"La identidad cristiana no es un papel que dice que soy cristiano, es el discipulado" El Papa agradece a los medios de comunicación su trabajo "para ayudar a soportar este tiempo de clausura"

“Por todos los que trabajan en los medios de comunicación, que trabajan para comunicar hoy y que la gente no se encuentre tan aislada. Para la educación de los niños, por la información, para ayudar a soportar este tiempo de clausura”. El Papa quiso dedicar la misa de hoy a los profesionales de los medios de comunicación, fundamentales en estos tiempos de coronavirus.

El Evangelio es comunicación, y también discusión, como lo demuestra el capítulo 8 de Juan, sobre el que giran las meditaciones de los últimos días en Santa Marta. En esta ocasión, con la “fuerte discusión entre Jesús y los Doctores de la Ley”, a los que el maestro “hace ver sus propias contradicción”. Los doctores, lamentó Francisco, “no encuentran otra salida más que el insulto. Es una de las páginas más tristes, la de los insultos”.

Permanecer en Jesús

Abundando en la cuestión, el Papa se centró en la identidad cristiana, que se basa en una petición constante de Jesús a sus discípulos: “Si permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”. Permaneced, una palabra esencial. “Jesús no dice 'Estudien bien, aprendan bien'.... eso lo da por descontado. Él va a la cosa más importante: permanecer. Y aquellos que o hacen tienen una propia identidad cristiana. ¿Cuál? Ser discípulos de Jesús”.

Porque, añadió, “la identidad cristiana no es un papel que dice que soy cristiano, es el discipulado”. “Tú, si permaneces en el Señor, en su palabra, en la vida del señor, será discípulo. Si no permaneces, serás un simpatizante de la doctrina, que sigue a Jesús, como un hombre que hace beneficencia, que tiene valores justos... Pero el discipulado es la verdadera identidad del cristiano”, explicó el Pontífice. “Es el discipulado lo que nos dará la libertad. El discípulo es un hombre libre porque permanece en el Señor”.

¿Y esto qué significa? “Dejarse llevar por el Espíritu Santo, ser un hombre de tradición y la novedad, un hombre libre, no sujeto a ideologías o doctrinas eclesiales, doctrinas que pueden discutirse... No: el que permanece en el Señor, es el Espíritu quien lo inspira”. Un Espíritu que es “huésped del alma”, pero solo “si nosotros permanecemos en el Señor”.

“Pidamos al Señor que nos haga conocer la sabiduría de permanecer en Él, que nos haga conocer aquella familiaridad con el Espíritu. El Espíritu Santo nos da la libertad, y esta es la unción”, culminó Francisco. “Quien permanece en el Señor es un discípulo, y el discípulo es un ungido, que ha recibido el Espíritu y lo lleva hacia adelante. Este es el camino que Jesús nos pide para la libertad, y también para la vida. El discipulado y la unción que reciben aquellos que permanecen en el Señor”.