"No perdí el conocimiento", asegura el Papa sobre su último ingreso hospitalario Francisco mediará para que Rusia devuelva a los niños sacados a la fuerza de Ucrania: "Es un problema de humanidad, antes que un botín de guerra"

Rueda de prensa del Papa Francisco
Rueda de prensa del Papa Francisco Vatican Media

"La Santa Sede ha actuado como intermediaria en algunas situaciones de intercambio de prisioneros y fue bien", asegura el Papa en el vuelo de vuelta de Hungría

Tengamos cuidado de no perder esta tensión de ayuda que tenemos por los refugiados, esto concierne a todos"

Sobre su ingreso en el hospital: "No tenía ganas de comer, me tumbé un poco, no perdí el conocimiento, pero sí que había una fiebre muy alta y a las tres de la tarde el médico me llevó inmediatamente al hospital"

Sobre la devolución de fragmentos del Partenón: "Si has robado, debes devolver (...). Es bueno para todos. No acostumbrarse a meter la mano en el bolsillo de los demás"

"La Santa Sede ha actuado como intermediaria en algunas situaciones de intercambio de prisioneros y fue bien". El Papa Francisco se mostró a favor de mediar para traer de vuelta a los niños ucranianos llevados por la fuerza a Rusia a lo largo de estos meses de guerra, según confesó él mismo durante la rueda de prensa del vuelo de regreso de su viaje a Hungría.

Durante un breve turno de preguntas (el vuelo apenas duró hora y media), Bergoglio aseguró que el Vaticano "está dispuesto a hacerlo porque es justo, y hay que ayudar (...). Es un problema de humanidad, antes que un botín de guerra".

"Todos los gestos humanos ayudan, los gestos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible", confesó Bergoglio, quien pidió "no perder el entusiasmo" por ayudar al pueblo ucraniano, especialmente en el caso de muchas "mujeres que vienen a nuestros países: Italia, España, Polonia, Hungría, tantas mujeres que vienen con hijos y maridos, o son esposas... o están luchando en la guerra".

"Si el entusiasmo decae -advirtió el Papa-, estas mujeres se quedan sin protección, con el peligro de caer en manos de los buitres que siempre están buscando estas situaciones. Tengamos cuidado de no perder esta tensión de ayuda que tenemos por los refugiados, esto concierne a todos".

"No perdí el conocimiento"

Sobre su estado de salud, el Papa desmintió haber "perdido el conocimiento" antes de su último ingreso. "No tenía ganas de comer, me tumbé un poco, no perdí el conocimiento, pero sí que había una fiebre muy alta y a las tres de la tarde el médico me llevó inmediatamente al hospital", reveló Francisco. "Tuve una fuerte neumonía aguda, en la parte inferior del pulmón, gracias a Dios se lo puedo decir".

Sobre su presencia en Lisboa para la próxima Jornada Mundial de la Juventud Bergoglio bromeó apuntando que "de momento el viaje no se cancela", y anunciando que los próximos viajes (Marsella o Mongolia) siguen en pie. "El programa me mantiene en movimiento".

El Papa saludó a los periodistas en el vuelo de ida

Respecto a la devolución de algunos fragmentos de Partenón, el Papa fue claro:" Si has robado, debes devolver". "Este fue un gesto correcto, había que hacerlo", repondió Francisco, quien se preguntó que "si mañana vienen los egipcios y piden el obelisco, ¿qué haremos?". En todo caso, el Papa también anunció "la restitución de cosas indígenas" en Canadá y en Estados Unidos. "A veces, no se puede (devolver) no hay posibilidad política, real, concreto. Pero en la medida en que puedas devolver, por favor, hazlo", concluyó Francisco. "Es bueno para todos. No acostumbrarse a meter la mano en el bolsillo de los demás."

También tuvo palabras el Papa para la despoblación de Europa: "Hay países como Italia y España que no tienen hijos. Últimamente... el año pasado hablé en una reunión de familias sobre esto y últimamente he visto que el gobierno y otros gobiernos también hablan de ello. La media de edad en Italia es de 46 años, en España es aún más alta y hay pequeños pueblos desiertos. Un programa de migración, pero bien llevado con el modelo que algunos países han tenido con la migración -pienso por ejemplo en Suecia en la época de las dictaduras latinoamericanas- puede ayudar también a estos países que tienen una baja natalidad."

Esta es la transcripción (no oficial) de las preguntas

¿Cuál es su experiencia personal de las reuniones en Hungría?

Tuve una primera experiencia de encuentros en los años sesenta. Cuando muchos jesuitas húngaros habían sido expulsados de su país. Luego vino .... un colegio a veinte kilómetros de Buenos Aires y yo lo visitaba dos veces al mes. Luego también me relacioné con una compañía de laicos húngaros que trabajaban en Buenos Aires. No entendía el idioma. Pero entendí bien dos palabras: Gulash y Tokai (risas). Fue una buena experiencia. Me afectó mucho el dolor de ser refugiado y no poder volver a casa. Las monjas de Maximiliano María Kolbe se quedaron allí, escondidas en pisos para que el régimen no las echara. Luego supe más de todo el asunto para convencer al cardenal Mindszenty de que viniera a Roma. Y también viví el breve entusiasmo del 56 y luego la decepción.

¿Ha cambiado su opinión desde entonces?

No ha cambiado; se ha enriquecido. En el sentido de que los húngaros que he conocido tienen una gran cultura....

¿Qué idioma hablaban?

Normalmente hablaban alemán o inglés. El húngaro no se habla fuera de Hungría. Sólo en el Paraíso porque dicen que se tarda una eternidad en aprenderlo (risas).

Santo Padre, usted ha lanzado un llamamiento a abrir -a reabrir- las puertas de nuestro egoísmo a los pobres, a los emigrantes, a los que no están en regla. En su encuentro con el Primer Ministro húngaro Orbán, ¿le pidió que reabriera las fronteras de la ruta de los Balcanes que ha cerrado? Luego, en los últimos días, también se reunió con el Metropolitano Hilarión: ¿pueden Hilarión y el propio Orbán convertirse en canales de apertura hacia Moscú para acelerar un proceso de paz para Ucrania, o hacer posible una reunión entre usted y el Presidente Putin? Gracias.

Creo que la paz siempre se hace abriendo canales, nunca se puede hacer la paz cerrándolos. Invito a todos a abrir relaciones, canales de amistad... Esto no es fácil. Hice el mismo discurso en general, lo hice con Orbán y lo hice en todas partes. Sobre la migración: Creo que es un problema que Europa debe tomar en sus manos, porque hay cinco países que son los que más sufren: Chipre, Grecia, Malta, Italia, España, porque son los países mediterráneos y la mayoría desembarca allí. Y si Europa no se hace cargo de esto, de un reparto justo de los inmigrantes, el problema sólo será de estos países. Creo que Europa debe hacer sentir a la gente que es la Unión Europea incluso frente a esto. Hay otro problema que está relacionado con la migración, y es la tasa de natalidad. Hay países como Italia y España que no tienen hijos. Últimamente... el año pasado hablé en una reunión de familias sobre esto y últimamente he visto que el gobierno y otros gobiernos también hablan de ello. La media de edad en Italia es de 46 años, en España es aún más alta y hay pequeños pueblos desiertos. Un programa de migración, pero bien llevado con el modelo que algunos países han tenido con la migración -pienso por ejemplo en Suecia en la época de las dictaduras latinoamericanas- puede ayudar también a estos países que tienen una baja natalidad. Entonces, al final, ¿cuál ha sido la última? Ah, sí, Hilarión: Hilarión es alguien a quien respeto mucho, y siempre hemos tenido una buena relación. Tuvo la amabilidad de venir a verme, después fue a misa y también le vi aquí en el aeropuerto. Hilarion es una persona inteligente con la que se puede hablar, y hay que mantener estas relaciones, porque si hablamos de ecumenismo -esto me gusta, esto no me gusta...- debemos tener la mano tendida con todo el mundo, incluso recibir la mano [de ellos...]. Con el Patriarca Kirill sólo he hablado una vez desde que empezó la guerra, 40 minutos para acercarme, luego a través de Antonio, que está ahora en el lugar de Hilarión, que viene a verme: es un obispo que fue párroco en Roma y conoce bien el ambiente, y siempre a través de él estoy en conexión con Kirill. Hay un encuentro que íbamos a tener en Jerusalén en julio o junio del año pasado, pero se suspendió a causa de la guerra: habrá que hacerlo. Y luego, con los rusos tengo una buena relación con el embajador que ahora se va, embajador durante siete años en el Vaticano, es un gran hombre, un hombre comme il faut. Una persona seria, culta, muy equilibrada. La relación con los rusos es principalmente con este embajador. No sé si lo he dicho todo. ¿Eso fue todo? ¿O me he comido algo?

El Papa besó la cruz pectoral de Hilarión
El Papa besó la cruz pectoral de Hilarión Vatican Media

¿Podrían Hilarión y también Orbán acelerar de alguna manera el proceso de paz en Ucrania y también hacer posible una reunión entre usted y Putin, si pueden actuar -entre comillas- como intermediarios?

Te imaginas que en esta reunión no sólo hablamos de Caperucita Roja, ¿verdad? hablamos de todas estas cosas. Hablamos de esto porque todo el mundo está interesado en el camino hacia la paz. Yo estoy dispuesto. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario. Además, ahora hay una misión en marcha, pero todavía no es pública. Vamos a ver cómo... Cuando sea pública lo diré.


La próxima parada es Lisboa, ¿cómo se encuentra de salud? Nos tomó por sorpresa cuando fue al hospital, dijo que se desmayó, ¿se siente con energía para ir a la JMJ? ¿Y le gustaría un evento con jóvenes ucranianos y rusos como signo para las nuevas generaciones?

En primer lugar la salud. Lo que tuve fue una fuerte enfermedad al final de la audiencia del miércoles, no tenía ganas de comer, me tumbé un poco, no perdí el conocimiento, pero sí que había una fiebre muy alta y a las tres de la tarde el médico me llevó inmediatamente al hospital. Tuve una fuerte neumonía aguda, en la parte inferior del pulmón, gracias a Dios se lo puedo decir, hasta tal punto que el organismo, el cuerpo, respondió bien. Gracias a Dios. Esto es lo que tuve. Sobre Lisboa: el día antes de partir hablé con el obispo Amerigo que vino a ver cómo están las cosas allí, iré, iré. Espero hacerlo, ya ves que no es lo mismo que hace dos años, con la caña, ahora está mejor, de momento el viaje no se cancela. Luego está el viaje a Marsella, luego está el viaje a Mongolia, luego está el último que no recuerdo dónde... aun así el programa me mantiene en movimiento.

Papa y niñas ucranianas
Papa y niñas ucranianas

¿Y sobre la juventud de Rusia y Ucrania?

Americo tiene algo en mente, está preparando algo, me lo ha dicho. Lo está preparando bien.

Santo Padre, quería preguntarle algo un poco diferente: hace poco hizo usted un gesto ecuménico muy fuerte, donó a Grecia tres fragmentos de las esculturas del Partenón de los Museos Vaticanos. Este gesto también ha tenido eco fuera del mundo ortodoxo, porque en muchos museos de Occidente se está debatiendo precisamente el regreso de la época colonial, como un acto de justicia hacia estos pueblos. Quería preguntarle si también está disponible para otras restituciones. Pienso en los pueblos y grupos indígenas de Canadá que han solicitado la devolución de objetos de las colecciones vaticanas, como parte del proceso de reparación por los daños sufridos durante el período colonial.

Santo Padre: Pero éste es el séptimo mandamiento: si has robado, debes devolver. Pero, hay toda una historia, que a veces las guerras y la colonización llevan a tomar la decisión de tomar lo bueno de los demás. Este fue un gesto correcto, había que hacerlo: el Partenón, dar algo.

Y si mañana vienen los egipcios y piden el obelisco, ¿qué haremos?
Pero ahí hay que hacer un discernimiento, en cualquier caso. Y luego la restitución de cosas indígenas está en marcha, con Canadá, al menos acordamos hacerlo. Ahora preguntaré cómo va eso. La experiencia con los aborígenes en Canadá ha sido muy fructífera. Incluso en Estados Unidos los jesuitas están haciendo algo, con ese grupo de indígenas dentro de Estados Unidos. El general me lo dijo el otro día.

Pero volvamos a la restitución. En la medida en que se puede restituir, que es necesario, que es un gesto, que es... mejor hacerlo. A veces no se puede, no hay posibilidad política, real, concreta. Pero en la medida en que puedas devolver, por favor, hazlo; es bueno para todos. No acostumbrarse a meter la mano en el bolsillo de los demás.

Fragmento del Partenón
Fragmento del Partenón

Eva Fernández: El Primer Ministro ucraniano le ha pedido ayuda para traer de vuelta a los niños, llevados a la fuerza a Rusia. ¿cree que le ayudará?

Papa: Creo que sí porque la Santa Sede ha actuado como intermediaria en algunas situaciones de intercambio de prisioneros, y a través de la embajada fue bien, creo que esto también puede ir bien. Es importante, la Santa Sede está dispuesta a hacerlo porque es justo, es una cosa justa y hay que ayudar, para que esto no sea un casus belli, sino un caso humano. Es un problema de humanidad antes que un problema de un botín de guerra. Todos los gestos humanos ayudan, los gestos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible.

Pienso también, quiero decirlo, en las mujeres que vienen a nuestros países: Italia, España, Polonia, Hungría, tantas mujeres que vienen con hijos y maridos, o son esposas... o están luchando en la guerra. Es verdad que ahora mismo se les está ayudando, pero no debemos perder el entusiasmo por hacerlo, porque si el entusiasmo decae, estas mujeres se quedan sin protección, con el peligro de caer en manos de los buitres que siempre están buscando estas situaciones. Tengamos cuidado de no perder esta tensión de ayuda que tenemos por los refugiados, esto concierne a todos.

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