.

"En estos días difíciles podemos volver a descubrir aquellos pequeños gestos concretos de proximidad hacia las personas más cercanas a nosotros, una caricia a nuestros abuelos, un beso a nuestros hijos, a las personas que amamos. Son gestos importantes, decisivos. Si sabemos vivir así estos días no se desperdiciarán", sostiene Bergoglio, quien defiende la vigencia de “gestos de ternura, de afecto, de compasión que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica... “.

Esta crisis, añade el Papa, nos puede ayudar a “descubrir una nueva cercanía. Una relación concreta hecha de cuidados y paciencia”. “Muy a menudo las familias, en casa, comen juntas en un gran silencio, pero no es para escucharse mejor unos a otros, sino más bien porque los padres ven la televisión mientras comen, y sus hijos están concentrados en sus teléfonos móviles. Parecen unos monjes aislados unos de otros. Así no hay comunicación”. Frente a ello, “el dolor de estos días debe abrirnos a lo concreto".

Sobre quienes ayudan a los demás, el Papa agradece su “ejemplo de esta sensibilidad hacia lo concreto”. “Todos somos hijos de Dios y estamos bajo su mirada”, concluye Bergoglio, que pide "que todos estén cerca de aquellos que han perdido a sus seres queridos y traten de estar cerca de ellos de todas las maneras posibles".

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