Tú nos lo dijiste: “El que toca al pobre, me toca a mí.” Pero nosotros seguimos rezándote en la sacristía y evitándote en la calle. ❤️ ( l -ll ) ¿Qué hacemos con los pobres, en nuestra pobre vida?
Txemi vive desde hace años en una residencia de mayores.
Ahí he visto claramente a Jesús, pobre y resucitado.
| Alfonso Olaz OFS

❤️ ( l -ll ) ¿Qué hacemos con los pobres, en nuestra pobre vida?
Para la mayoría de nosotros, poco o nada hacemos.
Los hemos invisibilizado en nuestra cultura del descarte.
Los hemos invisibilizado en nuestra cultura del descarte.
¡Nada hacemos!
A los pobres los tenemos
A los pobres los tenemos
en nuestro ideario falsario del cumplimiento de la norma,
que mata y disuelve todo lo que nos separa del verdadero Jesús, pobre y resucitado.
Cada vez que entramos en una iglesia-
Cada vez que entramos en una iglesia-
y rezamos al Jesús pobre y resucitado...
Todavía un poco más lo crucificamos!
Señor, ¡qué paciencia tienes con nosotros!
El amor a los pobres no es opcional. Tú nos lo has dicho:
“Lo que hiciste con el más pequeño, conmigo lo hiciste.”
Si queremos seguir a Jesús pobre y resucitado,
Señor, ¡qué paciencia tienes con nosotros!
El amor a los pobres no es opcional. Tú nos lo has dicho:
“Lo que hiciste con el más pequeño, conmigo lo hiciste.”
Si queremos seguir a Jesús pobre y resucitado,
debemos amar a todos los pobres.
Si no amas al pobre que ves,
Si no amas al pobre que ves,
¿cómo vas a amar a Jesús, pobre y resucitado, al que no ves?
Esta noche, en las Fiestas de San Fermín, he hablado con Txemi.
Hace casi 40 años que está separado: no tiene contacto con su mujer,
ni con su hija, no conoce a sus nietos. Me dice que le gustaría estar con ellos…
Txemi vive desde hace años en una residencia de mayores.
Ahí he visto claramente a Jesús, pobre y resucitado.
¿Hasta cuándo estaremos preocupados por “lo nuestro”?
Cuando "lo nuestro"
Txemi vive desde hace años en una residencia de mayores.
Ahí he visto claramente a Jesús, pobre y resucitado.
¿Hasta cuándo estaremos preocupados por “lo nuestro”?
Cuando "lo nuestro"
es ocuparnos del pobre que no vemos, que es Cristo pobre y resucitado.
¿De qué me vale rezar, si no rezo con los pobres?
¿De qué me vale vivir, si no reconozco al pobre que llevo en mi interior?
Jesús, dame tu fuerza para ser valiente testigo tuyo.
Y perdóname por no estar al lado de mis hermanos,
¿De qué me vale rezar, si no rezo con los pobres?
¿De qué me vale vivir, si no reconozco al pobre que llevo en mi interior?
Jesús, dame tu fuerza para ser valiente testigo tuyo.
Y perdóname por no estar al lado de mis hermanos,
los pobres, al lado tuyo, de tu lado…
❤️( ll) Señor, ¿qué hacemos con los pobres en esta pobre vida nuestra?
Los ocultamos, los convertimos en cifras,
Los ocultamos, los convertimos en cifras,
Y los dejamos fuera del templo y fuera del plato.
Y tú, Pobre entre los pobres,
Y tú, Pobre entre los pobres,
sigues esperando con el rostro de Txemi,
con su soledad de abuelo sin nietos, con su corazón herido y callado.
Perdónanos, Jesús.
Perdónanos por tantas eucaristías sin pan compartido,
Perdónanos, Jesús.
Perdónanos por tantas eucaristías sin pan compartido,
por tanta oración sin compromiso, por tanta cruz sin compasión.
Tú nos lo dijiste: “El que toca al pobre, me toca a mí.”
Pero nosotros seguimos rezándote en la sacristía y evitándote en la calle.
Nos acostumbramos a verte sin verte.
Nos volvemos expertos en liturgia y analfabetos del Reino.
Señor, devuélvenos el escándalo del Evangelio.
Rompe nuestras seguridades.
Desinstálanos del egoísmo.
Y llévanos, contigo, al lugar donde tú habitas:
Tú nos lo dijiste: “El que toca al pobre, me toca a mí.”
Pero nosotros seguimos rezándote en la sacristía y evitándote en la calle.
Nos acostumbramos a verte sin verte.
Nos volvemos expertos en liturgia y analfabetos del Reino.
Señor, devuélvenos el escándalo del Evangelio.
Rompe nuestras seguridades.
Desinstálanos del egoísmo.
Y llévanos, contigo, al lugar donde tú habitas:
en la periferia, en el fondo, en los últimos.
Haznos comunidad con nombre y con rostro,
Haznos comunidad con nombre y con rostro,
Iglesia que no teme ensuciarse,
Evangelio que camina con sandalias rotas y corazón ardiente.
Y llévame, Jesús, de mi paz cómoda a tu Paz crucificada.
De mi fe domesticada a tu Evangelio sin descuentos.
De mi vida al pobre y del pobre a Ti.
Amén.
Y llévame, Jesús, de mi paz cómoda a tu Paz crucificada.
De mi fe domesticada a tu Evangelio sin descuentos.
De mi vida al pobre y del pobre a Ti.
Amén.