Francisco dedica la misa a los periodistas, "que arriesgan mucho y trabajan bastante" El Papa advierte de las "mafias espirituales" que impiden ver la luz de Dios

“No tengamos miedo al Señor, él está cerca, ha venido para salvarnos. No tengamos miedo a la luz de Jesús”. El Papa hizo un llamamiento de dejar nuestras oscuridades, esas “mafias espirituales” que nos impiden encontrar a Jesús, en una misa que dedicó a “los hombres y mujeres que trabajan en los medios de comunicación, que en este tiempo de pandemia arriesgan mucho, y trabajan bastante. Que el Señor les ayude en este trabajo de transmisión siempre de la verdad”.

“La misión de Jesús es iluminar”, arrancó Bergoglio su homilía. Es “la promesa de la luz que iluminará al mundo”, que “estaba en las tinieblas”. Y la misión de los apóstoles, y de todos los creyentes. No es fácil: “El drama de la luz de Jesús es que ha sido rechazado. Ya desde el inicio del Evangelio de Juan lo dice claramente: Fue donde los suyos, y los suyos no lo acogieron. Amaban más las tinieblas que la luz”.

Esclavos de la oscuridad

Y es que “es fácil acostumbrarse a las tinieblas, vivir en las tinieblas”. Son los que “no saben, no pueden aceptar la luz, son esclavos de la oscuridad. Lo que Jesús hace es iluminar, traer la luz, nos hace ver la libertad, el camino a seguir... pero con la luz de Jesús”, explicó el Papa.

“Jesús nos trae la luz, pero la gente, su gente, lo ha rechazado. Estaban tan acostumbrados a la oscuridad que no podían ver”, lamentó Francisco. “Este es el drama de nuestro pecado, porque nos ciega, no podemos tolerar la luz. Tenemos los ojos enfermos”.

Vicios, mundanidad, soberbia

Precisamente, añadió, “la conversión es pasar de la oscuridad a la luz”. Pero ¿qué cosas 'enferman' los ojos de la fe? “Los vicios, el espíritu mundano, la soberbia. Estas tres cosas nos llevan a hacer una sociedad con los otros, para permanecer seguros en la oscuridad. Muchas veces hablamos de las mafias, ¡es esto! Existen las mafias espirituales, las mafias domésticas, buscando a alguien para cubrirse y permanecer siempre en las tinieblas. No es fácil vivir en la luz, porque la luz nos hace ver tantas cosas feas dentro de nosotros que no queremos ver: vicios, pecados...”.

“Jesús nos dice que es la luz que viene, no a condenar sino a salvar al mundo. Ten coraje, déjate iluminar, soy yo quien te lleva a la salvación, yo no te condeno, yo te salvo de las tinieblas que tenemos dentro, la oscuridad de la vida social, personal, política, nacional, internacional que tenemos adentro”, subrayó Francisco. “El Señor nos salva, pero nos pide que primero tengamos el coraje de ver nuestra tinieblas, para dejar que el Señor nos salve”.