"Muchos de sus sueños se corresponden con los del Evangelio" Francisco: "Queridos jóvenes, sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad"

Francisco: "Queridos jóvenes, sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad"
Francisco: "Queridos jóvenes, sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad"

Citando al cardenal Martini, Bergoglio insistió en que "la Iglesia y la sociedad necesitan «soñadores que nos mantengan  abiertos a las sorpresas del Espíritu Santo». Me gustaría que ustedes se encuentren entre esos soñadores"

"Gracias porque en un mundo que, reducido  por el beneficio inmediato, tiende a sofocar los grandes ideales, ustedes no pierden la capacidad de  soñar. Esto nos ayuda a nosotros adultos y a la Iglesia. Sí, también como Iglesia necesitamos soñar,  ¡necesitamos el entusiasmo y el ardor de los jóvenes para ser testigos de Dios que es siempre joven!"

"Soy un soñador deslumbrado por la luz del Evangelio y profundizo con  esperanza en las visiones nocturnas. Y cuando caigo, encuentro en Jesús la valentía de luchar y de  esperar, el coraje de volver a soñar. En cualquier edad de la vida"

"Nuestro mundo, herido por tantos males, no necesita de más pactos ambiguos,  de gente que va de aquí para allá como las olas del mar, de quienes están un poco a la derecha y un  poco a la izquierda después de haber olfateado lo que les conviene"

"En la libertad de Jesús también encontramos la valentía de ir contracorriente,  no contra alguien, como hacen los victimistas y los complotistas, que siempre cargan la culpa sobre  los demás; no, contra la corriente malsana de nuestro yo egoísta, cerrado y rígido, para ir tras las  huellas de Jesús"

"Es la tarea más ardua y fascinante que les he dado: quedarse de pie mientras parece que todo se derrumba, ser centinelas que saben distinguir la luz en las visiones  nocturnas, ser constructores en medio de los escombros, ser capaces de soñar"

"Queridos jóvenes, sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad". En la festividad de Cristo Rey (y la Jornada Mundial de la Juventud), Francisco quiso lanzar un mensaje claro a la juventud mundial, acosada por la crisis y la falta de oportunidades. La libertad de Jesús, la misma que le llevó a presentarse ante Pilato con la espalda rota y la dignidad sangrando por los poros, marcada por latigazos. "Yo soy Rey". Y el Papa añadió, dirigiéndose a los jóvenes: "Yo también soy Rey con Jesús".

En una vibrante homilía en San Pedro, Bergoglio echó mano de dos imágenes: la de la venida gloriosa de Jesús, y el diálogo entre Pilato y Cristo. "Nos hace bien, queridos jóvenes, detenernos a contemplar estas imágenes de Jesús, mientras  iniciamos el camino hacia la Jornada Mundial del 2023 en Lisboa". 

Vista de la basílica
Vista de la basílica

"Aquel que cabalga sobre las nubes", como señalan las escrituras, apuntó Francisco, "es Aquel que permanece frente a lo contingente, es nuestra eterna e  inquebrantable confianza". Una profecía que "nos dice que Dios  viene, está presente, obrando, y dirige la historia hacia Él, hacia el bien". Y acompañándonos: "Yo estoy siempre con ustedes, vengo para iluminar y hacer brillar la calma" Viene “entre las nubes”  para tranquilizarnos, como diciendo: “No los dejo solos cuando sus vidas están envueltas por nubes  oscuras. Yo estoy siempre con ustedes. Vengo para iluminar y hacer brillar la calma”.

Mirar más allá de la noche

Un Dios que llega de noche, "entre las nubes a menudo tenebrosas que se ciernen sobre nuestra vida. Es necesario que lo  reconozcamos, que miremos más allá de la noche, que levantemos la mirada para verlo en medio de  la oscuridad", subrayó, pidiendo a los jóvenes que "tengan ojos luminosos" y que "aun en medio de las tinieblas, no dejen de buscar la luz en medio de las oscuridades que llevamos  en el corazón y que vemos a nuestro alrededor".

"Elevemos la mirada desde la tierra hacia lo alto para  vencer la tentación de quedar tumbados en el piso de nuestros miedos, de encerrarnos en nuestros  pensamientos, compadeciéndonos de nosotros mismos", señaló, haciendo suyo el mensaje de la JMJ de este año: "Alza la mirada, ¡levántate!". "Es la invitación  que el Señor nos dirige (...). Es la tarea más ardua y fascinante que les he dado: quedarse de pie mientras parece que todo se derrumba, ser centinelas que saben distinguir la luz en las visiones  nocturnas, ser constructores en medio de los escombros, ser capaces de soñar. Porque esto hace  quien sueña: no se deja absorber por la noche, sino que enciende una llama, una luz de esperanza  que anuncia el mañana". 


Misa de Cristo Rey en San Pedro
Misa de Cristo Rey en San Pedro

No dejen de soñar

Y, dirigiéndose expresamente a los jóvenes, proclamó: "Nosotros, todos nosotros, les estamos agradecidos cuando ustedes  sueñan, cuando hacen de Jesús el sueño de sus vidas y lo abrazan con alegría, con un entusiasmo  contagioso que nos hace bien".

"Gracias por las veces que son capaces de seguir soñando con  valentía, por las veces que no dejan de creer en la luz aun en medio de las noches de la vida, por las  veces que se comprometen con pasión para hacer nuestro mundo más hermoso y humano", prosiguió el Santo Padre." Gracias  por las veces que cultivan el sueño de la fraternidad, por las veces que se preocupan de las heridas  causadas a la creación, por las veces que luchan por la dignidad de los más débiles y difunden el  espíritu de la solidaridad y el compartir".

Es la tarea más ardua y fascinante que les he dado: quedarse de pie mientras parece que todo se derrumba, ser centinelas que saben distinguir la luz en las visiones  nocturnas, ser constructores en medio de los escombros, ser capaces de soñar.

La Iglesia necesita soñar, y ser libre

"Y, sobre todo -añadió-, gracias porque en un mundo que, reducido  por el beneficio inmediato, tiende a sofocar los grandes ideales, ustedes no pierden la capacidad de  soñar". "Esto nos ayuda a nosotros adultos y a la Iglesia. Sí, también como Iglesia necesitamos soñar,  ¡necesitamos el entusiasmo y el ardor de los jóvenes para ser testigos de Dios que es siempre joven!", proclamó.  

Misa en el altar de Pedro
Misa en el altar de Pedro

"Y quisiera decirles otra cosa, muchos de sus sueños se corresponden con los del Evangelio", continuó el Papa. ¿Cómo? "La fraternidad, la solidaridad, la justicia, la paz, son los mismos sueños de Jesús para la humanidad". Citando al cardenal Martini, Bergoglio insistió en que "la Iglesia y la sociedad necesitan «soñadores que nos mantengan  abiertos a las sorpresas del Espíritu Santo». Me gustaría que ustedes se encuentren entre esos soñadores".

Sobre la segunda imagen, la de Jesús frente a Pilato, el Papa destacó la "determinación, su valentía, su libertad suprema". Y es que "Jesús "ha sido arrestado, llevado al pretorio, interrogado  por quien puede condenarlo a muerte. En semejante circunstancia hubiera podido dejar que  prevaleciera el derecho natural a defenderse, quizá buscando “arreglar las cosas”, pactando una  solución de compromiso. En cambio, Jesús no escondió la propia identidad, no camufló sus  intenciones, no se aprovechó de un resquicio que Pilato le dejaba abierto para salvarlo".

"Soy Rey": la valentía de la verdad

"Soy Rey". "Vino sin dobleces, para  proclamar con la vida que su Reino es diferente de los del mundo, que Dios no reina para aumentar  su poder y aplastar a los demás, que no reina con los ejércitos y con la fuerza. Su Reino es de amor,  de quien da la propia vida por la salvación de los demás", apuntó el Papa, subrayando cómo "la libertad de Jesús es fascinante".

El Papa, a los jóvenes
El Papa, a los jóvenes

"Dejemos que vibre dentro de nosotros,  que nos sacuda, que suscite en nosotros la valentía de la verdad". Y preguntándoles, les dijo, "ante la verdad de Jesús, ante la verdad que es Jesús, ¿cuáles son esas falsedades mías que no se  sostienen, esas dobleces mías que a Él no le gustan? Necesitamos ponernos delante de Jesús para  reconocer nuestra propia verdad".

"Necesitamos adorarlo para ser interiormente libres, para iluminar  nuestra vida y no dejarnos engañar por las modas del momento, por los fuegos artificiales del  consumismo que deslumbra y paraliza. Amigos, no estamos aquí para dejarnos encantar por las  sirenas del mundo, sino para tomar las riendas de la propia vida, para “gastar la vida”, para vivirla  plenamente", concluyó. 

Contracorriente, sin complotistas

"De este modo, en la libertad de Jesús también encontramos la valentía de ir contracorriente,  no contra alguien, como hacen los victimistas y los complotistas, que siempre cargan la culpa sobre  los demás; no, contra la corriente malsana de nuestro yo egoísta, cerrado y rígido, para ir tras las  huellas de Jesús", sino a ir "contra el mal con la única fuerza mansa y humilde del bien. Sin  atajos, sin falsedad".

Francisco, durante su homilía en San Pedro
Francisco, durante su homilía en San Pedro

Porque "nuestro mundo, herido por tantos males, no necesita de más pactos ambiguos,  de gente que va de aquí para allá como las olas del mar, de quienes están un poco a la derecha y un  poco a la izquierda después de haber olfateado lo que les conviene".

"No, queridos jóvenes. Sean  libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad. Tengan pasión por la verdad, para que  con sus sueños puedan decir: mi vida no es esclava de las lógicas de este mundo, porque reino con  Jesús por la justicia, el amor y la paz. Deseo que cada uno de ustedes pueda sentir la alegría de  decir: “También yo soy rey con Jesús”. Soy rey, soy un signo viviente del amor de Dios, de su  compasión y ternura. Soy un soñador deslumbrado por la luz del Evangelio y profundizo con  esperanza en las visiones nocturnas. Y cuando caigo, encuentro en Jesús la valentía de luchar y de  esperar, el coraje de volver a soñar. En cualquier edad de la vida".

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