Apostillas del corresponsal de RD, junto al Papa en Mongolia (II) De Silvina a Tsetsege: las 'mujeres' del Papa en su histórico viaje a Mongolia

Mural en homenaje al Papa junto a la catedral de Ulán-Bator
Mural en homenaje al Papa junto a la catedral de Ulán-Bator Vatican Media

Por primera vez en sus 43 viajes como Papa, Francisco llevó a una mujer laica en la delegación oficial del Vaticano para la visita que inició en Mongolia. Se trata de la argentina Silvina Pérez, directora de la edición semanal en español del diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano

"Peregrino de paz en este país joven y antiguo, moderno y rico de tradición, estoy honrado de recorrer las vías del encuentro y la amistad que generan esperanza", escribió el Papa en el libro de honor

Uno de los puntos más característicos son las pinturas hechas por el artista surcoreano Cho que representa a los cuatro Evangelistas de la tradición católica con forma de animales: en la cúpula del edificio, entre los 36 vidrios semicirculares, sobresalen asó un leopardo de las nieves, un águila, un ángel y un yak que los representan

Una laica que hace historia en la delegación oficial

Por primera vez en sus 43 viajes como Papa, Francisco llevó a una mujer laica en la delegación oficial del Vaticano para la visita que inició en Mongolia. Se trata de la argentina Silvina Pérez, directora de la edición semanal en español del diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano.

Pérez, instalada en Italia hace 30 años, lleva casi una década a la cabeza de la publicación, desde donde se ha especializado en temas de cooperación Sur-Sur y de análisis del discurso de medios.

Los Evangelistas, representados como animales

La Catedral en la que este sábado el Papa se reunió con representantes del clero mongol se construyó a fines del siglo XX, una vez que la caída del comunismo habilitó la libertad religiosa en el país, y luego del inicio de las relaciones con el Vaticano en 1992.

Ya desde su forma evocando una de las características tiendas nómadas, o ger locales, la Catedral muestra varios ejemplos de un catolicismo declinado en mongol. En ese sentido, uno de los puntos más característicos son las pinturas hechas por el artista surcoreano Cho que representa a los cuatro Evangelistas de la tradición católica con forma de animales: en la cúpula del edificio, entre los 36 vidrios semicirculares, sobresalen asó un leopardo de las nieves, un águila, un ángel y un yak que los representan.

La imagen de la Virgen rescatada de la basura que bendijo el Papa

En un país con cerca del 40% de su población bajo la línea de pobreza, muchas familias mongolas de las periferias deben buscar en la basura alimentos y objetos con los que sobrevivir. Una de esas mujeres, llamada Tsetsege, realizaba a inicios de los años 90 uno de sus recorridos habituales en busca de elementos en su ciudad natal de Darjan, al norte del país, cuando hizo un hallazgo fundacional para el catolicismo local.

Entre las cosas que se llevó esa tarde a su casa de la ciudad industrial cercana a la frontera con Rusia, Tsetsege tenía una pequeña imagen de la Virgen de madera, de 62 centímetros, a la que no le prestó mayor importancia. La Virgen permaneció así varios años en la tienda de la familia hasta que, tras la caída del comunismo un grupo de los primeros misioneros reconoció a la imagen y se la pidió para recorrer el país.

Hoy, Francisco conoció a Tsetsege y bendijo luego la estatuilla, conocida en Mongolia como "madre celestial" y que ocupa un lugar central en la Catedral. "En un lugar de desechos ha aparecido esta hermosa estatua de la Inmaculada. Ella, sin mancha, inmune al pecado, ha querido hacerse cercana hasta el punto de ser confundida con los deshechos de la sociedad, de forma quede la suciedad de la basura ha surgido la pureza de la Santa Madre de Dios", dijo el Papa al bendecir la imagen.

Francisco, un "peregrino de paz" en Mongolia

"Peregrino de paz en este país joven y antiguo, moderno y rico de tradición, estoy honrado de recorrer las vías del encuentro y la amistad que generan esperanza", escribió el Papa en el libro de honor del Palacio de Gobierno de Ulán Bator tras una reunión de cerca de media hora que mantuvo con el presidente Ukhaagiin Khurelsukh.

"Que el gran cielo terso, que abraza la tierra mongola, aclare nuevos senderos de fraternidad", deseó el pontífice.

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