La activista yazidí se reúne con el Pontífice con el drama de las mujeres afganas de fondo El "gracias" de Nadia Murad al Papa Francisco

Nadia Murad y su marido, con el Papa Francisco
Nadia Murad y su marido, con el Papa Francisco

La conversación de ayer entre el Papa y el Premio Nobel de la Paz 2018 estuvo marcada por la estima y la gratitud. Era el tercer encuentro entre ellos

En el pasado, Francisco dijo que quería visitar Iraq después de leer el libro de Nadia Murad, en el que la joven relataba su secuestro por el Isis en 2014. Hoy ha expresado su agradecimiento en un tuit

"Doy las gracias al Papa por acogerme una vez más en el Vaticano". Así lo dijo la joven Premio Nobel de la Paz, Nadia Murad, en Twitter al día siguiente de su encuentro con Francisco en el Vaticano. "Hablamos de la importancia de apoyar a los yazidíes y a otras minorías en Iraq. A la luz de los trágicos acontecimientos de Afganistán, hablamos de la necesidad de defender a las mujeres y a las supervivientes de la violencia sexual". 

Recordamos que Nadia Murad, en agosto de 2014, fue secuestrada y mantenida como rehén por el autodenominado Estado Islámico. En el ataque a su pueblo yazidí, perdió a sus seis hermanos y a su madre. Durante tres meses fue maltratada y esclavizada, luego con su huida recuperó la libertad, trasladándose a Alemania y comenzando su importante compromiso social. Desde septiembre de 2016, se convirtió en embajadora de la ONU por la dignidad de las supervivientes de la trata de personas y en 2018 recibió el Premio Nobel de la Paz y luego fundó Nadia's Initiative, una organización para ayudar a las mujeres víctimas de la violencia. En febrero de 2021, enterró los restos de dos de sus hermanos en su ciudad natal, Kocho.

Junto con su marido, Nadia Murad mantuvo el jueves un encuentro con el Papa Francisco. Esta era la tercera vez tras la participación de la Nobel de la Paz en la audiencia general del 3 de mayo de 2017 y tras su encuentro privado del 20 de diciembre de 2018. En esta última ocasión, Murad había regalado al Pontífice su libro autobiográfico "La última muchacha", centrado en su terrible experiencia en manos del Isis.

Esa historia, marcada por el sufrimiento y el dolor, impulsó al Papa Francisco a ir a Iraq el pasado mes de marzo. Él mismo lo confesó en un diálogo con periodistas en el vuelo de regreso a Roma.

“Nadia Mourad ahí cuenta esa cosa terrorífica, terrorífica… Les aconsejo que lo lean. En algunos puntos, como es biográfico, puede parecer un poco pesado, pero para mí este es el telón de fondo de mi decisión. Ese libro trabajaba dentro, dentro… Y también cuando escuché a Nadia, que vino aquí a contarme las cosas… ¡Terrible! Después, con el libro todas estas cosas juntas han hecho la decisión, pensándolas todas, todas las problemáticas, tantas… Pero al final ha venido la decisión y la he tomado.”

"Me alegro de que mi historia se quedara con él y de que se sintiera llamado a llevar este mensaje a Iraq". Así lo ha manifestado Nadia en una entrevista concedida a Vatican News en la que ha recordado cómo la defensa de la causa de los yazidíes por parte del Papa Francisco es "un ejemplo para que otros líderes religiosos de la región amplíen el mensaje de tolerancia hacia las minorías religiosas como los yazidíes".

Pensamientos para las mujeres afganas

Hoy en día, en el corazón de Nadia, como se reitera en las redes sociales, sigue habiendo preocupación por las mujeres afganas. Ya el 16 de agosto expresó en Twitter su dolor por lo ocurrido en el país. "Kabul -escribió- cayó el mismo día que mi pueblo cayó en manos de Isis hace 7 años. La comunidad internacional debe ocuparse de las repercusiones antes de que se repita la tragedia". Ese mismo día renovó su llamamiento a los talibanes para que no priven a las mujeres de sus derechos y libertades. "Sé lo que ocurre cuando el mundo pierde de vista a las mujeres y niñas en crisis. Cuando se mira hacia otro lado, se hace la guerra al cuerpo de las mujeres. Esto no debe ocurrir en Afganistán".

En Vatican News, Nadia también quiso enviar un mensaje a las mujeres víctimas de la guerra y la violencia. Estas palabras son una invitación, también a la luz de los acontecimientos actuales, a no sentirse abandonadas:

“También me gustaría decir: "No están solas". Más de un tercio de las mujeres de todo el mundo sufren violencia sexual. Esto no significa que tengamos que aceptarla. En todas las comunidades hay mujeres que sobreviven, se oponen y denuncian. Cuando nos unimos para luchar por nuestros derechos, el cambio es imparable.”

Volver arriba