Urgen formadores y no 'guías de conocimiento' Alfonso J. Olaz: "Educadores de vida, de espíritu"

Corazón hospitalario
Corazón hospitalario

"Urgen educadores, maestros de la Vida Espiritual, con (m) de minúscula, como Francisco de Asís, que sean menores en todo, que lo que hagan sea del corazón hacia el cielo, no de la cabeza hacía el infierno"

"Urgen Hombres y Mujeres, hospitalarios del corazón, acompañantes, que hayan hecho el proceso de confrontación en su vida"

Urgen educadores, maestros de la Vida Espiritual, con (m) de minúscula, como Francisco de Asís, que sean menores en todo, que lo que hagan sea del corazón hacia el cielo, no de la cabeza hacía el infierno.

Que esto sea así, no sólo por las vocaciones religiosas, sino también por las otras vocaciones al Amor, y así los Pescadores de perlas podrán a todo aquel que quiera recibirlas, las perlas auténticas de Jesús, del Evangelio.
Proverbios 23:15 Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón también se me alegrará.

Hay "muchos educadores de la vida espiritual" que son Mayores, no menores y no vamos bien por este camino.

¡Si por un instante se dieran cuenta de la influencia que ejercen en "formar" a niños, jóvenes, "adultos", en vez de ser guías del conocimiento, para que más tarde sean peregrinos de la confianza y que sus amigos sean hospederos, sean verdaderos hospitalarios del corazón.

Desgraciadamente estoy convencido, que no son estos "formadores" hospitalarios del corazón,

"Se resisten a abandonar "todo lo que han conquistado"
como si de un botín celestial se tratase" y  encarnándose en su corazón podrido la sangre roja y no la limpia que ya fue transformada por Él"

¡Cuanto mal han hecho!
Han profanado la Perla, el mismísimo corazón de Jesús.
!Que Dios los juzgue!

En cambio, urgen Hombres y Mujeres, hospitalarios del corazón, acompañantes, que hayan hecho el proceso de confrontación en su vida.

Aquí entiendo también a Todos, los que crean en el hombre y la mujer, sean Católicos, o No.

Seres de misericordia, confrontados con su interior.

Hay que aprovechar la riqueza y el soplo del Espíritu para llevar a cabo esta Esperanza a los Cansados y Agobiados.

No es imposible ser Hospitalario del Corazón, si se ha hecho la Confrontación! con nuestro Yo. Sólo hay que quererlo, esto es para cualquiera que deje de resistirse, porque todos somos del mismo Padre, hijos del Peregrino de la Confianza, hecho hijo, hombre, y hermano de Todos, en Él nunca nos Abandona  y la Única, Real y Verdadera Confianza sólo será para Él, para nadie de nadie más. 

Hospitalidad

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