Francisco visita el Centro Belén, gestionado por las hermanas de la Caridad de Madre Teresa El abrazo del Papa a los más pobres en el 'Bronx de Bratislava'

El abrazo del Papa a los más pobres en el 'Bronx de Bratislava'
El abrazo del Papa a los más pobres en el 'Bronx de Bratislava'

"El Señor está con nosotros, cuando estamos felices, Él está con nosotros. Cuando tenemos momento de pruebas, el Señor siempre está cerca de nosotros, nos acompaña en todos los momentos de la vida, sobre todo en los de dificultad, no nos olvidemos de ello. Muchas gracias"

Son los suburbios los que albergan a los más marginados: alcohólicos, drogadictos y muchos que viven en la calle

"Yo, por ejemplo, sigo a una persona que vive en la calle porque todavía no puede superar el asesinato de su familia por la mafia y durante 20 años no ha conseguido superar su soledad", explica el padre Vitek, director del centro

No hay Iglesia sin los pobres. Aquí y en Bratislava. Y pocos lugares donde refugiarse del frío, del dolor, de la indiferencia, del descarte. Uno de ellos fue el Centro Belén, en uno de los suburbios más pobres de la capital eslovaca -conocido como el 'Bronx eslovaco'-, y que Francisco quiso visitar antes de arrancar los actos oficiales de la tarde.

El centro, gestionado por las hijas de la Caridad de madre Teresa, acoge y cuida de los sin techo y los más necesitados de Bratislava. Y Bergoglio entró, después de saludar a los miles que le aguardaban en los alrededores. No estaba previsto que hablase, pero habló.

"Buenas tardes a todos. Estoy contento de visitar esta labor. Gracias por recibirme", apuntó Bergoglio entre la ovación del personal. "Agradezco mucho la labor de acogida, ayuda, acompañamiento de las hermanas, muchas gracias, y también a todos los niños que están aquí ahora".

El Señor siempre está con nosotros

"El Señor está con nosotros, cuando estamos felices, Él está con nosotros. Cuando tenemos momento de pruebas, el Señor siempre está cerca de nosotros, nos acompaña en todos los momentos de la vida, sobre todo en los de dificultad, no nos olvidemos de ello. Muchas gracias".

El Papa, en el Centro de Belén
El Papa, en el Centro de Belén

Un coro de niños esperaba al Papa, así como varios ancianos y discapacitados, a los que el Pontífice dedicó su tiempo. No se puede obviar: a Bergoglio le cambia la cara cuando está cerca de los que más sufren. El centro, dirigido por el padre Vitek, acoge a los  más pobres de entre los pobres. "Las hermanas suelen salir de sus casas y van a buscarlos al bosque, a las carreteras, bajo los puentes y los traen aquí. Pero su apostolado concierne también a todos los pobres, que están dispersos por todas partes", explica, en una entrevista con Vatican News.

Son los suburbios los que albergan a los más marginados: alcohólicos, drogadictos y muchos que viven en la calle. Las causas de este malestar son diversas. "Yo, por ejemplo, sigo a una persona que vive en la calle porque todavía no puede superar el asesinato de su familia por la mafia y durante 20 años no ha conseguido superar su soledad", explica el sacerdote.

"Aquí, las historias son muy diferentes, también hay muchos que están bien integrados y que ayudan. Pero el mayor problema es la pérdida de sentido de la vida. Por desgracia, no podemos ayudar a todos como nos gustaría y muchos acaban de nuevo en la calle", concluye.

Los suburbios de Bratislava

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