¡A todos los huérfanos del mundo, no eres huérfano, tienes la misma Madre que Jesús !

¡Y humildemente te lo explico!

Tener una madre que vela por ti
en tu noche oscura
¡Que siempre te está esperando!

En la noche te acaricia con sus manos, te protege en su presencia

En el día, te ampara con sus pasos
Lo mismo que hizo con su hijo Jesús.
Así, hasta el final de tus días
Preocupándose, Ocupándose por ti.

Lo mismo que hizo con su hijo
Así lo ha hecho tu madre María
Desde que nací...

Nunca se cansa, como una madre.
Se alegra contigo en la alegría
En tu tristeza se entristece

En la noche te espera y siempre se queda, para descansar contigo
En el día camina junto a ti y no descansa, para que no te canses.

¡Para comprenderla!
Llenarme...
Llenarme de amor de toda ella

¡Para amarle!
Vaciarme, y confiar en ella.

Viviendo como ella
Con humildad y sencillez
Con entrega generosa

Sí nos entregamos a ella...
Ella nos entregará, por el atajo de ser nuestra madre, a su muy querido hijo.

Primero como niño
Para que haciéndonos niño le amemos como niño

Para luego haciéndonos hombre
Podamos quererle como hombre

Y así nos da a su hijo por entero
Tal como es Él
Sin reservas.
Tal como ella lo tuvo y lo quiso...

A ella, esto, no le cuesta nada.
Para nosotros esto es muy costoso, un encuentro con su hijo.

Y es muy largo en el tiempo nuestro que nos favorezca, sin el auxilio de su madre.

Ella es nuestro atajo más seguro: para que Él nos escuche con rapidez de todo lo que necesitamos-
Aunque ya lo sabe, pero le agrada mucho escucharlo de nuestra boca.

Para que venga a nosotros tu Reino para que a nosotros venga y le dejemos que venga.
Y que se haga tu voluntad Padre.
¡Imitar a María en lo que ella hizo!

¡Que bien lo has hecho Jesús!...
Acudir primero a tu madre...
Para que ella nos prepare y nos limpie
la cara como pequeñuelos que somos

Y después sin ya legañas y perfumado poder estar contigo
sin malos pensamientos, serenos y confiados como el niño con su madre.

¡Así lo has querido!
Porque no se puede amar al hijo de María, sin antes haberse llenado del amor de su madre

Acude a tu madre cada día
No porque la necesites
Sino por el amor y la predilección que tiene contigo por ser tu madre
Y tú, por ser su hijo

Si esto lo haces así...

Acudirás a ella luego por amor de hijo
Estarás en su presencia porque eres su hijo muy amado, y tiene predilección por ti
Por todo lo tuyo...

Y así lo ha prometido mi Madre a todos sus hijos
Que si de verdad me amaran...

Ella, alarga la misericordia de tu hijo sobre ti cada día.

Por el gran amor del hijo de María
Algunas veces es capaz de cambiar hasta lo que Jesús quiere de ti,
De retrasar su voluntad sobre ti...

A ella nada le niega y con ella que todo lo puede
¡Él puede cambiarlo todo!.

¡ Si creyéramos fuerte en esto!
Esto se cumpliría ya, y lo veríamos ya.

¡Mama madre María!
Te oye cada día y cada día le cuenta a su hijo lo que tú le dices.
Y cuando se dirige a su hijo y luego le habla de Ti...

Por ser su madre, Jesus  deja todo y le atiende inmediatamente.
Y Él obedece a su madre y cumple lo que ella le ha rogado por ti.
¿ Puedes entenderlo?

¡Y Él está tan encantado de todo esto.!
¡ No tengas dudas!
De esto y de muchas cosas más.

Quiere María que seas de ella
Humilde y sencillo

De entrega generosa
Para de su parte entregarte personalmente a su hijo.

Sin cita previa, sin ninguna burocracia
lo mismo para los que no tengan papeles y estén indocumentados
Que para todos nosotros...

Para que seáis amigos fuertes
Y seas tú, mensajero de su Espíritu.