¡Si no sirves a tu hermano No sirves a Dios Sirves a otros Dioses! Si sirves a tu hermano Sirves a Dios Sirves para Dios No te sirves de Dios. Si amas a tu hermano amas a Dios, si no amas a tu hermano no amas ni a Dios, ni a tu hermano, ni a ti mismo.

¡Si sirves a tu hermano!

Amas a Jesús por encima de todo.

Amas al hermano, como a ti mismo y como a Jesús,

¡Un hermano muy cercano y muy vivo!

Si amas a tu hermano amas a Dios, si no amas a tu hermano no amas ni a Dios, ni a tu hermano, ni a ti mismo.
Si amas a tu hermano amas a Dios, si no amas a tu hermano no amas ni a Dios, ni a tu hermano, ni a ti mismo.

¡Si amas a tu hermano amas a Dios, si no amas a tu hermano no amas ni a Dios, ni a tu hermano, ni a ti mismo!

 Y estás ya muerto en vida, la peor muerte que puede padecer un vivo, Ser un muerto muy vivo!

Si sirves a tu hermano

Sirves a Dios

Sirves para Dios

No te sirves de Dios.

Amas a Jesús por encima de todo.

Amas al hermano, como a ti mismo y como a Jesús, un hermano muy cercano y muy vivo.

Amas al hermano Jesús con el amor y el lenguaje del joven enamorado y loco de amor por Él y sus hermanos.

¡Bienaventurados los locos de amor por el hombre y por Jesús!

El que no Vive para el Amor

Ni ama, ni sirve, ni Vive para nada

Si no sirves a tu hermano

No sirves a Dios

Sirves a otros Dioses.

Todo tu ser está viviendo

Con el suero de una anestesia general

Y tu sangre ya no valdrá para dar vida.

Ni a tu hermano Jesús

Ni a tus padres

Ni a tus hermanos

Ni a tu compañera de camino

Ni a tus amigos.

Ni a los hermanos que te aguardan

Ni a ti mismo

Ni a nadie.

Solo a los Dioses de tu Indiferencia, de tus intereses,

 En el reino de la más profunda de tus amarguras!

Amar al hermano con un corazón muy viejo,

Es de un hombre que se hizo viejo prematuramente y que perdió la cordura,

Que no ama, solo se ama a sí mismo y a su triste figura de caballero andante.

Es el caballero perdido de la triste figura,

 Que vaga en la inmensa agonía de la nada, en el Reino de las Tinieblas.

Es un corazón interesado, calculador, que espanta a Jesús.

 Solo hay dos caminos:

Uno es estrecho, te sacia toda tu sed, toda tu vida

El otro es ancho como las autopistas de dos carriles

Siempre sabes tu destino

Pero nunca conoces si

Llegarás a tu camino.

En lo más hondo del corazón de todo hombre,

 De todas las latitudes, razas, culturas, economías, credos religiosos, políticos, etc.

 Está la respuesta y la esperanza a todas tus cuestiones, por complicadas que sean.

Para esto, Jesús te grita desde la otra orilla de tu Yo real,

A lanzarte sin paracaídas a su Reino,

Sabiendo que Él se va a lanzar contigo en el próximo salto serio que hagas en tu vida.

Señor mándanos esos locos bajitos a tu viña

Y si no mientras tanto, aceptaré tu mirada que la recibí hace tiempo,

 Para ser feliz y hacer felices a mis hermanos

¡Sea todo esto para gloria de Dios!

Volver arriba