Pero no todos tienen el valor, El valor de romper las cadenas De incendiar el ego.  De escupirle a la comodidad ❤️ ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia! ( Al estilo de Francisco de Asís)

❤️ ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo    ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia!  ( Al estilo de Francisco de Asís)
❤️ ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia! ( Al estilo de Francisco de Asís)

¡Hermanos mártires del sistema! : 

Vuestras lágrimas son el bautismo de la nueva Iglesia, 

❤️ ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo    ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia!  ( Al estilo de Francisco de Asís)
❤️ ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia! ( Al estilo de Francisco de Asís)

❤️  ¡ Vivir bien no es una opción Es un imperativo ¡ Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia! ( Al estilo de Francisco de Asís)
Pero no todos tienen el valor
El valor de romper las cadenas
De incendiar el ego. 
De escupirle a la comodidad

Jesús no negoció: 
¿De qué te ahogas en ansiedad?
Si hoy ya es batalla ganada

Arrancate de todo y arrojate al espiritu del bien!
No coquetees con la mediocridad 
Vive así: no habrá vuelta atrás. 
Lo que emprendas, arderá con sentido. 

Esa Voz. 
La que nos quema por dentro
La que nos empuja a bordes incómodos, 
a terrenos que el mundo evita

Seguirla no es camino. 
Es revolución. 

Y en el barro de la lucha, 
entenderás el porqué: 
que otros vean tu vida 
y no puedan dormir. 
Que tu coherencia les interrogue. 
Tu paz les inquiete. 
Tu entrega les cuestione. 

¡Porque vivir bien 
no es ser “bueno”!
Es ser peligrosamente fiel. 
Incómodamente libre. 
Radicalmente amoroso. 

Es ponerse del lado de los que nadie mira. 
Caminar sobre el filo de lo imposible. 
Y no claudicar. 
Nunca. 

¿Fácil? 
No. 
Necesario. 

Y al final, 
solo eso importa: 
haber vivido 
como si Dios 
respirara 
en tu lugar.



♡ ¡Dios de ternura eres rebelde y amor encarnado en denuncia!
al modo del Poverello, te elevamos esta súplica: 

¡Hermano Viento! que azotas los rostros de los parados: 
lleva en tus alas nuestro grito al Trono del Altísimo: 
¡Basta de silencios cómplices! 
¡Basta de panes robados a los niños! 

¡Hermna Agua! que lavas las llagas de los jornaleros: 
inunda los bancos donde guardan oro malhabido, 
ahoga las leyes escritas con tinta de opresor, 
purifica la podredumbre de los corazones tibios. 

Hermano Sol! que alumbras las vigilias del joven estudiante: 
quema con tu luz los contratos de esclavitud moderna, 
derrite los ídolos de la Bolsa y el Mercado, 
ilumina los despachos donde se venden sueños. 

¡Hermana Luna! testigo de las lágrimas del padre sin trabajo: 
muestra al mundo sus noches en vela, 
sus manos vacías que antes construían catedrales, 
su vergüenza sagrada que el sistema llama "fracaso". 

¡Hermana Muerte! que visitas a los olvidados: 
no te lleves al joven exhausto que trabaja por migajas, 
no toques al niño que come pan duro en la mesa vacía. 
Derriba en cambio a los señores del dinero 
que miden vidas en ganancias. 

¡Hermano Lobo de Gubbio! fiera domesticada por la bondad: 
muerde las pantorrillas de los banqueros usureros, 
aúlla en las juntas directivas donde se firman despidos, 
rasga con tus garras los papeles que condenan familias. 

Hermana Pobreza! esposa de Francisco: 
Desnúdanos de toda comodidad, 
quémanos las sandalias en el asfalto caliente de las protestas, 
enséñanos a besar las manos callosas del obrero, 
a dormir en el suelo del desahuciado, 
a comer el arroz frío del parado de larga duración. 

¡Hermano Cristo Leproso! que agonizas hoy:
- En el padre que mendiga trabajo con mirada hundida 

- En el joven cuyo cuerpo flaco sostiene tres turnos 

- En la niña que hace tarea a la luz del farol 

Haznos tus trovadores: 
que nuestros pies sangrantes canten justicia, 
que nuestras túnicas rotas sean bandera de rebeldía, 
que nuestros brazos sean puentes sobre el abismo

¡Ay de nosotros, hermanos míos
si predicamos a los pajarillos 
pero callamos cuando trituran a los pobres! 

¡Ay si reconstruimos iglesias de piedra 
pero dejamos que se derrumben casas de familias! 

¡Hermanos mártires del sistema! : 
vuestras lágrimas son el bautismo de la nueva Iglesia, 
vuestras manos vacías, el cáliz de la verdadera Eucaristía, 
Vuestra resistencia silenciosa, el Evangelio más puro. 

¡Alabado seas, mi Señor! por los que aman a fondo perdido! 
Por los que comparten su último pan, 
por los que ocupan bancos para servir ollas populares, 
por los que enseñan letras a niños entre basurales, 
por los que gritan VERDAD a los reyes del dinero: 
¡Vosotros sois mis catedrales vivas! 

Amén. 
Así sea. 
Paz y Bien.


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