¡Oh, hermanos que no la conocéis!
Los que nunca oísteis hablar de Ella,
Los que jamás sentisteis sus caricias de madre
Los que nunca descansasteis en el puerto de sus brazos.


¡Escuchad, hermanos míos!

A ti, hermano encadenado por la pobreza.
A ti, padre de familia con las manos vacías.
A ti, pobre en la esquina con la mano extendida.
A ti, joven cuyo corazón ya no espera.
A ti, anciano que mueres de soledad.
A ti, abuelo olvidado en la penumbra de una habitacion vacía
A ti, hombre o mujer herido por el silencio.
A vosotros, matrimonios y parejas al borde del abismo.
A vosotros, niños con el hogar roto.

¡Madre María! ¡Mujer Fuerte!
¡Templo de Dios!

¡Rompe de una vez sus cielos de plomo!
¡Inunda con torrente de amor los corazones de estos tus hijos!
¡Haz que te conozcan!
¡Que te sientan!
¡Que te vean!

¡Muéstrales que eres su VERDADERA MADRE!
¡Que nunca fallas a quien en ti confía!
¡Que si su vida te entregan, nada les faltará!
¡Que para ti, Madre de Dios, nada es imposible!
¡Tú que envolviste en pañales al Sol que no tiene ocaso!

¡Sé la cuna nueva para quien maldice su destino!
¡Que tu Esperanza, como martillo, rompa su desesperanza!
¡Acógelos, Madre!
¡A todos!
¡A los que no te conocen!

Y si yo... si yo fuera uno de ellos,
¡Hazme el último!
¡El más pequeño!
¡El siervo de todos!
Para que, desde el polvo de la tierra,
grite ndita eres María, entre todas las mujeres!
Aldeana campesina de un pueblucho de Galilea.
Bendita María eres entre todas las mujeres.

¡Por amor de Dios, hiciste voto de virginidad!
¡Decidida y valiente para enfrentar la vida!
¡De los pobres era tu vida!

Del Señor te hiciste esclava
y nos liberaste de todo.

¡Esclava con todo tu ser!
¡Renunciaste a una vida prometedora en tu aldea de Nazaret!

Todo lo diste con alegría, con el sí de María.
¡Todo lo recibiste centuplicado!
De todas las virtudes que te adornó el buen Dios Padre.

En ti se fijó y te mostró
que no hay nada más grande en esta vida que dejarse amar por el Amor,
para amando del Amor, ser amor para todos.

Por tu sencillez, alegría y humildad en ti se fijó,
y de tu Corazón, Señor, recibió lo mejor.

¡Para luego tú entregarte, oh Señor, y recibir a tu Hijo muy amado,
como madre de Jesús, como la madre mía, la madre de todos, de todos!
Amén

¡Bendita eres María entre todas las mujeres!

Aldeana campesina de un pueblucho de Galilea.
Bendita María eres entre todas las mujeres.

¡Por amor de Dios hiciste voto de virginidad!
Decidida y valiente para enfrentar la vida.
De los pobres era tu vida.

Del Señor te hiciste esclava
y nos liberaste de todo.

Esclava con todo tu ser.
¡Renunciaste a una vida prometedora en tu aldea de Nazaret!

Todo lo diste con alegría, con el sí de María.
Todo lo recibiste centuplicado.
De todas las virtudes que te adornó el buen Dios Padre.

En ti se fijó y te mostró
que no hay nada más grande en esta vida que dejarse amar por el Amor,
para amando del Amor, ser amor para todos.

Por tu sencillez, alegría y humildad en ti se fijó,
y de tu Corazón, Señor, recibió lo mejor.

Para luego tú entregarte, ¡oh Señor!,

Y recibir a tu Hijo muy amado,
como madre de Jesús, como la madre mía, la madre de todos, de todos.