La 'confesión' de Francisco en el vuelo papal: "Era un deber ir a Irak, una tierra martirizada"

Francisco ya está en Irak. Pocos minutos antes de las doce del mediodía (14 horas en Bagdad), el vuelo papal aterrizaba en la capital del país. A los pies de la escalerilla, le esperaban las autoridades religiosas (el Nuncio sigue de cuarentena), así como el primer ministro del país, y dos niños que le hicieron entrega de unas flores. Bajo un viento de impresión, que volteaba una y otra vez las faldas de la casulla papal y le obligaron a guardar el solideo.

Todo ello, antes de dirigirse, entre el sonido de una Orquesta que tocaba el Himno de la Alegría, en un vehículo blindado al palacio presidencial de Bagdad, donde le espera el presidente y el Cuerpo Diplomático iraquí, ante quienes pronunciará el primero de los siete discursos que se prevé dará en este histórico viaje.

Sin embargo, como viene siendo habitual -y, en esta ocasión, respetando la distancia de seguridad-, Bergoglio quiso saludar a los periodistas, unos 75 (entre ellos, nuestro corresponsal, Hernán Reyes), que viajan con él hasta Irak. En unas breves declaraciones, avanzadas por Efe, Francisco reivindica la decisión de acudir a la cuna de Abraham, pese a los riesgos de la pandemia y las amenazas de atentado por parte del Estado Islámico, que le han obligado a aceptar unas imponentes medidas de seguridad, nunca vistas en este pontificado.

"Era un deber ir a Irak, una tierra martirizada", declaró el Papa, quien mostró su intención de estar cerca de los cristianos perseguidos, y de toda la población iraquí, a quien llevará, como señaló en su video mensaje de ayer, un mensaje de paz y reconciliación frente a un pasado marcado por la guerra, la violencia y la destrucción.

Mensaje al pueblo palestino

El vuelo papal pasó por Italia, Grecia, Chipre, Israel y Jordania, antes de sobrevolar suelo iraquí. Como es costumbre, Francisco envió telegramas a los presidentes de estos países. Y, en un gesto inédito, también lo hizo con la Autoridad Nacional Palestina: "Mientras sobrevuelo los territorios palestinos durante mi vuelo a Irak, extiendo mis saludos cordiales a su excelencia y todos sus queridos ciudadanos", dijo Francisco a Mahmud Abás. "Rezo para que el Altisimo bendiga a los palestinos con paz y bienestar", añadió el papa en el texto.

"En el momento en que dejo Roma para ir a Irak, peregrino de la paz y la fraternidad entre los pueblos. Me complace dirigirle mis respetuosos saludos, señor Presidente, que acompaño con fervientes deseos de serenidad y prosperidad para el querido pueblo italiano", señaló en un mensaje dirigido a Mattarella, similar al dirigido al presidente de Chipre y la presidenta de Grecia, así como a los máximos responsables de Jordania e Israel.

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