El entorno papal lamenta la "explotación" mediática hecha por el cardenal sardo Francisco no piensa rehabilitar a Becciu: "Sólo fue un acto de misericordia"

Becciu
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El Pontífice "telefoneó al cardenal Becciu diciéndole que quería celebrar la misa in Coena Domini con él, para mantener la tradición que el Santo Padre y el cardenal perpetúan desde hace muchos años"

"Desgraciadamente, sin embargo, nada más salir el Papa del domicilio particular" de Becciu, el hermano de éste "difundió un mensaje a la prensa dirigido a transformar el gesto del Santo Padre en una rehabilitación en sus funciones del cardenal Becciu"

Dentro de 40 días estarán listas las conclusiones de la investigación y las eventuales acusaciones

La visita que el Papa Francisco hizo a la casa del cardenal Giovanni Angelo Becciu no fue una "rehabilitación" del ex prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, sino "un acto de misericordia" que dio lugar a una "explotación mediática".

Así lo han manifestado fuentes cercanas al Santo Padre a "Agenzia Nova", precisando que el Pontífice "telefoneó al cardenal Becciu diciéndole que quería celebrar la misa in Coena Domini con él, para mantener la tradición que el Santo Padre y el cardenal perpetúan desde hace muchos años".

El gesto "pastoral" del Santo Padre "representó exclusivamente un acto de misericordia" hacia el ex Prefecto. "Desgraciadamente, sin embargo, nada más salir el Papa del domicilio particular" de Becciu, el hermano de éste "difundió un mensaje a la prensa dirigido a transformar el gesto del Santo Padre en una rehabilitación en sus funciones del cardenal Becciu". Algo que Francisco, sin embargo, no ha pretendido en ningún caso.

Becciu, en la rueda de prensa
Becciu, en la rueda de prensa

El mensaje, titulado "+++ BOMB NEWS +++", completado con cruces que indican un "flash" de la agencia, decía: "Hoy a las 17:30 el Papa Francisco fue al apartamento de Su Eminencia Giovanni Angelo Becciu para celebrar la Santa Misa. ¡Su Santidad y el Cardenal Becciu juntos de nuevo, encerrados en un abrazo!"

El gesto del Papa, según informan a "Agenzia Nova", fue "un acto de misericordia hacia el cardenal que no tiene nada que ver con la rehabilitación ni con las drásticas decisiones tomadas en el pasado por el Santo Padre, y que permanecen inalteradas."

Según las fuentes, efectivamente, el Pontífice estaría "lamentando la explotación mediática de su acto de misericordia." Según ha podido saber Agenzia Nova, además, "dentro de 40 días estarán listas las conclusiones de la investigación y las eventuales acusaciones".

El nombre de Becciu había estado vinculado a dos hechos bastante escandalosos: la compra de una propiedad de lujo en Londres, que costó 200 millones a la Secretaría de Estado, y el escándalo que estalló en relación con su colaboradora Cecilia Marogna, detenida por las autoridades vaticanas por presunta malversación de fondos.

El 24 de septiembre, el Papa Francisco pidió la dimisión de Becciu, concediéndole la posibilidad de mantener el título de cardenal, pero privado de cualquier cargo, así como el derecho a participar en un posible cónclave futuro. Una medida extremadamente grave, adoptada por última vez en 1927, cuando el jesuita francés Louis Billot fue despojado de la púrpura cardenalicia por el Papa Pío XI.

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