En tu aurora, en esta tierra tuya, todos tus hijos, todos, son muy queridos 💙¡Tierra de María, tierra de la madre nuestra! (I)
¡Oh, Madre!
Verdadero corazón del Sol de Justicia.
¡Aplaca la ira de tu hijo contra todos nosotros!
Para que, reconociéndote como Madre,
tu hijo reconozca nuestro nuevo corazón
y así se apiade de todos, de todos nosotros.
¡Aplaca la ira de tu hijo contra todos nosotros!
Para que, reconociéndote como Madre,
tu hijo reconozca nuestro nuevo corazón
y así se apiade de todos, de todos nosotros.
tu hijo reconozca nuestro nuevo corazón
y así se apiade de todos, de todos nosotros.
| Alfonso Olaz
¡Tierra de María, tierra de la madre nuestra! (I)
El hacedor dio la orden al astro Sol,
de pedirte permiso para salir a tu tierra cada día
Y Dios le hizo saber
Que tú eres la Aurora, la nuestra
Pues de ti ha nacido el Sol de Justicia
Y la luz y todos los rayos del sol de ti vienen y a ti van
Nadie puede lastimarte
Aunque hay muchos que lo procuran
De la Madre de Dios, todo es grande, fuerte, humilde y sencillo
Esto no es locura, es el amor que ama al Sol de Justicia
En tu aurora en esta tierra tuya
todos tus hijos, todos, son muy queridos
¡Qué humildad, la tuya Madre, que en tu seno a tu hijo recibiste,
y como tu hijo te hiciste!
Y a todos los hijos e hijas del mundo, Tú los necesitas.
Madre María.
¡Qué corazón tienes, sin medida, que el hombre no alcanza!
Ni aunque en una eternidad amaría,
jamás podría amar como la Madre nuestra María
En tus entrañas de Madre tienes sitio para toda la humanidad
¡Siempre tienes un sitio!
En tu presencia, sin hacer ruido, como la buena Madre
a todos consuelas, si todos quieren ser consolados
¡A todos alegras por tu gozo
Si en tu gozo quieren alegrarse!
A todos amas, aunque por la fatal locura humana,
muchos no quieran ser amados en tu locura
El miedo es la fatal locura de encontrarse con el Gran loco del amor,
Él, Loco del Amor enamorado, de toda criatura, que ama sin medida alguna
Madre,
Tú amas con corazón de hijo, con el sol de justicia
Y con tus brazos abrazas lo que ya estaba perdido
para darlo por redimido
Y por tu hijo, tienes el permiso de darnos lo mejor de ti,
para cada uno de todos nosotros
A El Salvador tuviste en tus entrañas.
Y ya no extrañas a ningún corazón,
ya ninguno te es desconocido y a nadie dejas por perdido
Amas con corazón de Madre, respetándonos a todos,
y a todos nos dejas partir como a tu hijo mismo le dejaste
Para que cumpliera su misión
De hijo muy amado del Padre
Madre,
Tú no nos retienes para ti
Porque has sabido amar en ti
Y ya que has amado tanto
¡Qué bien sabes amar como Madre!
¡Tierra de María, tierra de la madre nuestra! (II)
Danos la gracia de amar como madre,
Sin esperar nada
Confiando todo en cada momento a lo que el padre quiere
Haciendo todo, todo lo que hagas,
Que ya no es norma, precepto, ni obligación,
¡Oh, buena Madre!
En esta tierra no hay nada
Que él haya dejado sin ocuparse.
¡Oh Madre!
De todos, de todos tus hijos.
Ninguno ha quedado huérfano
De todos los pobres, nadie ha quedado desconsolado.
Madre.
Haznos saber que te tenemos,
Haznos que te conozcamos
Para que sepamos que nuestro corazón es todo tuyo
Diciendo Sí a la Madre.
La Madre se alegra y se contenta
Así de simple y sencillo, como ser hijo de la Madre María
Así haznos que nos comprometamos por amor
Para ser testigos de tu amor
Para que aquellos que no te conocen, te amen
Los que titubean sean por ti confirmados
Y los confirmados en ti.
Sean constantes y fieles hasta la llegada de la hermana muerte
¡Oh, Madre!
Verdadero corazón del Sol de Justicia.
¡Aplaca la ira de tu hijo contra todos nosotros!
Para que, reconociéndote como Madre,
Del Evangelio a la Vida
De la Vida al Evangelio