Para anunciar la paz y el bien¿Qué paz pretendemos?¡La que anuncian los hombres con sus palabras...!
¡O la paz de Cristo, que es el sumo bien...!
El hombre y hermano de la paz de todos
Dónde hay paz, hay sumo bien, y el mal se revuelve
La paz de Jesús, es la paz del pobre de corazón
La paz no inquieta: es libre, dinámica, humilde y sencilla
Une a los corazones partidos, sanando a todos, a todos
Vive adorando su corazón en todo momento, poniendo sus obras a disposición de todos.
Señor, hazme instrumento de tu paz, de la paz del evangelio, subversiva y justa.
Que pone al pobre en sitio destacado junto a ti.
Señor, hazme valiente para seguirte cada díaen la alegría y en la noche oscura
Señor, que nada me inquiete, salvo en no ser hombre de paz y bien
Tú así me lo has demandado
Hazme constructor de tu paz.Atento a lo que tú quierescon mi madre María, maestra de paz y bien
Y así poder reconocer el don de tu paz en todos tus pobres, en tus predilectos de cada día.
Del evangelio a la vida
De la vida al evangelio