"El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, está perturbando el  ciclo del agua en el planeta" El Papa llama a "estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y climática", y "poner fin a esta insensata guerra contra la creación"

El Papa invita al cuidado de la Creación
El Papa invita al cuidado de la Creación Greg Rosenke/Unsplash

El Papa invita a "escuchar el latido materno de la tierra" en su Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebra el 1 de septiembre

"En este Tiempo de la Creación, detengámonos en estos latidos del corazón: el nuestro, el de  nuestras madres y abuelas, el latido del corazón creado y del corazón de Dios. Hoy no están en  armonía, no laten juntos en la justicia y en la paz. A muchos se les impide de beber en este río vigoroso. Escuchemos entonces la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y  climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación"

"Debemos decidir transformar nuestros  corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad"

"Un enfoque integral requiere  poner en práctica el respeto ecológico en cuatro direcciones: hacia Dios, hacia nuestros semejantes  de hoy y de mañana, hacia toda la naturaleza y hacia nosotros mismos"

"Debemos transformar las políticas públicas que gobiernan nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy de mañana"

"Como los ríos que se  alimentan de miles de minúsculos arroyos y torrentes más grandes, el proceso sinodal iniciado en  octubre de 2021 invita a todos los componentes, en su dimensión personal y comunitaria, a  converger en un río majestuoso de reflexión y renovación. Todo el Pueblo de Dios es acogido en un  apasionante camino de dialogo y conversión sinodal"

"En este Tiempo de la Creación, detengámonos en estos latidos del corazón: el nuestro, el de nuestras madres y abuelas, el latido del corazón creado y del corazón de Dios. Hoy no están en  armonía, no laten juntos en la justicia y en la paz. A muchos se les impide de beber en este río vigoroso. Escuchemos entonces la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y  climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación". El Papa Francisco ha hecho un llamamiento hacia la justicia climática, denunciando "el consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, está perturbando el  ciclo del agua en el planeta", en su mensaje para la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará el 1 de septiembre y que hoy se ha hecho público.

Bajo el lema 'Que la justicia y la paz fluyan', Bergoglio recuerda que "Dios quiere que reine la justicia,  que es esencial para nuestra vida de hijos a imagen de Dios, como el agua lo es para nuestra supervivencia física", manteniendo "una justa relación con Dios, la humanidad y la naturaleza". Sólo así, afirma el Papa, "la justicia y la paz pueden fluir".

La soledad del Papa en el lago de Santa Ana
La soledad del Papa en el lago de Santa Ana

Recordando su viaje de hace un año a Canadá, y su oración al pie del lago de santa Ana, Francisco llama a "escuchar el latido materno de la tierra" para "acompasar los ritmos de la vida con los de la creación que nos da la vida".

Latidos de la creación

"En este Tiempo de la Creación, detengámonos en estos latidos del corazón: el nuestro, el de  nuestras madres y abuelas, el latido del corazón creado y del corazón de Dios", que hoy no están en armonía, y que sufren, especialmente, "las víctimas de la injusticia ambiental y climática", en lo que el Papa califica como "insensata guerra contra la creación". 

"Vemos los efectos de esta guerra en los muchos ríos que se están secando (...). El consumismo rapaz, alimentado por corazones egoístas, está perturbando el  ciclo del agua en el planeta. El uso desenfrenado de combustibles fósiles y la tala de los bosques están produciendo un aumento de las temperaturas y provocando graves sequías", lamenta el Papa, que apunta a la sequía como uno de los grandes desafíos de la Humanidad, sumada a la contaminación de las fuentes de agua llevadas a cabo por "industrias depredadoras" que llevan a cabo "prácticas extremas como la fracturación hidráulica, para la extracción  de petróleo y gas, los proyectos de mega-extracción descontrolada y la cría intensiva de animales".

"Una acción urgente por el clima puede garantizarnos no perder la ocasión de crear un  mundo más sostenible y justo. Podemos, debemos evitar que se verifiquen las consecuencias peores", confía Francisco, quien aboga por la responsabilidad de los hombres y mujeres de fe. "¿Cómo podemos contribuir al río poderoso de la justicia y de la paz en este Tiempo de la  Creación? ¿Qué podemos hacer nosotros, sobre todo como Iglesias cristianas, para sanar nuestra  casa común de modo que vuelva estar llena de vida?", se pregunta el Papa. "Debemos decidir transformar nuestros  corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad".  

Un enfoque integral, en cuatro direcciones

Así, el Papa invita a renovar la "conversión ecológica" de la que hablaba Juan Pablo II, con un "enfoque integral" que asegure "el respeto ecológico en cuatro direcciones: hacia Dios, hacia nuestros semejantes  de hoy y de mañana, hacia toda la naturaleza y hacia nosotros mismos". 

En primer lugar, comprendiendo que "creación y redención son inseparables". En segundo término, "transformando nuestros estilos de vida". "Arrepintámonos de nuestros 'pecados ecológicos', como advierte mi hermano, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo", resalta Francisco, quien aboga por adoptar "estilos de vida que impliquen menos desperdicio y menos consumo innecesarios, sobre todo allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles". 

Al tiempo, reclama el Papa, "colaboremos en la continua creación de Dios a través de decisiones positivas, haciendo un uso lo más moderado posible de los recursos, practicando una gozosa sobriedad,  eliminando y reciclando los desechos y recurriendo a los productos y a los servicios, cada vez más  disponibles que son ecológicamente y socialmente responsables". Finalmente, "debemos transformar las políticas públicas que gobiernan nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy de mañana". 

Injusticia hacia los pobres y hacia nuestros hijos

Y es que, añade el Papa, "las políticas económicas que favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones de  degradación para muchos determinan el final de la paz y la justicia", recordando la "deuda ecológica" que, durante años, han contraído las naciones más ricas. En este punto, Francisco reclama a los líderes que se encontrarán en la cumbre COP28 de Dubái, del 30 de noviembre al 12 de diciembre, "escuchar la ciencia e iniciar una transición rápida y equitativa para poner fin a la era  de los combustibles fósiles", tal y como reza el Acuerdo de París.

"Levantemos la voz para detener esta injusticia hacia los pobres y hacia nuestros hijos, que sufrirán las peores consecuencias del cambio climático. Hago un llamado a todas las personas de buena voluntad para que actúen en base a estas orientaciones  sobre la sociedad y la naturaleza", escribe Francisco. 

Creación y sinodalidad

En paralelo, el Papa recuerda que, este año, el cierre del Tiempo de la Creación coincidirá con la apertura del Sínodo sobre la Sinodalidad. "Como los ríos que se  alimentan de miles de minúsculos arroyos y torrentes más grandes, el proceso sinodal iniciado en  octubre de 2021 invita a todos los componentes, en su dimensión personal y comunitaria, a  converger en un río majestuoso de reflexión y renovación. Todo el Pueblo de Dios es acogido en un  apasionante camino de dialogo y conversión sinodal", explica el Papa.  

Sinodalidad
Sinodalidad

En este sentido, recuerda que "la Iglesia es una comunión de innumerables Iglesias locales, comunidades religiosas y asociaciones  que se alimentan de la misma agua", pidiendo que "todas confluyan en el vasto océano del amor misericordioso de Dios".

"Como un río es  fuente de vida para el ambiente que lo circunda, así nuestra Iglesia sinodal debe ser fuente de vida  para la casa común y para todos aquellos que la habitan. Y como un río da vida a toda clase de  especies animales y vegetales, también una Iglesia sinodal debe dar vida sembrando justicia y paz  en cualquier lugar a donde llegue" finaliza su mensaje, insistiendo en la necesidad de que "en este Tiempo de la Creación, como seguidores de Cristo en nuestro común camino  sinodal, vivamos, trabajemos y oremos para que nuestra casa común esté llena nuevamente de vida".

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