"Como signo de la comunión espiritual que une a nuestras dos Iglesias" El Papa anuncia, ante Tawadros, la inclusión de los coptos asesinados por el Estado Islámico en 2015 en el Martirologio Romano

Asesinato de los coptos
Asesinato de los coptos Agencias

El 15 de febrero de 2105, 21 coptos fueron asesinados por el Estado Islámico en Libia. Unos "mártires bautizados no solo en el agua y el Espíritu, sino también en sangre"

Bergoglio reivindica un "fructífero diálogo" entre la Iglesia católica "y toda la familia de las Iglesias Ortodoxas orientales", sobre la base de que "la unidad que prevemos no significa la absorción de una por la otra ni la dominación de una sobre la otra"

El 15 de febrero de 2105, 21 coptos fueron asesinados por el Estado Islámico en Libia. Unos "mártires bautizados no solo en el agua y el Espíritu, sino también en sangre", tal y como destacó esta mañana el Papa Francisco durante un encuentro con el jefe de la Iglesia copta ortodoxa, Tawadros II, en el Palacio Apostólico.

Una sangre, añadió Bergoglio, "que es semilla de unidad para todos los seguidores de Cristo" por lo que, anunció, "con el consentimiento de Su Santidad, estos 21 mártires serán incluidos en el Martirologio Romano como signo de la comunión espiritual que une a nuestras dos Iglesias".

El anunció se efectuó antes de que ambos líderes se recogieran en oración en la capilla Redemptoris Mater, al término de un discurso en el que Francisco agradeció la visita del Papa copto para conmemorar el jubileo del histórico acuerdo entre Pablo VI y Shenouda III de 1973, que puso las bases del encuentro ecuménico entre ambas iglesias.

Francisco, con Tawadros II, en la audiencia de ayer

"En el camino ecuménico, es importante mirar siempre hacia adelante", incidió el Papa, quien recordó cómo aquella reunión, la primera entre el Obispo de Roma y el líder copto, "marcó el final de una disputa teológica que se remontaba al Concilio de Calcedonia", y puso las bases para un "fructífero diálogo" entre la Iglesia católica "y toda la familia de las Iglesias Ortodoxas orientales", sobre la base de que "la unidad que prevemos no significa la absorción de una por la otra ni la dominación de una sobre la otra".



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