El Papa vuelve a pedir la libertad de los rehenes de Hamás y el fin de la violencia en Gaza Francisco: "¡Que las armas se detengan, nunca traen la paz! ¡Basta, hermanos, basta!"

Francisco, hoy, en el Angelus
Francisco, hoy, en el Angelus

"Que en Gaza se socorra a los heridos, se proteja a los civiles, se permita hacer llegar la ayuda humanitaria, que se liberen a los rehenes, entre los que se encuentran tantos niños y ancianos"

"Todo ser humano, judío, cristiano, musulmán, es sagrado y tiene derecho a vivir en paz"

"Significa saber dar espacio al silencio, para ser capaces de escuchar. Significa saber renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros"

"Hoy estamos muy  atentos a las apariencias, lo que nos importa es cuidar bien nuestra imagen y dar una buena impresión ante los  demás. Pero Jesús dice que la sabiduría de la vida está en otra dimensión: en cuidar lo que no se ve, pero que  es más importante, porque está dentro de nosotros"

"Sigo la gravísima situación en Israel y Palestna, estoy cerca de todos los que sufren, palestinos e israelíes, los abrazo en este momento oscuro. ¡Que las armas se detengan, nunca traen la paz! Que el conflicto no se extienda. Basta hermanos, basta". El Papa Francisco volvió a hacer un llamamiento por la paz en Gaza durante el rezo del Angelus, en una petición que extendió a Sudán y a Ucrania.

"Que en Gaza se socorra a los heridos, se proteja a los civiles, se permita hacer llegar la ayuda humanitaria, que se liberen a los rehenes, entre los que se encuentran tantos niños y ancianos", reclamó Bergolio. "Cada ser humano, judío, cristiano o musulmán, de cualquier raza o religión, todo ser humano es sagrado. Tienen derecho a vivir en paz. No perdamos la esperanza, recemos, trabajemos sin descanso para que la humanidad prevalezca sobre la dureza de los corazones".

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En un nuevo y concurrido Angelus desde la plaza de San Pedro, Francisco hizo referencia a la parábola de las vírgentes prudentes y necias, que esperan al esposo. "Veamos en qué  consisten la sabiduría y la necedad", subrayó el Papa, recalcando que "la diferencia entre la sabiduría y la necedad no  está, pues, en la buena voluntad. Tampoco radica en la prontitud con la que llegan al encuentro: todas están  allí con sus lámparas, a la espera. La diferencia entre las sabias y las necias es otra: la preparación".

Atentos a las apariencias

La diferencia etá en el aceite, "que no se ve: está dentro de las lámparas, no llama  la atención, pero sin él las lámparas no dan luz", explicó Bergoglio, estableciendo un paralelismo con nuestra vida, que "corre el mismo riesgo: hoy estamos muy  atentos a las apariencias, lo que nos importa es cuidar bien nuestra imagen y dar una buena impresión ante los  demás. Pero Jesús dice que la sabiduría de la vida está en otra dimensión: en cuidar lo que no se ve, pero que  es más importante, porque está dentro de nosotros".

Banderas de Ucrania en la plaza de san Pedro
Banderas de Ucrania en la plaza de san Pedro

"Es el cuidado de la vida interior. Significa saber detenerse para escuchar el corazón, atender los pensamientos y los sentimientos", incidió. "Significa saber dar espacio al silencio, para ser capaces de escuchar. Significa saber renunciar al tiempo pasado delante de la pantalla del teléfono para mirar la luz en los ojos de los demás, en el propio corazón, en la mirada de Dios hacia nosotros".

"Significa, sobre todo para quienes desempeñan un rol en la Iglesia, no dejarse atrapar por el activismo, sino dedicar tiempo al Señor, a la escucha de su Palabra, a la adoración", aclaró.

Fieles en la plaza de San Pedro
Fieles en la plaza de San Pedro

"La vida interior no se improvisa"

En este sentido, el Papa recordó el "consejo adecuado" que da el Evangelio. "La vida interior no se improvisa, no es una cuestión de un momento, de vez en cuando, de una  vez para siempre; hay que prepararla dedicando un poco de tiempo cada día, con constancia, como se hace  para cada cosa importante". 

"Entonces, podemos preguntarnos: ¿qué estoy preparando en este momento de la vida? Quizá estoy  intentando ahorrar algo, estoy pensando en una casa o en un coche nuevo, en proyectos concretos... Son cosas  buenas. Pero, ¿estoy pensando también en dedicar tiempo al cuidado del corazón, a la oración y al servicio a  los demás, al Señor que es la meta de la vida? En definitiva, ¿cómo está el aceite de mi alma, lo alimento y lo  conservo bien?", se preguntó.

Sudán, Ucrania, COP28

Al término del rezo del Angelus, y además de la llamada a la paz en Tierra Santa, Francisco recordó cómo "desde hace meses, Sudán está impregnada en una Guerra Civil que no parece detenerse y está provocando numerosas víctimas, desplazados internos y refugiados. Estoy cercano a los sufirmientos de la querida población del Sudán, y renuevo un fervoroso llaamiento a las autoridades para permitir la ayuda humanitaria al país".

"No nos olvidemos de estos hermanos que están en prueba", añadió el Papa, saludando a los peregrinos ucranianos. "Rezo por la paz en vuestro martirizado país. Hermanos, no nos olvidemos de la martirizada Ucrania, no la olvidemos".

Finalmente, Francisco también recordó los dos años de la plataforma Laudato Si. "Animo que se prosiga el camino de conversión ecológica. Recemos por la conferencia del cambio climático COP28, que está cerca".

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